Han pasado ya unas semanas desde que llegué a mi nueva escuela y las cosas han ido muy bien. Me llevo bien con todos, pero sin duda la amistad que tengo con Marco y con Lucía es única. Sobretodo con Lucía, tenemos muchísimas cosas en común y cuando estoy con ella siento como si no tuviera que preocuparme por nada. Simplemente soy feliz a su lado...
—¿Estás bien Lu?
—Si, ¿por qué preguntas?
— Es solo que has estado muy seria
—Estoy preocupada
—¿Por?
—¿No has notado que Marco anda raro últimamente?— Es verdad, estos últimos días ha estado actuando muy raro. Él siempre parece estar con mucha energía, sonriendo y dando vueltas por todos lados y ahora se la pasa tratando de esquivarnos diciendo que está cansado por las clases. Puede que no lo conozca desde siempre, pero sé que Marco no puede pasar un día entero sin estarse riendo de todo. Algo estaba mal...
—¿Qué crees que tenga?
—No lo sé, pero no es la primera vez que lo veo así. Siempre trato de preguntarle pero nunca me dice nada.
—En ese caso... Tal vez deberíamos darle su espacio.
—Tal vez tengas razón.
—En fin... ¿Qué clase nos toca?
—Matemáticas.
—Agh...
—Jajajaja
—De verdad no entiendo por qué te gustan tanto las matemáticas
—Porque de lo contrario no podría decirte que estás ubicada exactamente al comienzo del radio de mi corazón.— ¿Qué me acababa de decir? Esto debía ser un tipo de broma, no entendía nada de lo que estaba pasando. Mi corazón se alteró inesperadamente y no sabía qué responder a ese comentario.
—Ammm... ¿Qué?
—Jajajaja quería ver cómo reaccionabas
—Oh...
—Vamos no te pongas así, solo fue una broma. Hasta te pusiste roja jajajajaja.
—¡No es cierto!
—Bueno bueno. Cambiando de tema... ¿Aún iremos a tu casa a hacer el trabajo de español?
—Claro.
—Bien, de paso podríamos estudiar juntas para el examen de álgebra.
—No por favor, el examen es hasta el lunes.
—¿Y no quieres tener el fin de semana libre? Anda, quiero ir contigo y con Marco al cine el sábado y el domingo es la fiesta de Mariana.
—Esa chica solo nos invitó porque somo amigas de Marco y quiere con él
—Bueno, no hay que desaprovechar la oportunidad
—Vaaaalee...Las clases continuaron y al terminar el día Lucía y yo nos despedimos de Marco. Tratamos de convencerlo de que nos acompañara a mi casa para estudiar juntos pero dijo que tenía que ir a otro lugar.
Al llegar me di cuenta de que mamá no estaba en casa, seguramente la habían llamado urgentemente del trabajo; siendo policía no era raro que estas cosas pasaran.
—¿No hay nadie en tu casa?
—No, mamá debe estar en el trabajo
—¿Y tu papá?
—No vive aquí
—Oh... Entonces... ¿Sabes lo que eso significa?—¿Qué diablos? ¿Y esa cara de pervertida? Lucía no está pensando lo que creo que está pensando... ¿O sí?
—Ammm... No... No lo sé...
—Significa que... Nadie podrá escucharnos...—¡Estúpido corazón, no te aceleres en momentos como este!
—¿E-escucharnos?
—¡Así es! ¡Podemos poner música a todo volumen!— Ah, era eso...
—Oh, claro... ¿Qué quieres escuchar?
—Lo que tú quieras, confío en tus buenos gustos
—De acuerdo, iré a buscar algún disco, tú mientras quédate en la sala y ponte cómoda.Sentía mi cara arder como si estuviera frente a una ventanilla de un cohete dirigiéndose al sol, todo esto era nuevo para mí.
Me dirigí a mi cuarto con paso veloz y estando ahí me apresuré a buscar algún disco para ponerlo y tranquilizarme un poco. Volví a la sala y puse el disco en la grabadora.
—¿Qué pusiste?
—Ammm...—Tomé la caja del disco, ni siquiera me había fijado en lo que había puesto—The Black Keys
—No los conozco... Suenan bien
—Te van a gustar. ¿Ya pensaste cómo haremos el trabajo?
—Sí. Creí que sería mejor si hiciéramos una presentación en PowerPoint.
—Bien, prenderé la computadora.Durante todo el rato que estuvimos trabajando me sentí como una estúpida, no podía hacer nada bien porque me ponía nerviosa solo de tenerla a mi lado y la música que había puesto no me estaba ayudando en nada; la mayoría de las canciones eran lentas y ahora mismo estaba escuchando una que hablaba justamente de alguien enamorado. Las frases "Eres la única" y "Espero que esto sea solo una fase" resonaban en mi cabeza, agradecía que Lucía no supiera inglés pero... ¿De verdad me sentía de esa forma o solo me estaba dejando llevar por la música? Esto debía ser una confusión, Lucía era mi amiga, y además... Las dos éramos chicas.
—Sigo creyendo que se veía mejor con el naranja. ¿Tú qué opinas?... ¿Eréndira?
—Lo siento... ¿Qué dijiste?
—¿Te sientes bien? Estás muy roja. ¿No tendrás calentura?
—No... Seguramente es el cansancio...
—No estarás fingiendo para no estudiar ¿Verdad?
—No, no es eso.
—Bueno... Entonces deberíamos terminar por hoy, no estaría mal que descansaras.
—¿Y qué hay del examen?
—Estuvimos haciendo ejercicios juntas toda la semana, con que des un pequeño repaso estará bien.
—¿Entonces ya te vas?
—Sí, pero nos veremos mañana en el cine.Lucía me dio un beso en la mejilla y se fue, me sentía mal porque tuviera que irse tan de pronto.
Me recosté en el sillón aún escuchando el disco que había puesto... Era un disco interminable. Mi cabeza daba vueltas conforme a la música y no dejaba de pensar en todo lo que había pasado el día de hoy. Tenía miedo de que en verdad me estuviera enamorando, que me estuviera enamorando de una chica, y que esa chica fuera Lucía.
Nota de la autora:
Dejé la canción que estaba escuchando Eréndira en multimedia.
Muy poquitas personas leen esta historia pero les daré un consejo... No le dediquen esta canción a cualquiera ;)
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Somos iguales
Ficção Adolescente¿Qué pasaría si la historia de tres chicos, una lesbiana que aún se está descubriendo, un gay con una relación destructiva y una heterosexual que hace todo por complacer al chico de sus sueños se entrelazaran? Solo una cosa es segura, no importa tu...