Maratón 1/3
Me quedé mirando al chaval durante un largo rato. Cualquiera que me viera se pensaría que lo estoy acosando con la mirada, pero los demás estaban demasiado concentrados en lo que tenían alrededor como para darse de cuenta.
Una vez leí que cuando alguien te está mirando, tú, de alguna manera lo notas. Creo que es eso lo que le ocurrió porque según salía de la cabina también me miró. Cruzamos las miradas un segundo, y él, después, bajó la cabeza.
La cabina seguía moviéndose, más despacio, eso sí, pero teníamos que entrar rápido. Entré la primera y me fui hasta el final de la cabina, lo más alejada de la entrada que pude. En la barra que había allí para agarrarse había atada una pequeña cinta negra. Deshice el nudo y me la até en la muñeca izquierda.
-¡Esto es una pasada! -exclamó Alan con la cara pegada a la ventana cual sardina envasada al vacío.- ¡Mirar, mirar! ¡Se ve toda Londres desde aquí.
Miré a los demás. Anne reía mientras miraba a Alan, Madie y Andrew estaban demasiado concentrados en hacer el imbécil, como casi siempre, y Darren estaba sentado en un gran banco en el centro de la cabina.
-¡Ey, hola! -le dije sentándome a su lado. Tenía la cara cansada y su piel estaba más pálida de lo normal. -¿Te encuentras bien?
-Sí. Es solo que ayer no dormí muy bien y estoy algo cansado. -no se porque, pero me da la sensación de que me está mintiendo.
-¿De verdad es solo eso? -le miré con una cara de querer entrar en su mente y ver sus secretos más oscuros. -Porque me de la sensación de no es verdad, y, solo para que lo sepas si necesitas algo o te ocurre algo puedes contármelo. He aprendido a guardar secretos demasiado bien, créeme. -levantó la vista y me observó durante unos segundos antes de hablar.
-Esta bien. Cuando lleguemos a casa, después de cenar, en el portal a las diez. ¿Vale? -asentí -Ah y por cierto tienes cara de guardar secretos. -se levantó y se fue con los demás a comentar lo que estaban viendo.
-¿Gracias? -susurre. Era un ¿cumplido? peculiar.
[...]
La noria se movía bastante lenta. Llevábamos ya como 20 minutos y seguramente nos quedan otros veinte.
-¡Aghhhh! -se quejó Anne. -¿Esto no se acaba nunca o qué? Estoy empezando a agobiarme. -uhh. Eso no es bueno. Cuando se agobia empieza a hablar sobre limones porque se yo que razón. El caso es que siempre tiene algo que decir sobre ellos. -Chicos, ¿sabéis que los limones pueden volar? ¿Alguien más está viendo aquella bandada que va por allí? -oh dios encima los confunde con pájaros. Wow. Estaba peor que Madie después de tomarse una Coca-cola grande ella sola. Demasiado azúcar no le sienta bien que digamos.
Los tres chicos la miraron extrañados, como es obvio por otra parte, y Madie yo yo nos miramos en busca de una respuesta al problema: ¿cómo hacer que Anne dejara de delirar? Claramente yo ya había pasado por situaciones como esta más veces y sabía que lo mejor era mantenerla ocupada. Al parecer Madie también lo sabía.
-Alan entretenla un rato hasta que veas que se le relaja la cara. Si no, nos dará una conferencia sobre cualquier cosa relacionada con limones. -dijo Madie pasando los ojos de Anne a él.
Alan se la llevo al banco del centro y se pusieron a hablar de quien-sabe-que. A lo mejor él también era un loco de los limones.
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Giro al Giro ☔️
RomanceDespués de sufrir lo que nadie puede imaginarse quieres darle un giro a tu vida desde que tenias 13 años, sufres otros cinco más hasta que lo consigues. Con una sola cosa en mente: BORRÓN Y CUENTA NUEVA. "-Yo decidí darle "EL GIRO" a mi vida, no pue...