Desperté con un terrible dolor de cabeza, estaba totalmente agradecida de que a pesar de que fuera lunes no habría clases por la junta de maestros.
Me sentía realmente estúpida por haber llorado hasta quedarme dormida, ya había cumplido 17 años, era hora de dejar de ser tan sensible. Si Samuel no quería estar conmigo entonces yo tampoco, no iba a dejar que nadie me hiciera sentir de esa forma nunca más.Mi celular vibró de repente y me abalancé sobre él, era un mensaje de Samuel...
—¡No puede ser, no puede ser, no puede ser!—Dije mientras abrazaba mi almohada y sumergía mi cara en ella. Me sentía muy idiota, pero una idiota muy feliz.
Di un salto de la cama al suelo para ir corriendo a bañarme, parecía que todo lo hacía a la velocidad de mis latidos.
Cuando terminé de arreglarme di un gran suspiro antes de salir por la puerta, me sentía entusiasmada pero también un poco insegura.
— Solo es un chico Mariana —me dije a mí misma— El chico de tus sueños...
Tomé la manija de la puerta y salí directo a mi destino, a aquella banca del parque donde nos conocimos, allí donde empezó mi historia con Samuel.
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Somos iguales
Fiksi Remaja¿Qué pasaría si la historia de tres chicos, una lesbiana que aún se está descubriendo, un gay con una relación destructiva y una heterosexual que hace todo por complacer al chico de sus sueños se entrelazaran? Solo una cosa es segura, no importa tu...