36.Preocupación.
Glenn
Maldije por lo debajo al notar como el anciano se hacía el sordo ante mis preguntas, dejando que mi brazo se recargue en la sucia pared abrí mis ojos con pesadez, cada segundo que pasaba me sentía peor que el otro.
—Hershel —lo llame entre quejidos— ¿Ya regreso Cris?
Silencio.
Él me oculta algo.
Realmente las medicinas me importaban un carajo, pero ante la actitud del anciano comenzaba a preocuparme más de lo debido.
—Por favor—rogué cerrando nuevamente mis ojos—Dime que Cristal está bien. Que ya regresaron —así como desde hace varios minutos no había respuesta, explote— ¡¿Por qué no han vuelto?!
Mis nudillos golpearon con fuerza la pared, abriendo mis ojos nuevamente note como el anciano negaba con la cabeza.
—Tranquilízate —pide a la par que camina hacia mi—La búsqueda era peligrosa, lo sabes perfectamente. Debes de confiar que Cristal está viviendo ahora mismo hacia aquí.
—No puedo estar aquí como si nada sabiendo que ella está ahí afuera arriesgando su vida por mí, ¡simplemente no puedo!
—¡Cálmate chico! —interrumpe Hershel tomándome por los hombros —, la vida está hecha de oportunidades las aprovechas o no, así de sencillo. Cristal está aprovechando la oportunidad de poder salvarte, así que tú concéntrate en resistir.
Las lágrimas bajaban de mis mejillas;—Quiero la oportunidad de volver a verla—rogué ganándome una sonrisa por parte del anciano.
En menos de un segundo mis sentidos se apagaron —¿Glenn, Glenn? —cuestionan pero su voz suena tan vacía, tan lejana, mis piernas fallando por un momento hacen que comience a descender al suelo.
—Tranquilo te ayudaré.
Todo careció de sentido, de color, de vida.
Alzando un poco la mirada note como una sombra se acercaba a mi.
Todo fue negro dentro de mi.
