Capítulo III: Enamorandome al primer acto y milagros de ocasión

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Al siguiente día por el atardecer Hanna se dirigió al parque, y lloró ahí desconsoladamente, desprevenida que alguien estuviera por ahí y la viera llorar
—Hola, creo que no es lugar para llorar— dijo de una manera muy tierna un chico.

—Ah, no estaba llorando— comentó Hanna limpiándose las lágrimas de los ojos de una manera disimulada.

—¿Segura, me dirás que te entró una basura en el ojo?—Hanna rió.

—No, ¿y tú como te llamas?— cuestionó Hanna con una voz cortante.

—Mi nombre es David, encantado de conocerte—se presentó y le tendió la mano a Hanna para saludarla.

—Igualmente, yo soy Hanna, nunca te había visto por aquí— aclaró dudosa Hanna.

—Tiene sentido, apenas me mudé aquí en Lousiana, es un parque muy interesante ¿no crees?—preguntó David, era obvio que quería hacerle la platica pero no sabía por donde empezar.

—¿Interesante?, esta muy pequeño y sencillo— respondió mientras revisaba un mensaje de Joy que decía "Hanna es urgente que vengas al hospital, quieren quitarle la vida a Ash, ¡ven!" a Hanna le salió nuevamente una lágrima—Disculpa ¿tienes auto?—.

—Sí claro— afirmó David confundido.

—Por favor llevame al hospital de la ciudad—dijo Hanna desesperada.

—Claro—asintió un poco desconcertado.

Hanna y David se dirigieron hacía el hospital, cuando llegaron Hanna entró rápidamente y cuando llegaron Hanna con muchas lágrimas en los ojos gritó a los cuatro vientos —¡Alto, por favor!- imploró.

—Grace dijiste que no le dirías nada a Hanna— proclamó Matilda pensando que su abuela le había dado la noticia —Hanna la decisión ya fue tomada, aparte no tenemos los recursos necesarios para que Ashley este en el hospital más—

—¡Pero mamá!, Ashley reaccionará yo lo se, por favor no, ¡por favor!—imploró entre lágrimas.

David sólo se quedaba observando, y como era generosos pensó en pagar una parte de la cantidad de dinero requerida para que Ashley se quedara más tiempo.

—Hanna, ve la realidad, me duele tanto como a ti, y a nadie le alcanzarán los recursos, ni a tu abuelita— comentó con sus ojos critalinos.

—¡Yo puedo trabajar!, ¡ya se! entraré al concurso de talento de Lousiana, pero no le quiten la vida a mi hermana, es una orden— replicó Hanna.

—Está bien Hanna, yo igual haré lo necesario para cubrir gastos, tienes razón, gracias por abrirme la mente— dijo Matilda, Hanna sintió un gran alivio por dentro e inmediatamente dió la orden de que no desconectaran a Ashley.

—Aja sí, pero, ¿quién asegura que pagarán señora Matilda?, lo siento por contradecir a su hija señora Matilda, pero si para mañana no paga lo que debe hasta ahora desconectaremos a Ashley, es una de las partes más difíciles del trabajo—discutió el doctor incrédulo.

—Hanna perdón, sólo tendremos hasta mañana— murmuró a su oído, las lágrimas de Hanna eran cada vez más y no lo soportaba, sentía culpa por haberle pedido a Ashley que cabalgarán, Joy abrazó a Hanna muy fuerte, las dos lloraban. Matilda y Grace sólo contenían las lágrimas.

—Este... yo puedo cubrir gastos— dijo David, todos se sorprendieron al oír esto.

—¿Es enserio?— Hanna un poco tranquilizada —Yo te lo pagaré, te lo prometo David—.

—Hanna hija, ¿quién es él?— interrogó Matilda.

—Es... un amigo que conocí hace varios meses— mintió Hanna porque sabía que si le decía que era un desconocido no aceptaría que pagara.

Ha*Ash Hermanas, Amigas Y Enemigas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora