Desiderata

203 18 2
                                    


—Ah, apenas puedo creer que ya pasó un año entero desde que te trajimos aquí. Pareciera que fue ayer cuando te vi por primera vez, tenías una expresión fastidiada en el rostro, como si ser el mejor Rhymer, el chico más codiciado de la isla y además poseer poderes sobrehumanos; sencillamente no bastara... bueno, no eras "tú" precisamente, esa era más la actitud orgullosa que distinguía a Sly Blue.—

Al pronunciar esas últimas palabras, el rubio dejó salir una especie de sonrisa agridulce. Le hubiese gustado llegar a pasar más tiempo con el peliazul en su "época de Rhyme". Ahora, sin importar cuánto buscara a Sly no volvería a encontrarlo, se había ido junto con todos esos buenos recuerdos, junto con su primera sonrisa y su primer beso apasionado, arrastrando a su paso las memorias tempranas de aquella amistad que había surgido. Eso era algo que Aoba probablemente nunca comprendería.

—Para ser más exactos, conocí a Aoba justo después del accidente en Rhyme que tuvo Sly, estabas internado en un hospital al sur de Midorijima; cuando despertaste estabas tan confundido como Trip y yo. Pero, no me tomó mucho para descubrir lo que estaba sucediendo.—

Allí hubo otra notoria pausa, que generaba todavía más tensión en el ambiente.

—Nos presenté de nuevo y te convencí de que habíamos sido tus amigos desde mucho antes... hasta ahora no estoy muy seguro de lo que sentí en aquel momento, probablemente era desolación; que se manifestó como un nudo en mi garganta al ver que, aún después de hablarte, no nos reconocías.—

—...¿Eh?—

El ojiámbar que se había quedado en completo silencio durante la primera parte del relato, dejó escapar una especie de murmullo confundido. No alcanzaba a reconocer si el tono que Virus usaba era para causar falsa lástima, o si realmente le dolía contar aquel incidente.

—No, no, no deberías sentirte mal por esa vieja historia, de cualquier modo nos diste una nueva oportunidad, éramos dos completos extraños una vez más. Y eso me hizo me cambiar, durante las primeras semanas estaba empeñado en seguir buscando a aquella persona que conocía; pero, luego me di cuenta de que era mejor así, podía pasar mi tiempo conociéndote a ti en lugar de quedarme en el pasado. Era una nueva oportunidad para mostrarte cuánto te amaba.—


Quizá en otras circunstancias, en otra vida, Aoba se hubiese sentido conmovido con lo que le decía Virus. Pero, no ahora. Definitivamente no podría sentir empatía con sus captores. Eso solo probaría que no quedaba ni una pizca de sentido común o pensamiento racional en su cuerpo.

—...¿Por qué me dices esto?—

—"¿Por qué?" Porque esta es una fecha para recordar. Los recuerdos son lo que hacen a los aniversarios algo emotivo. No está mal recordar los viejos tiempos de vez en cuando. Anda, abre uno de tus regalos.—


Al menor le dieron escalofríos de tan solo pensar en las cosas que le esperarían dentro de esos estilizados envoltorios y cajas de regalo. Si estaba haciendo alusión a sus memorias, debía ser porque sus presentes estaban relacionados con "recordar", debían traerle recuerdos, ya sea del Viejo Distrito o de todo ese horrible año que había pasado atrapado con ambos rubios. El peliazul rogaba porque estuviese errando en sus suposiciones. No quería ni moverse del sitio donde estaba, tenía miedo, miedo de lo que le esperaba al abrir sus regalos.

—No te preocupes, sé que son demasiados como para escoger con cuál iniciar. Así que yo te ayudaré con eso.—


Why him?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora