Capítulo 4

4.5K 377 65
                                    

Transcurría en la ciudad del amor una intensa lluvia que no prometía detenerse pronto. as nubes grises cubrían por completo el cielo, sellando cualquier rendija por la que pudiera colarse algo de luz solar. Las gotas de agua caían repetidamente sobre las ya empapadas calles y aceras. Sin duda un día no muy colorido, por lo que tuvo mucho problemas en resaltar una figura carmesí entre todo aquel falto de color.

Una joven adolescente aprovechaba aquel tormentoso clima para poder a máxima prueba sus recién adquiridas habilidades. Si era capaz de mantenerse firme y no caer ni por un momento a pesar de las húmedas superficies de los edificios, se sentiría lista para enfrentarse a su nuevo destino.

A medida que se aproximaba a la Torre Eiffel, la lluvia comenzó a incrementarse. Las gotas que descienden a velocidad creciente dificultan la clara visión, pero esto no la detiene. Su adrenalina está al máximo y en e éxtasis el momento se descuida de poner los ojos en el siguiente techo al que saltará.

Un par de resbalones no la detienen, pero su cuerpo comienza a debilitarse. Ya está agotada. Se detiene un momento y fija sus ojos azules en el monumento parisino, su meta. Finalmente se encuentra frente a él. Su plan es salta a una de las vigas de la base de la estructura y de allí subir hasta su parte más alta. No se dará por satisfecha hasta lograrlo.

Toma impulso, respira profundo y corre a toda prisa esperando conseguir la fuerza suficiente para lograr su cometido. Pero una traicionera teja al final del camino termina con su osada intención y la guía directo a una caída probablemente dolorosa.

De la nada un cuerpo se estrella contra su costado, aferrándose a ella con fuerza y desviándola de su curso. Ambos ruedan por el suelo algunos metros, quedando empapados a su paso gracias a los numerosos charcos en este. Cuando finalmente se detienen, ella abre sus ojos. No siente el pavimento debajo de ella. En su lugar hay una superficie blanda.

Un "¿Estás bien?" le hace levantar su cabeza finalmente. Debajo de ella encuentra a un chico rubio con un par de curiosas orejas de gato, una máscara negra y un par de curiosos ojos felinos de color verde que la observan con atención, como si intentase grabar en su mente cada uno de sus detalles.

Ella carraspea un poco y se levanta.

-Estoy bien.- responde ates de extender su mano para ayudarlo a levantarse.- Gracias por atraparme.

Es ahora él quien permanece en silencio. Con su boca entreabierta mantiene aún su mirada en ella, negándose a dejar ir su mano incluso cuando ya se encuentra de pie. Al igual que ella, había tenido un día alocado, pero ahora todo parecía valer la pena y tomar algo de sentido.

Son algunos chasquidos frente a su cara lo que lo traen de vuelta a la tierra. La enmascarada chica aún está frente a él esperando alguna palabra.

-Ho-Hola...- murmura él por fin.

-¿Tú te encuentras bien?- pregunta ella. Al fin y al cabo, era quien había recibido la peor parte. Él asiente con la cabeza.- ¿Quién eres?

- Oh, pero, ¿dónde están mis modales?- respondió el chico intentando recuperar su carisma. Inclinándose ante ella apoyado en una rodilla, tomó su mano derecha y la besa con dulzura, sin despegar sus ojos de ella.- Soy Cat Noir, justiciero de París con el poder de la mala suerte.- dijo con una victoriosa sonrisa al ver las mejillas sonrojadas de ella, resultado de su gesto.- ¿Y cuál es tu nombre, princesa?

-Soy Mar... ¡Ladybug!- se corrigió en el último momento de lo que pudo haber sido un fatídico error.- Soy Ladybug.

-Ladybug. Lady... bug...-repitió él. Luego una sonrisa se dibujo en sus labios y la miró divertido.- Serás mi Lady, entonces.- La heroína rió un poco.

-Tú debes ser aquel que me mencionaron.

-Así que ya habías escuchado de mí.- dijo el chico galante.

-Así es. Se me dijo que tendría un compañero, que no haría esto sola.- Cat comprendió. A él también le habían indicado lo mismo.

-Bien. Entonces si tú eres la compañera que también me indicaron que tendría, realmente no tengo ningún reclamo.- dijo dando una vuelta al rededor de la chica, como si la inspeccionara.

-Pero...- dijo ella con algo de seriedad.

-¿Pero?

-Tengo un par de preguntas.

-Soy todo oídos, mi Lady.

-Con esas orejas la gente podría confundirte con el invitado especial de alguna convención de cómics.- mencionó ella rozándolas suavemente con sus dedos, causando un escalofrío que recorrió la espalda del chico.- Y, ¿un cinturón como cola? ¿En serio?- agregó tomando la punta de este.

-Aunque parezca difícil de creer, las orejas son parte de mis habilidades. Además, me veo adorable.- se defendió con seguridad. Ladybug no pudo contener una risilla.- Y la cola es la base de la teoría de por qué los gatos siempre caen de pie.

-¿Realmente caes de pie?- preguntó ella sorprendida. Cat Noir colocó una mano en su cuello.

-Aún... trabajo en eso...- La heroína esbozó una sonrisa y extendió su mano con firmeza hacia él.

-Será un placer trabajar contigo, gatito.- Él la miró y respondió al gesto con ilusión.

-Para mí igual.- respondió.- Por cierto, eso de que los gatos no gustan del agua no es tanto una superstición, ¿sabes? ¿Te importaría seguir nuestra conversación en otra parte?- Entre tanta charla, la chica había olvidado por un momento la lluvia. Miró a su alrededor para buscar un sitio cuando a su mente regresó la razón de por que había llegado a aquel lugar en primer lugar.

-Creo que sé dónde...- afirmó levantando la mirada hacia la Torre Eiffel.

Encontraron un relativamente cómodo lugar en una de las vigas baja de la estructura, donde ambos tomaron asiento con sus piernas colgando como si de una banca se tratase.

-¿Sabes? Es bastante llamativo ese traje tuyo.- comentó Cat Noir. Ladybug bajó la mirada para ver su atuendo y rió.

-Sí, eso creo. Pero al menos así no tendrás problemas para encontrarme.

-Buen punto.- respondió.- Oye, y... Solo por curiosidad, ¿qué fue lo que se te dijo de mí?- preguntó el chico, curioso.

-Pues, se me indicó que tendría un compañero con poderes opuestos a los míos.

-¿Entonces tu tienes el poder de la buena suerte?- La chica asintió.

-Aunque estoy algo nerviosa.- admitió.- No sé si saldrá todo bien. Es decir, realmente me hace falta experiencia en todo esto de enfrentar super villanos con distintos poderes.

-Descuida.- dijo su nuevo compañero acercándose a ella y colocando su brazo protectoramente a lo largo de sus hombros.- No estarás sola.

Antes de que alguien brinque y me diga: "Hey, pero así no es como se conocieron"...

Comencé a plantear este fic desde hace ya bastante tiempo. Para cuando estrenaron el episodio de "Orígenes", ya lo llevaba por la mitad.

¿Qué por qué no lo cambié entonces? Pues por que este "primer encuentro alternativo", si podemos llamarlo de algún modo, se ajusta a un suceso que ocurre más adelante en la historia. ;)

Igual, espero que les guste.

Permanecer Unidos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora