➳ SECRETS: MARIO BAUTISTA. T2.

Capitulo 58 Here we go Seattle❤️

[Mario]
Mi familia y yo estábamos más que preparados, íbamos en el auto directo a la oficina siendo las 6:00am, directo a encontrarnos con la señorita Ana.
Sé que es viaje de negocios pero, nadie dijo que no podía llevar a mi pequeña familia.
-¿Quieres más café?-me dijo Lia ofreciéndome el Café que había hecho en casa y sostenía en termo.
-No amor gracias- reí en voz alta
-¿Qué sucede?-
-¿De aquí a cuando comenzamos a tomar café? Es asqueroso- dije entre risas.
Ella sonrió -Es que, aún que no creas quita el sueño y eso para mí y estos viajes es indispensable-
-Si te duermes perdemos a los niños-
-Padre irresponsable- me acusó
-¡Hey! Yo los cuide muy bien-
Se acercó a mí y beso mi mejilla en beso tronador -Hiciste bien trabajo cielo-
-Ya casi llegamos- le recordé
Y ella se asomó para mirar a los niños quienes dormían atrás.
-Cuando lleguemos los despierto- dijo silenciosamente.
-Oye-
-¿Qué pasa?-
-¿Traes ropa de frío verdad?-
-Ay Mario, en Seattle no nieva-
-No quiero tener que comenzar a golpear a tipos por qué te comen con la mirada-
-Ay, eres bien celoso Mario- se cruzó de brazos "enojada".
-¿entonces te gusta que me vean en bóxers?- dije pícaro
-Eso es muuuy diferente- se defendió y reímos juntos.
Me acerqué a ella y bese su frente.
-llegamos mi amor-
-Bebes despierten- les llamo
-Amor, iré a buscar a Ana y me alcanzan, ¿si? Llévate las maletas-
Ella me asintió y yo me baje del auto para abrir la cajuela y sacar las dos maletas.
Después de tenerlas en manos fui hasta la recepción de la oficina donde se encontraba la señorita Ana con una maleta y tecleando en el celular.
-¡Por fin llega señor Bautista- me saludo de mano rápidamente
-Ya llegue- dije sonriente y ella observó con curiosidad mis dos maletas.
-¿Para qué dos maletas señor Bautista?- dijo boquiabierta -¿Tanta ropa?-
Reí y escuche la vocesitas de mis pequeños tras de mí.
-Ya estamos listos papi- dijo Alex tomado de las mano de mi bella esposa, quien lucía un pantalón de mezclilla azul resaltando sus lindas piernas, una blusa manga larga roja, el cabello suelto y un lindo labial rojo mate sin olvidar unos tenis vans.
Ana quedo congelada. -¿Ellos también van?- dijo atónita
-¿Por qué no?- reí y cargue a mi bella princesa Camila quien se escondió en mi cuello para seguir durmiendo.
-Por qué es trabajo de negocios-
[Lia]
Al parecer a la tal Ana no le caía del todo bien la idea de que fuéramos nosotros pero tenía dos opciones: aguantarse y callarse o ir sola.
-No creo que haya problema con eso señorita- le dijo Mario y yo solté una sonrisita al ver su cara.
-C- Claro, no hay problema señor Bautista, hay que irnos que se hace tarde- tomo su maleta y se dirigió al Uber que nos llevaría.
Mario se apresuró a subir las maletas y mientras tanto Laura llego.
-Buen día pequeños- saludo a los niños quienes la recibieron con un fuerte abrazo.
-Buen día señora de Bautista- me dijo en tono amable y la salude.
-Espero tengan buen viaje-
-Gracias Laurita, espero tengas buen día- ella asintió y toco mi hombro para indicarme que subiera al auto.
Observe la oficina y me reprimí un poco por dentro.
-Vamos Lia, ¿qué sucede?-
-Extraño mi trabajo- lo voltee a ver con los ojos llenos de lágrimas y él me abrazo.
-Las cosas pasan por algo mi cielo, todo va a estar bien, ya veras que pronto tendrás otro y si gustas serás mi linda secretaria- me dijo pícaro y reí
-Estudie Idiomas Mario- le recordé
-Lo sé cariño, pero no tendría nada de malo que me enseñes de Lunes a Viernes- reí nuevamente y tome su mano para subir al auto.
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Ahora nos encontrábamos sentados en el aeropuerto esperando nuestro vuelo que salía exactamente en 15 minutos.
-Papi, ¿quién es ella?- le preguntó Camila tomando la atención de todos.
-Es una compañera de trabajo princesa- tome un sorbo de mi café.
-¿cómo se llama?-
-Me llamo Ana, pequeña- le respondió
-¿Trabajas con mi papi?-
-Así es, soy encargada de publicidad-
-Mi papi ama no ir a trabajar- carcajeo traviesa.
-¡Cami!- la regañé en voz baja
-Créeme que no es el único-
-Me caes bien- le dijo Camila y Ana me sonrió tierna.
-Me prend...-
-¡CAMILA!- dijimos Mario y yo a unísono interrumpiendo antes de dejar que dijera semejante cosa.
Camila se encogió de hombros.
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Hola❤️ Espero les haya gustado este corto capítulo y prometo actualiza uno largo mañana❤️😻