El Perfecto Escape

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Me encerré en el laboratorio de Ciencias y el perro seguía afuera rasgando la puerta y ladrando. Puse mis manos en mi cabeza y comencé a llorar del miedo. Ya era muy tarde y me preocupaba el hecho de que Matt y Maggie se estaban tomando mucho tiempo. No dejaba de revolotear en mi mente la idea de que Brisa era lesbiana. Eso sí que no me lo podía creer y menos porque nunca me lo había mencionado. Estaba harta. Harta de huir, harta de enterarme de nuevas cosas, harta de ser acosada y harta de mi vida. A veces siento que sería mucho más fácil suicidarme y así terminar con ésto porque yo fui la que desató todo esto. Si no hubiera leído ese correo, si no hubiera ido a esa fiesta de Cameron desde un principio, probablemente ahora mismo estaría de vacaciones esperando para entrar a la universidad. Tener un futuro, casarme, ser madre y sólo vivir con el triste hecho de que mi hermano estaba muerto y después enterarme de que tenía otro. Me levanté, tomé uno de los químicos que tenían en uno de los mostradores y me le quedé mirando. Ya no sabía que hacer. Tal vez si... La puerta se abrió de un tirón y era Matt junto a unos archivos. Él corrió hacia mí y tiró el químico al suelo. Él me miró consternado y luego me sujetó en sus brazos.
-Que ni se te ocurra -dijo mientras acariciaba mi cabello-. Ya hemos perdido mucho tiempo en diferentes hospitales para que hagas esto. No puedes dejar que él o ella nos gane, corazón.
Mi llanto era cada vez más insoportable y fue cuando Maggie entró.
-Tenemos como mínimo dos minutos a que el perro regrese -luego me miró-. No es hora para hacer llantos, Kingston.
-Ella tiene razón, debemos irnos -dijo Matthew mientras me tomaba de la mano y salíamos del laboratorio.

Pudimos escapar exitosamente y regresamos con Carter y Sam. Carter estaba muy callado y Sam se había dormido en cuanto entramos al auto.
-Ha sido una larga noche -dijo Carter-. Deberíamos descansar y continuar mañana en cuanto podamos.
-Opino lo mismo -declaró Matt.
Dejamos a Maggie y a Sam en sus casas. Tuvimos que despertarlo porque ninguno iba a cargarlo hasta su cama. Matthew le dijo a Carter que me dejaran en mi casa junto a Jamie porque eso era lo que necesitaba.

Matthew me acompañó hasta mi habitación para acostarme. Él no se iba a quedar conmigo. Cuando apagó la luz de mi lámpara de noche, mencioné mis primeras palabras después de todo el incidente con el químico.
-Matt -susurré.
-¿Sí?
-Quiero que me respondas esto y que me seas honesto.
-Claro -asintió-. Haré cualquier cosa por tí.
-¿Por qué intentaste suicidarte?
Hubo un largo silencio. Tal vez de unos quince segundos.
-Porque... -su voz temblaba-. No soportaba la idea de verte con otra persona. Recuerdo cuando me enteré de que salías con el tal Dallas. No tenías ni la semana de haberlo conocido y de la nada estaban juntos. Estuve tan enojado, que fui hasta el sótano para tomar un galón de cloro y subir hasta tu habitación.
»Comencé a pegar el espejo con tanto fuerza hasta que mis manos sangraran y ahí fue cuando después me tragué la mitad de la mitad del galón. No veía esperanzas para mí. No sabía que iba a ser de mí después de terminar el colegio. Pero aquí estamos, juntos y decididos para terminar con todo esto. Lo que Maggie y yo encontramos puede ser la última pista para hallar con nuestro acosador. Y creo que sé que es lo que sucedió hace un buen par de años.
Él calló y luego abrió la puerta de mi habitación.
-Descansa, amor mío -dijo él y se fue.
En ese momento no sabía como sentirme. Una lágrima de puro dolor se deslizó por mi mejilla derecha y empecé a escuchar a Matthew llorar del otro lado. Sabía que él estaba sentado afuera de mi puerta y salí para sentarme junto a él.
-Nunca tomes una decisión cuando estés perdida o enojada porque a la larga te vas a arrepentir -me dijo-. Podemos estar pasando por un infierno, pero tú eres el cielo que me aguarda.
Coloqué mi cabeza en su hombro y le tomé de la mano.

Fair Game // OLD MAGCON -Parte FinalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora