Dragon marino

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Nombre: Takeru Totsuka 

Apodo: Dios del Mar

Descripción Física: Takeru Totsuka domina el espacio con su estatura elevada, irradiando confianza y presencia. Su cabello azul se arremolina en mechas que se entremezclan con el blanco, creando un efecto hipnotizante. Dos mechones azules y blancos caen graciosamente en su espalda, añadiendo un toque distintivo a su apariencia. Sus ojos amarillos brillan con intensidad, reflejando la profundidad de su conexión con el elemento marino que controla. Su figura está en sintonía con su agilidad sobresaliente, proyectando una combinación de fuerza y destreza.

Habilidades: Takeru es un maestro absoluto del agua, manipulándola con una habilidad que parece divina. Su control total sobre este elemento le permite moldearla y dirigirla a voluntad. La energía de las aguas nutre su poder, otorgándole una fuente inagotable de fuerza. Posee una destreza excepcional con la Sai, manejándola con gracia y rapidez en el campo de batalla. Su agilidad innata le permite moverse con elegancia y eficiencia, lo que lo convierte en un oponente ágil y escurridizo.

 Su agilidad innata le permite moverse con elegancia y eficiencia, lo que lo convierte en un oponente ágil y escurridizo

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Género: Masculino 

Edad: 17 

Altura: 1.85 cm 

Cumpleaños: 13 de febrero

Estado Personal: Ocupación: Co-líder de una aldea oculta, compartiendo liderazgo con su hermano. 

Afiliación: Tribu del Oleaje Crepuscular (fundada por él y su hermano) 

Estado: Vivo

Relaciones

Familia: Tsukito Totsuka, su hermano y compañero inseparable en la búsqueda de su princesa.

Historia

Después de una intensa búsqueda en busca de su princesa y de la trágica pérdida de uno de sus hermanos, Takeru compartió la decisión de su hermano de retirarse temporalmente, buscando un respiro en la tranquilidad para encontrar la serenidad en medio del caos.

Uniendo su destino con el de su hermano, Takeru se mantuvo a su lado, fortaleciendo su lazo y nutriendo su conexión. En su retiro, encontraron la calma necesaria para reflexionar y sanar, manteniendo siempre viva la esperanza de que su princesa regresaría algún día. A pesar de los desafíos y obstáculos en su camino, Takeru se mantuvo firme en su convicción, dispuesto a luchar junto a su hermano y afrontar cualquier adversidad en nombre de la princesa y su causa compartida.

Juntos, fundaron la Tribu del Oleaje Crepuscular , un santuario oculto que simbolizaba la unión del mar y la tierra, y que sería el refugio para aquellos que compartieran su visión. Como co-líder, Takeru aportó su sabiduría estratégica y sus poderes acuáticos al servicio de su pueblo, asegurando que estuvieran protegidos y guiados en los tiempos turbulentos que se avecinaban. Su dedicación y devoción a la princesa y a su hermano siguen siendo inquebrantables, forjando un legado que trascenderá generaciones.

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