Capítulo 2

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La clase finalmente terminó. Marinette estaba agradecida. Con suerte lograría tomar una siesta antes de hacer sus deberes. Aunque hubiera llegado algo adormilada aquel día, no todo fue terrible. Había pasado la clase entera junto a Adrien... Oh, cierto, y Nino también.

Poco a poco se las había arreglado para despertarse completamente y ser útil en el trabajo de grupo. En algún punto dejó a un lado sus tartamudeos y había corrido con la suerte de convertir aquel día en una de las escasas situaciones en las que podía formular palabra frente al chico rubio sin problemas.

Al retirarse todos del salón, Marinette se acercó a Adrien, quien terminaba de recoger sus cosas. Ella colocó una mano sobre su hombro para llamar su atención.

-¿Adrien?- llamó.

-¿Sí, Marinette?- dijo este volteando.

-Yo, eh... Solo quería agradecerte por ayudarme a, ya sabes. No estrellar mi cabeza sobre el escritorio al quedarme dormida.- respondió ella entre risas.- Y en serio lo lamento si los retrasé al inicio con el trabajo.

-Hey, no pasa nada. ¿Para qué son los amigos?- dijo él con una sonrisa tranquilizadora.- Aunque en verdad luces agotada. Deberías dormir un poco más.

-Si tan solo fuera así de fácil...- suspiró ella.

-¿Por qué? ¿Sucede algo?- preguntó Adrien con algo de preocupación. Pero antes de que Marinette pudiera responder el ruido de varias sirenas de policía llamaron su atención afuera. Ambos se acercaron a una de las ventana para ver cuál era el causante de aquel caos. Entonces pudieron ver a un enfurecido villano con una fuerza brutal, evidentemente proporcionada por los poderes de una akuma. Este lanzaba al aire básicamente cualquier cosa que tuviera en frente, poniéndolos a todos en peligro.

De pronto una parte arrancada de un poste de alumbrado fue lanzado en dirección al colegio, justo a la ventana en la que ambos chicos presenciaban el caos.

-¡Cuidado!- exclamó Marinette tirando del brazo del chico para lanzarlo al suelo con ella justo a tiempo antes de que el material atravesara la ventana. Ambos cubrieron sus cabezas para evitar ser heridos por los cristales desprendidos del impacto.

-Hay que salir de aquí.- indicó Adrien tomando rápidamente la mano de Marinette tras ponerse de pie.

Corrieron escaleras abajo a toda prisa hasta llegar a la salida. Allí, varios estudiantes corrían aterrados también, buscando refugio.

-Ponte a salvo, ¿sí?- pidió Adrien con seriedad. Marinette asintió con su cabeza.

-Tú también.- agregó ella antes de que ambos tomaran caminos separados. Por su puesto, ambos estaban lejos de pensar en quedarse fuera de la acción.

Cat fue el primero en aparecer al lado del sujeto, tras un complicado camino evadiendo peligrosos objetos lanzados al aire. Sin un plan en mente, se limitó a distraer al villano con su característico y pesado sentido del humor.

-Oye, amigo.- comenzó.- Vamos, ¿qué te tiene de tan mal humor? ¿Acaso de despidieron de tu empleo? ¿Te sacaron de tu departamento? ¿O te dejó tu novia?

Cansado de las preguntas del joven héroe, el enorme monstruo gruñó y comenzó a seguirle. Al no poder igualar en agilidad al chico, intentó lanzarle un auto. Por su puesto, Cat Noir lo esquivó sin problemas.

-Así que fue tu novia...- siguió el gatuno héroe sin una pizca de seriedad en sus palabras.- Escucha, en serio lo siento. Pero si continúas haciendo estragos, MÍ novia y yo nos veremos obligados a patearte el trasero.

-Concuerdo con la última parte, pero no con la primera.- aseguró Ladybug haciendo finalmente su aparición al lado de su compañero.

-Oh, por favor. Me amas y lo sabes...- dijo Cat acercándose peligrosamente al rostro de la chica, pero esta ni siquiera se molestó en contrariarle o responderle de ninguna forma, pues al villano aprovechaba su distracción para acercarse a ellos.

Intentó tomarlos a ambos, pero Ladybug fue más veloz y huyó de allí, no sin antes lanzar su yoyo y enrollarlo en las piernas de su compañero para llevarlo con ella fuera del peligro.

-Por favor, deja de jugar y concéntrate. Este sujeto en serio es peligroso.- dijo ella con tono autoritario.

-No puedo evitarlo. Soy un gato juguetón.- respondió él levantando sus manos y colocándolas como puños debajo de su barbilla, para dar alusión a un auténtico minino.

El villano gruñó con furia y comenzó a correr tras ellos. Los héroes no perdieron el tiempo. Para intentar acorralarles, el sujeto lanzó un autobús para bloquear su camino.

Antes de que este les aplastara, Cat se lanzó contra su compañera, empujándolos ambos a un lado del camino. Fue su propio perseguidor quien terminó estrellándose contra el vehículo.

Ladybug abrió los ojos luego de escuchar el golpe. Se vio a si misma en el suelo al lado de Cat y con el brazo de este sobre su cuerpo para protegerla.

-Cat, en serio. Ya basta de juegos.- exclamó algo más furiosa mientras retiraba su brazo y se ponía de pie. El chico estaba desconcertado. El día anterior parecía juguetona con él.

Tras invocar su poder de Lucky Charm, Ladybug ni siquiera de molestó en esperar a su compañero. Tenía justo lo que necesitaba, o eso creía ella.

El único trabajo de Cat en ese momento fue tomar el objeto en el que se ocultaba la akuma y entregárselo a la chica con un poco más de seriedad. Esta lo tomo sin mucha reverencia.

Una vez que el malvado espíritu fue purificado y la ciudad regresó a la normalidad, Ladybug parecía tener mucha prisa en salir de allí, y no solo por sus miraculous.

-Debes comportarte y tomar las cosas un poco más en serio, Cat.- dijo secamente al acercarse al héroe.- Alguien puede salir herido si no haces tu trabajo y te concentras en tus juegos.- Dicho esto, lanzó su yoyo al edificio más cercano y comenzó su camino a casa, sin fijarse que tras ella dejó a un decaído Cat Noir con su puño extendido esperando chocarlo con el suyo.

Un poco de depresión para combinar con el lunes... 

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