Reality |H.S| (Libro 2 Small Details)

Capítulo 10.

-Sin editar-

Este capítulo no tiene nada que ver con el especial anterior, solo es la continuación del capítulo 9.

"Como cuando no sabes lo que sientes, pero sabes que estás mal".

Estaba en la puerta del bar esperando que mi mejor amiga entrara. Harry me había dejado sola hace diez minutos para juntarse con algunas personas que desconocía en una mesa alejada. En esta solo reconocía a Niall y Selena, cuales no me había atrevido a saludar desde que los vi.

Saqué el móvil para llamarla, puse el teléfono en mi oreja y con la mano libre tapé mi otra oreja para no aturdirme con las demás voces del lugar. Segundos después entró Jead sacando el teléfono de su bolso.

--Aquí estás—la tomé del brazo para acercarla a mí.

Hizo una mueca—Sí ¿todo bien?—preguntó alzando una ceja.

Le eché un vistazo a su atuendo. Jeans ajustados rotos, croptop y tacos. Esas prendas me hacían sentir una vagabunda.

Me acerqué a su oreja—Mira disimuladamente, pero Niall y Selena Gomez están en la anteúltima mesa del lado de la pared con amigos—murmuré un poco alto para que pueda escucharme.

Mordió su labio con fuerza, se estaba contiendo.

--¿Y cómo es que estamos en este puticlub?—exigió guardando el móvil en su cartera. La golpee—Bueno, vamos a la mesa.

Peiné mi cabello, nerviosa--¡No! No estoy preparada para hablar con esas personas, la mayoría nunca había visto en mi vida.

--Es por eso que no tienes más amigos—concluyó—ven, vamos.

Me quejé en el corto trayecto a la mesa llena de gente. Harry no me miró, al contrario, su teléfono era su centro.

Todas las personas me saludaron amablemente, había chicas muy bonitas y chicos no muy añejos. Clavé los ojos en Niall, este sonrió enormemente y le murmuró algo a su famosa amiga de cabellos obscuros.

--Allyson—la morocha sonrió achinando los ojos.

Y no salió nada de mi boca. Miré a Jead y esta parecía reproducir los viejos capítulos de Los Hechiceros de en su cabeza.

Sonreír torpemente, Harry me rescató del embarazoso momento levantando la vista del móvil y señalándome los dos lugares a un lado de él.

--Hey Harry—saludó Jead.

El adulado se recortó a solo sonreír cálidamente.

--Todos ya tienen una bebida ¿qué quieren tomar ustedes?—bloqueó el móvil e hizo una seña el camarero.

Mi amiga y yo nos miramos—Daiquiris de durazno—pedí.

--Y que sean generoso con el alcohol—agregó Jead. La miré advirtiéndole sobre su comentario, pero todos rieron.

Harry parecía ignorarme, gesto que no lograba entender, o sí, pero no quería hurgar en la duda, la respuesta y las consecuencias. Miré varias veces de reojo a Selena, ella bebía de su gran vaso de piña colada y hablaba con un pequeño grupo de chicas.

Cuando pusieron la bebida en frente de mí, sentí una oleada de tranquilidad en mi cuerpo. Tomé la misma a la par de Jead.

--Hoy fui a tu casa—comentó.

--¿¡Qué!?—pasé ambas manos por mi rostro—le dije a Nathan que saldríamos las dos hoy, en la tarde y ahora en la noche.

Le dio un trago a su bebida—Lo sé, él me lo dijo. Pero tranquila, le aseguré que estarías con Harry.