El enfrentamiento fue largo y tedioso. Un intercambio bastante disparejo de golpes, siendo Ladybug la receptora de la mayoría de ellos. Sin un compañero que le apoyara y cuidara sus espaldas, sanar a la akuma jamás había representado un desafío tan completo y agotador.
Aunque para alivio de la ciudad finalmente la chica se las arregló para deshacerse de la enfermiza mariposa y regresar a la normalidad a su víctima, Ladybug se preguntaba incesantemente como seguía con vida. Una vez acabado todo, ni siquiera se molestó en regresar a la escuela. Con la poca energía que le quedaba inició su camino a casa. Aterrizó en la azotea, ingresó a su habitación por el portillo y, sabiendo el poco tiempo que le quedaba a su transformación, ni siquiera se molestó en deshacerla. Simplemente se dejó caer en su cama y esperó a que unos segundos más tarde su kwami dejara sus pendientes.
-¡Vaya! Apenas salimos de allí.- exclamó Tikki. La portadora de su miraculous no respondió. Con su rostro oculto en su almohada tan solo se le veía respirar. La criaturita la miró preocupada y se acercó a ella.- ¿Marinette...?- llamó en un susurro colocándose frente a ella. La chica entonces levantó su cabeza, mostrando apenas sus húmedos ojos.
-Tikki, ¿dónde está Cat Noir?- preguntó con un perceptible dolor en su voz.- No puedo hacer esto sin él.
-Créeme que desearía saberlo.- respondió la kwami.
Marinette se sentó en el borde de su cama, levantó su mano derecha y retiró de esta el anillo plateado que llevaba con ella. Realmente no sabía por que había llevad la joya con ella, es decir, no era como si el chico pudiera aparecer en medio de la pelea y reclamar su miraculous de vuelta. La muchacha miró el objeto fijamente unos segundos y luego lo acercó a su pecho.
-Te extraño...- murmuró
Finalmente el día de clases concluyó para Adrien Agreste, pero el chico no podía estar peor. Para haber permanecido realmente en todas y cada una de sus clases, realmente no había prestado atención ni por un momento a ninguna de estas. Su mente divagaba preguntándose como estaría Ladybug.
Incluso aunque la akuma había logrado ser purificada, nadie más que él podía saber lo agotador que podía ser el proceso de capturarla, lo que conllevaba someter a la víctima. Sin mencionar que la heroína se había visto obligada a hacerlo sin apoyo alguno y él mismo había atestiguado, por medio de la televisión claro, la paliza que había recibido.
-¿Finalmente te arrepientes e tu decisión, bebé llorón?- preguntó Plagg al chico que no paraba de dar vueltas por su habitación.
-Totalmente.- respondió este con desesperación.- Pero no sé como recuperar mi miraculous.
-Simple. Se lo pides a Ladybug y ya. No veo la complejidad en este asunto.
-¿En mi forma civil? ¿Perdiste la cabeza? No puedo hacer eso. Para ella soy un extraño. Sería una locura. Debe haber una forma menos polémica de hacer eso.
Al día siguiente, Marinette no tuvo a su habitual apoyo. Alya no había ido a clases en todo el día debido a un resfriado que había contraído. Gracias a esto, no solo las clases se hacían aburridas, sino que el almuerzo se convirtió en una hora eterna de soledad. No muy lejos de donde ella se había situado para comer, Adrien, Nino, Alix y Kim conversaban. El primero la miró. Se veía incluso peor que el día anterior, si es que tal cosa era posible. Decidió entonces acercarse.
-Hey, Marinette.- saludó tomando el lugar a su lado. La joven se sobresaltó y colocó su brazo a un lado de su cara, como si intentara esconder algo.
-¡Adrien! Hey, hola. Tú, eh, jeje... ¿Cómo estas?- respondió entre tartamudeos.
-Estoy bien, pero creo que no puedo decir lo mismo de tí.- afirmó él, antes de acercarse a ella a modo de intentar calmarla.- Te noto algo decaída últimamente. ¿Está todo bien?- Marinette suspiró, hizo un ovillo con su cuerpo para abrazar sus piernas y negó con la cabeza.- ¿Qué sucede?
-Creo que perdí a alguien muy importante para mí.
-¿Discutiste con Alya?- preguntó él pensando que quizá se refería su mejor amiga.
-No.- Adrien pudo sentir algo de dolor en aquella respuesta, así que prefirió dejar a un lado el saber de quien hablaba la chica.
-Bueno, quien sea esa persona, lamento que hayas peleado con alguien.- Marinette bufó. Es obvio que él jamás podría imaginarse de quien hablaba, ¿cierto?
-Adrien, dime, ¿qué haces si una persona con la que te llevas de maravilla de pronto solo se aparta sin más?- El chico sintió un punzada en el estómago con aquella pregunta.
-Puede que haya malinterpretado algo...- respondió aparentemente de forma hipotética con su propio caso.- ¿Intentaste hablar con esa persona? Ya sabes, preguntarle qué sucede.- Marinette no contestó de inmediato. Ella quiso asegurarle a Cat Noir que todo estaba bien, pero nunca le preguntó qué era lo que andaba mal.
-No, jamás lo hice.- respondió con un suspiro. Adrien sonrió de forma fraternal y cruzó su brazo a lo largo de sus hombros en forma de apoyo.
-Nunca es tarde para componer las cosas.- afirmó. Marinette, ligeramente sonrojada ante el gesto, le miró y sonrió con timidez.
-Hey, Adrien.- oyeron ambos a Nino llamarle. Adrien se puso de pie, seguido de Marinette, quien tomó su brazo.
-Gracias por el consejo.- le dijo un poco más calmada en comparación a como le había hallado en un inicio.
-Suerte. Estoy seguro de que pueden arreglar las cosas.- dijo él antes de regresar con su grupo. Marinette suspiró al verle irse, antes de retirarse ella misma a una esquina apartada. Abrió su cartera para dejar asomarse a Tikki
-¿Y qué vas a hacer ahora?- preguntó la kwami.
-Conozco a Alya.- respondió su portadora con decisión.- Puede que esté resfriada, pero nunca diría que no a una exclusiva con Ladybug.
-¿Qué...?- dijo Tikki sin comprender una sola palabra de lo que había dicho la chica.
Al regresar a casa, Adrien encendió su computadora. Mientras esta se iniciaba, él comenzó a sacar de su mochila la tarea del día. Su kwami abandonó su escondite en su camisa y se dispuso a buscar algo de queso cuando se detuvo en frente de la pantalla del ordenador.
-Oye, niño. ¿Y qué vas a hacer ahora con el asunto del miraculous?- preguntó Plagg mientras el chico tomaba su lugar frente a la pantalla sin levantar la mirada de su libro de historia. Al escuchar mencionar la joya, dejó caer su cabeza sobre las páginas pendientes de resolver.
-Necesito pensarlo bien antes de cometer otro error grave.- respondió.
-Pues creo que puedes dejar de freír tu cerebro en idear un plan. Tu chica se te adelantó.
-¿A qué te refieres?
-Míralo tú mismo.- respondió su pequeño compañero levantando su cabeza para hacerle mirar el monitor. Los verdes ojos del chico se abrieron de par en par y su mandíbula cayó ligeramente.
Allí, en la página principal del Ladyblog, se anunciaba el más reciente vídeo del sitio. En la miniatura del mismo podía verse a la heroína mirando a la cámara con una expresión de melancolía. El título: "Para Cat Noir."
Ando romántica últimamente. No sé que pasa conmigo. Como siempre, les tocará a ustedes aguantarme este mood. No se molestan, ¿verdad?
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Permanecer Unidos
FanfictionMalinterpretando la reacción de Ladybug durante una batalla, Adrien toma una drástica decisión que sin prevenirlo los afectará a ambos. Ahora quiere remediar las cosas, pero no puede hacerlo solo. Marinette no se quedará de brazos cruzados y bus...