Lo que nunca me imaginé.

Lo que nunca me imaginé.

-Prólogo-

-¿No te puedes callar ni cinco minutos?- Gritó él con todo el cabreo del mundo.

-¿Y a ti, tanto trabajo te cuesta dejarme en paz?- Le contestó.

-Chicos callaros, debéis calmaros, todo el mundo os mira.- Les estaba suplicando Amanda.

Diana y Raúl, Raúl y Diana. Se mirara por donde se mirara siempre iban a tener esa "cosa" entre ellos. Desde que se conocieron, chocaron completamente y, aunque sus amigos muchas veces se cansan de sus contantes peleas y riñas, no pueden hacer más que intentar . 

-¿Pero no has visto cómo se ha puesto por una simple pregunta?. Es que parece tonto... ¿De verdad que no pellizcas cristales o comes madera por la noche? Porque ya lo tuyo no es normal.

-¿Y tú naciste así o cada día te haces más insoportable? Es que -dejo salir un 'puff' que se hizo bien sonoro por todo el recinto- a veces pienso que has terminado de matar todas tus neuronas de tanto esnifar esmalte- Dijo con una sonrisa burlona sabiendo que a ella le molestaban ese tipo de comentarios.

-¿Queréis parar?- Les regañó Lidia. “Parecen niños pequeños” -pensó.- ¿Dónde está toda vuestra madurez? - Preguntó.

-La perdieron cuando se conocieron, Lidia- Soltó Susana cansada de ese día de peleas y broncas a cada segundo.

-Chicos deben darse cuenta de que no pueden estar peleando a cada segundo, a veces, han de aguantarse con lo que el otro diga, haga o piense, o jamás dejarán de pelear. ¿Por qué no tratan de llevarse mejor?- Replanteó Lucas.

-Lucas tiene razón, si no dejáis de pelar yo me voy.- Volvió a hablar Susana dando a ver que realmente estaba cansada de ese día.

-¡La que se va, soy yo!- Diana, ante el rumbo que había dado la situación, quería salir ya de allí. - Estoy cansada de tanta tontería, si quiere pedir pizza familiar que la pida, a mi me da igual. Me voy a mi casa, adiós.- Se dió la vuelta y salió de aquel lugar sin mirar atrás.

-¡No ya no importa, quédate a comer tu tonta pizza mediana, que yo me voy a mi casa!- Gritó Raúl mientras también salía del lugar.

-Estos dos son tan tontos, ¿No se dan cuenta de que si ambos se van para sus respectivas casas, acabaran en la misma casa ?.- Amanda sonreía divertida ante todo esto. Una parte de ella se divertía con todo eso.

-¿¡Por eso se estaban peleando?!- Lucas no daba crédito a lo que había escuchado, él había llegado hace apenas un rato, y no sabía el motivo de la pelea, no había preguntado ya que tratándose de ellos sería alguna tontería, pero tampoco supuso que sería por tan poca cosa. 

Los tres amigos suspiraron y no pudieron evitar reír.

-Tontos- Pensaron entre risas.- Nunca cambiarán.