Al llegar nos pusimos en marcha. Hicimos senderismo durante un largo rato. No había tormenta, pero si bastante nieve que nos impedía andar con facilidad. De vez en cuando descansabamos.
-¿Cuánto crees que falta Maika?- pregunté.
-Solo queda atravesar el bosque- dijo señalando a lo lejos un montón de altos pinos.
Andar a través del bosque era hermosos, se veía la nieve posada en las ramas... Era perfecto.
-¡Achuus!- estormudo Mike.
-Deja que te caliente el abrigo- dijo James poniendo sus manos.
-No no no! ¿y si lo quemas?- dijo alejandose de él.
-¿No confias en mí?, ya mejoré mis poderes.
Pero se negó, y Mike se pasó la tarde estornudando. Salían pequeñas ráfagas de viento cada vez que estornudaba y movía las ramas del bosque.
-------------○--------------
Finalmente llegamos, pero sólo se veía una gran pista de hielo.
-¿Y ahora a donde?- pregunté.
-Mmm...- se quedó pensando Maika. Se acercó a la pista y andó hasta llegar en medio del lugar.
-¿Por qué te paraste?- preguntó tiritando Mike.
-El castillo esta aquí, se a vuelto invisible- dijo seria Maika.
-¿Cómo?- preguntó atónito James.
-Será para que nadie sepa de este lugar- dije -Maika, lanzaré un hechizo de visibilidad- avisé.
Ella se apartó y pronuncié las palabras mágicas, apunté con mi varita y poco a poco el castillo iba tomando color o mejor dicho... forma de cristal.
-¡Bien hecho Lucy!- dijo Maika.
Todos entramos con cuidado en el interior de aquel lugar. Estaba todo muy en silencio...hasta que escuchamos a alguien llorar.
Subimos las escaleras con cuidado hasta llegar a un gran salón. Ahí, divisamos a una mujer de piel pálida, que le brillaban los ojos y llevaba un vestido de color azul que le colgaban trocitos de cristales.
-¿Quiénes sois?¿Y como habeis entrado aquí?- dijo aún llorando aquella mujer.
Sus ojos goteaban agua para finalmente caer como un cristal.-Soy yo...Maika- dijo ella acercandose- vengo con mis amigos.
-¿Amigos? Tú no tienes amigos...
-Ahora sí- dijo seria -veo que aún no te has desecho del añillo -dijo mirandolo.
-Maika, ¡es imposible! Una parte de mi es buena pero la otra es ambiciosa- dijo nerviosa la mujer.
-Tal vez yo pueda ayudar- dije.
-¿Y tú quien eres?- preguntó la mujer.
-Me llamo Lucy, soy una bruja blanca- dije.
-Con que la profecía... -dijo de mala gana.
-Luego hablaremos de eso- dijo Maika -ahora Lucy te hará una poción, y volveras como antes- se forzó a sí misma a sacarse una sonrisa.
Yo saqué de mi mochila varias hierbas, James me ayudó a calentar el agua para que finalmente consiguieramos un líquido rosa.
-Aquí tiene- le dí la taza.
La mujer dudó unos segundos en tomarla, pero al olerlo le dieron ganas de probar. Al tomar la medicina su cuerpo desprendía un humo negro que iba desapareciendo, el anillo también.
-Magia negra- dije -esto debe ser obra de él...
Cuando aquélla transformación acabó, la mujer se sintió liberada...y nos lo agradeció...
...

ESTÁS LEYENDO
Magia Blanca
Fantasy¿S.XXI? Un mundo donde lo inevitable y lo fantástico ocurre en tiempos ignorantes.