Capítulo 9

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Un Adrien completamente distinto se despertó al día siguiente. Finalmente su consciencia le había dejado dormir en paz. Salió de su cama de un salto con un humor completamente opuesto al que había lucido toda aquella semana. Lo primero que hizo fue mirar el anillo plateado que una vez más había vuelto a sus manos y sonreír. Aquel iba a ser un buen día

-Me alegra ver que ya no pareces un zombie.- comentó Plagg como respuesta a su buen humor mientras Adrien caminaba al interior de su instituto.

-Sí, a mí también me alegra.- rió el chico. De repente vio a Marinette entrar la escuela también.- ¡Hey, Marinette!- La muchacha volteó a verle y le dedicó una sonrisa.

-Hola, Adrien.

-Te ves más animada hoy. ¿Qué tal van las cosas con tu amigo?- Marinette sonrió tiernamente y en sus mejillas se pudo apreciar un ligero color rosa.

-Finalmente se solucionaron las cosas y todo volvió a ser como antes. Las cosas están bien.- Adrien rió un poco.

-Por tu reacción, parece que las cosas van más que bien.- penada, Marinette desvió su vista a un lado. Era algo extraño tener a su eterno crush mencionando una posible relación de ella con alguien más. Pero fue justo ese movimiento lo que lo cambió todo.

Adrien pudo ver la raya que cruzaba desde la mandíbula de la chica hasta su cuello y empalideció al instante. Tomó entonces con ambas manos las mejillas de la chica para obligarla a verlo. Impresionada por aquello, ella abrió sus ojos de par en par con sorpresa. Adrien abrió su boca para decir algo, pero el timbre de clases los sacó a ambos de su mundo.

-Yo... Oh, cielos. Lo siento.- se disculpó él dejándola ir. Incapaz de procurar palabra, Marinette solo se resignó a seguir su camino hacia el salón de clases, pero Adrien se quedó atrás.

-Plagg...- llamó aún estático en el lugar.- Creo que encontré a Ladybug.

-¿Hablas de la chica?- preguntó Plagg asomándose desde su camisa.

-Pues sí. Ella tenía... Y Ladybug...- comenzó a balbucear.- ¿Hay alguna manera de confirmarlo?- preguntó finalmente.

-Mmm... Creo que puedo intentar algo.

Durante casi todo el día, el kwami estudio detenidamente la posición en la que la sospechosa colocaba su mochila para hallar el momento justo de acercarse a esta. Debía esperar el instante correcto, de otra forma podía arriesgarse a cruzar en el segundo al que a ella se le ocurriera buscar algo en su interior o moviera su bolso y arruinara su trayectoria.

Ya bastante avanzada la clase, Plagg se escurrió hasta la mochila de Marinette. Intuyendo que la muchacha ocultaría su kwami de la misma forma que lo hacía su portador, creyó hayar a Tikki allí. Pero se dio cuenta de que estaba muy equivocado al encontrar el bolso sin más que sus útiles escolares.

Ya estaba por regresar al bolso de Adrien cuando se percató de la estadía de la pequeña cartera de Marinette en el suelo cerca suyo. Una segunda opción comenzó a ser contemplada cuando el timbre de salida sonó.

Adrien, consiente de que su kwami aún no regresaba a su mochila, le buscó con la mirada sin éxito. Temeroso de que la chica se llevara a su amigo por error, se propuso retrasar la salida de esta para conseguirle algo de tiempo de volver a su lugar.

-Marinette, espera.- le llamó antes de que se alejara de su asiento.- Tenemos que hablar.

-¿Qué sucede?- preguntó ella con duda.

-Yo, eh... Tengo algo que decirte.

De pronto su atención se vio dirigida hacia Plagg, quien se asomaba desde la mochila de ella. El kwami señaló la cartera sobre la mesa. Marinette notó su distracción y volteó para ver que observaba.

-Eh, Adrien. ¿Qué estás...? ¡Oh!- exclamó al darse cuenta. Plagg volvió a ocultarse a toda prisa.- ¡Mi cartera! Por poco la olvido...

-¡Marinette, no! ¡Espera!- gritó alterado Adrien al momento que tomar su brazo para tirar de ella hacia él. Más rápido de lo que pudiera pensar en algo más, buscó con su otra mano su cintura y la besó. Plagg aprovechó la conmoción del momento para saltar hacia la cartera a toda prisa

 Marinette cerró sus ojos con fuerza y como una especie de respuesta automática, colocó su mano libre tras su cabeza para enredar sus dedos entre su cabello rubio. Poco a poco, Adrien comenzó a relajarse y soltó la mano de ella para tomar su mejilla. Ella colocó la suya sobre su pecho.

En la cartera de la chica, Tikki se sobresaltó al ser impactada por un cuerpo extraño.

-¡¿Plagg?!

-Te encontré...-murmuró este con una maliciosa sonrisa gatuna.

La joven sentía sus piernas de gelatina. En un intento por no desfallecer, se acercó con más fuerza a Adrien y este la acercó a su cuerpo. En el momento en el que se separaron, Marinette le miró con sus ojos bien abiertos y sus mejillas coloradas. Adrien no estaba mucho mejor.

Ella quiso decir algo, pero al no salir de sus labios palabra alguna, simplemente tomó rápido sus cosas y dejó el lugar.

El chico se quedó de pie un momento, intentando acomodar en su cabeza lo que había hecho. La sensación de tenerla en sus brazos fue similar a tener a Ladybug con él el día anterior. Esa calidez, esa fortaleza y ese cariño que se desprendía de su contacto.

-Creo que he confirmado mi teoría, Plagg...- dijo a su kwami, pero al obtener un total silencio como respuesta se dio cuenta de que él no estaba allí. Se había quedado en la cartera de Marinette.

¿Realmente pensaron que lo iba a dejar así nada más?

Tomen el período de espera como una venganza por la insistencia de continuar con "Cuidaré de tí". Es fic ya se terminó. ¡Entiéndanlo por favooooorrrr!

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