Capitulo 6

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alguien estaba parado a lado de la tina de baño no lo reconocía muy bien, me estaba faltando el aire no se cuanto tiempo estuve así pero esa persona no se inmutaba ante nada solo me observaba, hice todo por llegar a la superficie pero al parecer todo era inútil al parecer esa persona con solo mirarme me tenia ahí ahogándome. De la nada me levante como si me hubieran agarrado de los brazos y empecé a toser como loca y después de haber cogido aire varias veces pude ver bien quien era, era una mujer muy hermosa cabello negro, piel mas blanca que la mía era tan pálida en eso tenia un parecido al de mi tía ojos verdes pero aun así seguía teniendo un parecido extremo conmigo empecé a recordar y era la misma mujer que ví en el espejo la vez pasada quise gritar pero no podía, me quería mover y lo mismo es como si ella con algo me dejaba inmóvil me entró mucho miedo.

-No trates de hacer nada no podrás querida. -Me miro de una manera tan extraña y en su voz había odio y no se porque si ni siquiera la conocía que le pude haber hecho. Se empezó a reír a carcajadas yo solo la podía mirar. Dijo unas palabras extrañas y de la nada empecé a tener control de mi cuerpo y lo primero que hice fue decirle quien era.
-¿Quien eres?. ¿Que haces aquí? -pregunte lo mas rápido que pude -Soy Victoria Voltore mucho gusto querida. Y bueno lo que hago aquí es conocerte. Me dijo muy convencida.
-¿Conocerme? a que viene todo esto. Mi voz temblaba mi miedo seguía intacto.
-Si a conocerte, vamos a ser mas claras tu estas en un lugar que no debes.
-Y en eso tienes toda la razón, pero porque lo dices.
-Hasta luego querida muy pronto me volverás a ver. No vayas a decir nada entendido.

Salio como alma que lleva al diablo trate de gritarle pero fue muy tarde alguien entro rápidamente al cuarto de baño y era él.

-¿Elenna con quien estabas hablando?. Pregunto algo asustado. No podía articular palabra alguna, nunca lo había visto de esa manera aunque era poco pero no se había mostrado tan desesperado por saber algo de mi si es que así se podía decir.

-Mierda... Elenna contestame con quien estabas hablando. Ya estaba gritando como siempre.
-Con nadie. Respondí acordando me de lo que me había dicho Victoria.
-No mientas Elenna puedo sentir su aroma. Que te ha hecho para que no me quieras decir.
-No me ha hecho nada, además si ya sabes para que me lo preguntas. -Lo dije de una manera tan tranquila, ya mi miedo había pasado un poco no me quería mostrar vulnerable ante él.
-Porque no estoy seguro... además ella ya no debe estar aquí. -En sus ojos se notaba tristeza.
Cuando lo vi así me sentí tan mal, no sabia la razones del porque se puso así pero algo tuvo que ser ella para su cambio de humor pero después de todo en algún momento me iba a enterar.
-Era Victoria Voltore, no se quien es pero me dijo algo muy extraño que no debía estar aquí se que tiene razón, ¿pero a que viene todo esto?. Pregunte segura.
-Victoria, es imposible yo mismo la vi cuando murió, estas equivocada tu estas muy bien aquí. -Me empezó a mirar a los ojos, con el intento de averiguar más.
-No se la verdad ella me dijo eso. Y si esta muerta no entiendo que hace aquí la verdad no es la primera vez que la veo. -Ahora era yo la que lo miraba a los ojos.
-Si me dijo tu tía pero no fue tan especifica me lo puedes contar Elenna. Te espero en la habitación.
Y salio como entro tan rápido. Me puse rápidamente la ropa interior ya que la otra la tenia en la habitación y no se la iba a pedir tenía pensado salir con una bata de baño era lo único que tenia cerca.
Cuando el volvió a tocar la puerta.
-Elenna creo que esto lo necesitas. Me dijo asomando la ropa por la puerta que estaba entreabierta. Soltó una pequeña risita que fue hermosa, me encanto escucharla de él.
Me puse algo roja sintió como la cara me ardía pero la cogí rápidamente.
-Gracias y cerré la puerta antes de que él lo haga.
Bueno ya que tenia todo me vestí lo mas rápido que pude para no hacerlo esperar, aunque no se como se imagino que necesitaba la ropa que listo era. -pensé-

Cuando ya estaba lista me dispuse a salir.
-Disculpa la demora. Lo miré y el se encontraba sentado en el sillón que estaba cerca de mi cama.

- No pasa nada Elenna, ven sientate tengo que hablar contigo.

Me senté no tan cerca de él esperando a que me hablara pero estuvimos un rato sin decir ninguno de los dos una palabra, el silencio que reinaba en la habitación no era incómodo, Pense que él estaba buscando las palabras correctas para contarme lo que estaba sucediendo si es que era eso de lo que íbamos a hablar.

-Bueno Elenna quiero que sepas a ciencia cierta quien es ella no se a que ha venido pero al menos quiero que sepas que fue ella en mi vida.
Cuando dijo eso se me hizo tan pequeño el corazón como si algo se hubiera roto al mismo tiempo, no se porque si hasta donde conocía mis sentimientos yo no sentía nada por él o eso era lo que creía. Él noto lo incomoda que me puse porque rápidamente me dijo.

-Eso fue hace mucho tiempo Elenna. Tampoco entendía porque me daba explicaciones al fin y al cabo no eramos nada, y se fue acercando poco a poco, me quede muy quieta no se si quería que siguiera pero no hice nada, coloco su mano cerca de mi cabeza y me miro fijamente a los ojos.
-Ahora todo es diferente. No hizo lo que mas temía que haga, pero al mismo tiempo anhelaba que lo hiciera que me besara por una extraña razón extrañaba sus besos.

Se separo de mi, me vio unos segundos y aclaro su garganta.

-Bueno Elenna... -Seguía dudando si en decirme o mejor dejaba todo como estaba.
-Vamos puedes seguir... -Me estaba desesperando un poco. -Pero antes me puedes decir como te llamas?.
-Si Elenna... Claro fui un tonto en no haberlo mencionado antes. Se me escapo una pequeña risita en como lo dijo se comporto como un adolescente, pero la guarde rápido antes de que se arrepienta y no me diga nada.
-Me llamo Bastian Leean Monteviur Dïar, pero soy mas conocido como El Gobernador Bastian Monteviur lo dijo en un aire autoritario.

Pero aun así fue agradable saber su nombre, ahora lo iba a conocer un poco mas al menos ya sabia su nombre y un poco como era su carácter para mi parecer era posesivo, un poco arrogante y muy autoritario. Como lo podía describir pero al mismo tiempo podría ser generoso y cariñoso pero otras veces no y eso me confundía.

-Mucho gusto ahora puedes continuar Bastian. No lo dejaba de mirar algo me lo impedía pero yo tampoco ponía alguna objeción.

-Todo empezó... Y se vio interrumpido por alguien que apareció en la puerta...

ALMAS GEMELAS (+16)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora