Magia Blanca

9☆Lagrimas congeladas

Volvimos a la mañana siguiente. Presentamos a nuestra amiga Esmeralda, y Maika le enseñó su poder.

Maika viviría de momento conmigo.

-Esta bien chicos- empezó a hablar Esmeralda -siento decir esto pero no encuentro a nuestro último compañero- dijo desilusionada -tal vez no lo localizo porque debe estar en las montañas...o más lejos.

Hubo un silencio durante unos segundos...

-Yo conozco a alguien que nos puede decir donde esta -dijo Maika haciendonos sorprender -vive en las montañas nevadas, algo lejos de aquí. Puede que debamos coger algún transporte.

-¡El tren!- dijo animado Mike.

-Ooo noo...- dijo deprimido James, odiaba los viajes por sus mareos.

-Sí, ¿pero en que ciudad está esa montaña?- preguntó Esmeralda.

-En Noruega- dijo Maika.

-¿¡Noruega!?- gritamos todos.

-Esta lejos y los billetes valdran mucho- dijo deprimido Mike.

-Si os encuentro unos cuantos tesoros del mar no os debe preocupar el dinero- dijo positiva Esmeralda. Me gustaba eso de ella.

Todos acordamos volver a la mañana siguiente a la playa y nos enseñaria Esmeralda lo que nos valdría para ganar dinero.
Mike y James volvieron a casa, y yo con Maika.

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Le gustó mucho mi casa, no era muy grande, pero estaba decorada de una forma muy agradable.

-¿Cómo sabes que alguien en Noruega nos dirá el siguiente compañero que necesitamos?- le pregunté mientras le extendía una taza de té dulce.

-Es una persona un tanto especial, una mujer que conozco de la infancia. Vive en las montañas, pero ya no se de ella desde que me alejé de su lado- dijo.

-¿Por qué te alejaste de ella? si se puede saber...

Ella cogió aire.

-Era como mi madre, le tenía cariño. Pero un día se encontró un anillo y empezó a volverse loca...gritaba...destrozaba cosas- su voz se hizo cortante.

-¿Sospechas que ese anillo esta embrujado?- pregunté.

-Tal vez...era pequeña, no podía hacer nada.

No saqué más la conversación.
Maika se duchó y se puso el pijama que le dí. El día acabo entre risas en la cena y mirando la tele hasta quedarnos dormidas. Sentía que por fin no estaba sola y tenía amigos...

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Nos levantamos al notar la luz del sol pasar por las cortinas de flores. Desperté a Maika y desayunamos juntas.
Le dí también una de mis ropas para que estuviera limpia y comoda. Yo hice igual.

Fuimos al mismo lugar secreto que teníamos en la playa y nos encontramos gritando a James.

-¿Qué ocurre aquí?- pregunté.

-¡Mirad!

Y nos acercamos cerca de Esmeralda. Había encontrado un montón de perlas y cristales raros.

-Si vendemos esto, ¿no creeran que somos geniales por haber encontrado algo tan valioso? -preguntó Maika.

-Tranquilos, estas preciosidades las he encontrado al rededor de tú isla, Maika -dijo mostrando su sonrisa.

Maika quedo impresionada.

-Bueno ahora debéis lavarlos y llevarlos a vender a una tienda de joyas, esta tarde nos vemos- dijo Esmeralda para luego saltar dentro del agua. Su cola era hermosa, del mismo color que su nombre.

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Cada uno llevaba una bolsa de joyas. Fuimos todos a mi casa y las lavamos en la cocina con mucho aprecio.

Luego...fuimos a la tienda de oro, donde por cosas valiosas te daban una suma de dinero.

-Chicos...sois increíbles, los habéis encontrado en la isla de la ciudad- dijo el hombre muy asombrado.

-Muchas gracias- dijo seria Maika.

-Os dare...mmm....10.000 por todo.

Nos quedamos paralizados, era una buena suma de dinero.
Aceptamos y guardé el dinero en mi bolso. Dejamos el dinero en mi casa para luego ir a la playa.

Al llegar a la cueva llamamos a gritos a Esmeralda. Ella escuchó.
Le contamos que el plan fue un éxito.
Por la noche fui a comprar los billetes de tren ida y vuelta, sobró incluso dinero.

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Dos días después de preparar todos los abrigos y cosas, fuimos a despedirnos de Esmeralda. Volveríamos lo antes posible.
Cogimos el tren y duramos 10 horas....

...

-¡Llegamos!- gritamos todos juntos.

...