Capitulo 86 Mal humor❤️

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[Mario]
Regrese de casa de mi madre, los niños quisieron quedarse un rato y fue algo que no les negué.
La casa estaba algo silenciosa y corrí al cuarto, la puerta estaba abierta y al entrar me lleve con una sorpresa.
-¡Lia!- dije boquiabierto -¿Estás bien? ¿Cómo llegaste allí?- me agaché el inodoro donde ella se recargaba
-Shhh- dijo suavemente
-¿Qué sucede? Ven conmigo- la tome de la cintura y ella se negó por completo como niña chiquita. -¿no te has bañado? ¿Qué haces recargada del inodoro amor?-
-Oliendo- dijo con una sonrisa
Mis ojos se abrieron totalmente.
-Cielo, eso no es agradable, ¿estás bien?-
-Te juro que huele delicioso Mario- sonrío algo atontada y me preocupe demasiado.
¿Qué hacía en estos casos?
Salí del baño directo al cuarto y tome el teléfono.
[Llamada]
-¿Bueno?-
-¡Mamá!-
-¿Qué ocurre Mario?-
-Algo anda raro con Lia- dije exaltado
-¿Qué le pasó?-
-Esta oliendo en inodoro-
Mi madre carcajeo
-¿Qué te dijo?-
-Lo único que me dijo es que el olor era "delicioso"- dije con voz de desagrado
Ella volvió a reír -Cariño, son cosas extrañas que pasan durante el embarazo- pauso -Cuando yo estaba embarazada de ti comía hielos-
-¿¡Hielos!?-
-Son gustos raros que aparecen, tal vez influya el bebé-
-¿Planeas que bese a mi esposa con olor a inodoro?- dije preocupado
-¡Basta Mario! Es normal- dijo entre risas
-Estoy preocupado mamá, ella nunca había hecho eso-
-Los embarazos son diferentes, créeme, nada de qué preocuparte mientras no haga nada malo-
Asentí. -Esta bien mamá, gracias, iré a verla-
-Salúdamela- dijo entre risas.
[Fin de la llamada]
Volví al baño más tranquilo.
-Dijo mi madre que es normal- dije cabizbaja
-Es normal en embarazos- pauso -Pero es rico y asqueroso-
-Estaré dispuesto a besar a mi esposa con olor a inodoro- logre hacerla reír con mi argumento serio.
[Lia]
Mario tenía cara de otro mundo.
¡Esto era sumamente asqueroso! Pero a la vez era delicioso.
-¿Te ayudo a bañarte?- dijo aún preocupado
-Un rato más- le hice de seña e inhale un poco.
-¿listo?-
-Listo-
Se agachó y me tomo de los pies y de la espalda para poder cargarme.
-¿Te quitas la bata?-
Asentí con el dulce olor que invadía mi nariz.
-Cielos, Lia- hizo una mueca y yo reí.
-Te juro que es asquerosos pero no entiendo-
-Mi madre comía hielos, dijo que no era nada de qué preocuparse-
Me recostó en la bañera.
-Bien, ahora quítate la bata- dijo
En plan de orden.
-Gracias- dije
-¿Gracias?-
-Puedes salirte-
-¿¡Qué!?-
-Puedo hacerlo sola Mario-
Rasco su nuca. -Cada vez tienes un humor peor-
-Entonces vete y déjame con mi hooooorrible humor- dije haciendo énfasis en la "o".
El rodeo los ojos y se retiró.
-Diablos- susurré
Tiene razón, cada vez estoy lo que le sigue de peor.
Solo pido que esto ya acabe, me he dado cuenta que no me soporto ni a mí misma.
Sentí unas inmensas ganas de vomitar y así fue. Literal vomite mi alma a un lado de la tina.
Mario entro corriendo para corroborar que todo estuviese bien.
-¿Estás bien? ¿Necesitas algo?-
Negué con la cabeza y comencé a llorar.
-Es difícil-
-Es difícil cielo, pero tenemos que hacerlo juntos- tomo de mi mano sin importar que estuviese sucia.
Me encogí y me recargue de mis rodillas. -Odio esto-
-Odio verte así, lo sabes, dijimos que lo haríamos juntos, no llores- dijo en un lindo susurro.
-Es que tú no eres el embarazado- me queje sin dejar de llorar
-¿Es normal que me sienta totalmente cansado? He estado comiendo más de lo normal y he tenido mareos, leí en internet que algo tiene que ver- dijo inocente
-Eso se llamaba flojera Mario-
-Solo lo leí-
-¡Quiero que acabe!- apretó mi mano
-¿Vamos al hospital?-
Me negué. -Quiero darme un baño-
-Déjame ayudarte, por favor-
[Mario]
Ella finalmente asintió y se quitó la bata.
-Mario, Tranquilo- me repetí a mí mismo.
Definitivamente no podía tener pensamientos sucios viéndola en su estado.
Se dejo deslizar en la tina y recargo su cabeza a un lado.
Mientras la tina se llenaba le puse loción y espuma.
Mientras ella cerraba sus ojos y trataba tranquilizarse acariciaba su mano, su pequeña mano.
Definitivamente era de los días en los que más tenía trabajo para entregar mañana en la oficina pero no importaba que me desvelará haciéndolo con tal de que ella estuviera más tranquila.
Estaba dispuesto a hacerle piojito todas las noches para que durmiera y después yo avanzar con mi trabajo.
Era lo menos que podía hacer, esto si era difícil y el doble para ella.
-¿Quieres que salga a comprar helado?- le pregunte tierno
Ella asintió -Vainilla, por favor-
sonreí -Claro cielo, en cuanto termines te acuestas y entonces iré por tu helado-
Debajo de sus ojos cansados habían unas grandes ojeras que más que nada mostraban lo difícil que era esto para ella, el gran trabajo que estaba haciendo para lograr ser mamá de nuevo.
Acaricie su linda mejilla y ella se movió para capturar en un beso mi mano.
-Gracias- murmuró
~Ese gracias me llenaba de felicidad, la amaba~
............
Después de ayudarla a ponerse una pijama mire al reloj y eran las 8pm
-Deberías ir por los niños- murmuró
-Primero necesito verte acostada y después iré por el helado y los niños, ¿te parece?-
Asintió.
El timbre sonó y me dispuse a ayudarla a ponerse sus pantuflas y a dejarla cómoda en la cama.
-Ya vengo-
Salí casi corriendo a ver al picaporte y eran mis dos bebés junto a mí madre.
Abrí la puerta.
-¡Sorpresa!- dijeron mis hijos y me agaché a capturarlos en un abrazo.
-Necesito ver a la enfermita- dijo mi madre
Reí al escucharla llamarla así.
-Esta en el cuarto mami-
-Iré a verla- asentí y ella pasó.
[Lia]
-¿Se puede?- tocaron la puerta y escuche la voz de Gloria
-Si- accedí
Ella pasó y se sentó a un costado de la cama. -¿difícil?-
-Si esto me hubiera pasado a los 18 definitivamente ya hubiera estado muerta-
-¡No es para tanto!- carcajeo -Si yo te contara sobre el embarazo de mis tres hijos ¡y por separado!-
Reí a su comentario -Realmente te admiro, tuve que soportarme a mí misma estar oliendo el inodoro, es algo que odio-.
-Suele pasar, durante el embarazo vienen antojos raros-
-Aún faltan las estrías- me queje
-Es lo más lindo de ser madre, arriesgas y das todo por ese pequeño- señaló -Esperando lo mejor de él y claro, trataras de darle lo mejor-
-Nunca creí llegar a querer tanto a un hijo- admití
-Ni yo- me dijo en secreto -El tiempo me ha demostrado que todo ha valido la pena hija, mis hijos han sido buenos conmigo y ejemplares, incluso los admiro- me confesó y se agachó para darme un abrazo, correspondí.
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Hola bellas, espero les haya gustado :)
Las quiero, si me da tiempo más al rato actualizo, las amo ❤️😚😚

➳ SECRETS: MARIO BAUTISTA. T2.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora