Magia Blanca

13☆Hector y sus ninfas

-¡Por fin hemos llegado!- gritó James.

Habíamos llegado a la ciudad vecina. Se veía un poco abandonado el lugar.
Andamos hasta el bosque para encontrarnos con...nada ,absolutamente nada. Llevabamos un largo rato de senderismo y el lugar estaba desértico.

-Acamparemos por hoy- dijo Maika.

Comimos lo que trajimos y la noche llegó. Descansamos las chicas en una gran tienda de campaña, y los chicos en otra.

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La mañana no fue como uno se lo esperaba, alguien gritó a todo pulmón en la madrugada.

-Aaaaaaaaa, ¡¿Qué me esta pasando?!-grito Mike fuera de la tienda de campaña- ¡me salieron alas! -gritó de nuevo asustado.

-¡Yo tengo poderes de electricidad!-gritó Alexia-¡y no puedo volar!-se sintió algo simple.

-Yo tengo los de fuego- dijo Maika impresionada al ver sus manos arder sin quemarse.

-Wow...ahora los míos son de... viento-dijo deprimido James.

-Eee!-se quejó Mike-¡que el mío también es importante!

Esto era extraño...

-Soy la única que no me han cambiado los poderes- dije mirando mi varita y luego a mis amigos.

-¿Creeis que es obra del Señor de las Sombras?- preguntó Alexia.

-Jajajaja, pues claro que si criaturitas-chillaban unas mujeres.

Todos nos giramos al oír las voces chirriantes de unas mujeres a largos metros de nosotros.

-¿Quiénes sois?- pregunté.

-Somos las bellas ninfas, las ninfas de Hector- dijeron seductoras y directas.

-¿Bellas?, si dais arcadas...- dijo James.

Al parecer, aquellas ninfas escucharon lo que dijo James, y se enfadaron tanto que nos chillaron con sus horribles voces hasta tirarnos al suelo.
Tapabamos con nuestras manos los oídos, pero no funcionaba.

Pararon de gritar y nosotros nos levantamos a tiempo para hechar nuestros poderes contra ellas, o al menos intentarlo...la cosa no funcionó.
A cada uno de nosotros nos fue mal, menos a mí, no sabían controlar los poderes de otro.

-¡Esto es imposible!- dijo Mike aterrizando de una manera que se dió un golpe.

¿Que debo hacer? mis poderes no pueden cambiar nada...

-¿Problemas con la magia?- preguntó un hombre pálido que llevaba una túnica negra.

Ese debe ser el señor de las sombras, Hector.

-¿Cómo has cambiado los poderes de mis amigos? -pregunté.

-Que niña tan chillona...fue sencillo, con mi bola negra- dijo con una sonrisa espeluznante.

...

Continuará...