My Superhero [Segunda temporada]

Cap → 010 [Último capítulo - Segunda temporada]

Cerré la puerta detrás de mí y coloqué mis manos en mi cara. Las lágrimas brotaban sin consuelo y me dejé caer de inmediato.

No sabía qué hacer, tenía la cabeza que me daba vueltas y el corazón a mil kilómetros por hora.

Esto no era posible, no podían hacerme decidir entre ellos dos...

Escondí mi rostro entre mis rodillas y traté de tranquilizarme mientras recuperaba el aliento.

El sonido del teléfono de la casa me sobresaltó. Negué con la cabeza rápidamente y me acerqué a atender antes de que cortaran.

- ¿Hola? - saludé.

- Hola, ¿Har? - escuché su tierna voz del otro lado.

- Oh, hola, Andy. ¿Qué sucede? - pregunté más tranquila.

- Estoy bien, solo llamaba para decirte que todo fue una falsa alarma. Harry me ha explicado todo, y lo he perdonado. ¿Puedes creer que nos iremos a vivir juntos?

- Me alegra oír eso... tu sueño se cumplió.

- Sí - dijo alegre e hizo una pausa - Har, ¿Tú estás bien?

- No.

- ¿Quieres que vaya a tu casa y hablemos de eso?

- No - repetí - Andrea, tengo un problema enorme. Tengo que elegir entre dos personas. La primera es la persona más dulce y buena que he conocido en mi vida, se preocupa por mí más de lo que alguien alguna vez alguien se preocupó. Me es fiel, me contiene cuando me siento mal y siempre está cuando lo necesito. Además, estoy segura de que nunca me hará daño. El segundo... bueno. Me conoce más que nadie, me hizo saber quién soy y siempre que estamos juntos me hace olvidarme de donde estoy. Pero... me ha roto el corazón más de una vez y no sé si se puede confiar en él.

- Oh, entiendo - volvió a hacer una pausa - la decisión es bastante obvia ¿No crees? Debes elegir al primero, no entiendo cuál es el problema.

- El problema es que estoy enamorada del segundo, no del primero - solté y sentí una lágrima recorrer mi mejilla. No escuche nada por un momento - Andy, ¿Sigues ahí?

- Sí, sigo aquí. Mira, ¿Recuerdas cuando éramos dos niñas y yo te decía que terminaría junto a Harry y formaríamos una familia y tú me decías que lo olvide, que era un idiota, que no se figaría en mí y que debía buscarme alguien que me valorara?

- Sí.

- Bueno, yo hice oído sordo a eso y hoy estoy, como tú dices, cumpliendo mi sueño. A punto de formar una familia con la persona que he amado desde el primer momento en que lo vi. He sufrido en silencio durante muchos años, pero todo eso valió la pena. El dolor que pase me hizo ser quien soy hoy y llegar a estar con la persona que quiero. ¿Sabes cómo hice todo eso? Siguiendo mi corazón. Tú debes hacer lo mismo. Si piensas que la segunda persona es la indicada, debes elegirlo.

- Pero - suspiré - no quiero lastimar a la primera persona, no se lo merece.

- No se puede todo en la vida. Para que algunos ganen, otros deben perder.

- Gracias, tu consejo me sirve. Ahora debo pensarlo bien esta noche.

- Oh, de nada... ¿Se puede saber de quienes hablábamos?

- Lo sabrás pronto - corté la llamada.

Con pasos pesados empecé a subir las escaleras dirigiéndome hacia mi habitación. Una vez allí, me senté sobre la cama mirando al suelo. El tiempo pasaba y yo debía tomar una decisión rápidamente.

No quería herir a nadie, pero por más que deseara eso, alguien saldría lastima.

Dejé la entrada en la mesita de luz y me tiré para atrás y me quedé mirando el techo, hasta que el sueño venció a la indecisión y pude dormirme.

.....

Sentí una luz irritante golpear mis ojos. Hice un sonido de frustración y puse la almohada en la cara.

El sol asomaba por la ventana y el ruido de los pájaros me despertaron por completo.

Era hora.

Me levanté, muy a mi pesar, y me volví a sentar en la cama entonces las vi.

Lucy & Marie sentadas una al lado de la otra.

Eran como una mini versión de mi antigua y nueva yo.

La primera era una chica totalmente manejada por su padre, sin derecho a mostrarse tal cual era, tan inocente que cualquier cosa le hacía daño. Y solamente hubo una persona que estuvo con ella en todo ese viaje, Louis.

La persona que la comprendió y estuvo con ella siempre, quien logró enamorarla con sus bromas y sonrisas. Él que sin darse cuenta le rompió el corazón y traicionó su confianza, pero aun así, hacía que su corazón latiera a mil por hora con tan solo mirarla a los ojos.

La segunda chica era la que siempre había soñado ser. La persona que cumplió su sueño y pudo enfrentarse al mundo real, sin miedo a nada y con ganas de vivir la vida. En el trayecto de transformación pudo arreglar los conflictos con sus hermanos, ganarse una nueva hermana y encontrar a alguien que la quisiera, Daniel.

Daniel estuvo con ella desde el primer momento, la escuchó y comprendió todos sus problemas. Él que se jugó por estar con ella, a pesar de su pasado y sabe lo que venía en el futuro. Él que la escucho noches enteras cuando necesitaba descargarse con alguien, quien la abrazó cuando más lo necesito. Pero aun así, su corazón y su pulso seguía siendo el mismo frente a él. Ella podría intentarlo, pero nunca sabrá lo que sentirá por Daniel en el tiempo.

Mordí mis labios y me vi a mi misma. ¿Qué clase de persona era? ¿Con quién de los dos me veo en un futuro? No quería romperme más el corazón, ya había sufrido demasiado y un solo golpe más podría destrozarme por completo. Debía jugármela.

Entonces la respuesta vino hacía mi a como un rayo. Estaba segura de mi decisión. 100% segura de eso.

Miré el reloj, tan solo faltaban 10 minutos para el momento.

Corrí hacia el baño y me cepillé los dientes, cambié mi vestido violetas por un short de jean negro, me coloqué un sweater con rayas grises y negras, un talle mayor al que usaba y luego unas zapatillas de igual color. Tomé todo lo necesario entre las cosas y antes de irme tomé mi muñeca para que fuera testigo de lo que estaba a punto de hacer.

Bajé las escaleras lo más rápido que pude y le grité a Zayn que saldría de inmediato, antes de que me cuestionara algo yo ya estaba fuera de casa.

Suspiré y empecé a correr, tan fuerte como me era posible. Debía llegar a tiempo a mi destino, tenía que encontrarlo, y decirle que lo elegía a él.

Entonces, sin darme cuenta, el momento llegó.

Estaba de espalda, caminando de un lado a otro, miraba su reloj cada dos segundos.

Volteó y me sonrió. Mordí nerviosa tratando de ocultar una sonrisa.

- Harmony... Viniste... ho... hola.

Bajé mi mirada, Marie sería testigo de eso. Levanté la mirada nuevamente y pude dibujar la sonrisa que estaba reprimiendo.

- Hola... Daniel.