1) Rostro triste, Corazón arrepentido, Orgullo irrompible.

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Ya hacía dos meses estaba aquí, sola,en este mugroso lugar. No necesito ni decirlo, estaba HARTA,H-A-R-T-A.

Había vivido toda mi vida con mis padres, y como todos los adolescentes, soñaba con irme de casa,"volar", solo que en vez de "alas" recibí una bofetada departe de la vida.

Comencé a sentir cada vez mas intenso el olor a la pastilla para mosquitos. En este pequeño lugar se sentía mas claro que nunca. Admirando ese olor que desde siempre me desagradó, pero hoy salvaba mi vida, comencé a pensar si había errado. Como cualquier adolescente quería irme de mi casa, pero la situación se me fue de las manos y me terminé yendo casi forzada, o si, tal vez forzada por la situación. Corté lazos definitivos con mis padres, y no mantenía contacto desde entonces...

Toc-Toc.

Era el sonido de un puño contra la puerta.

Bufé. No lo podía creer. Miré el reloj, 02.27am. Los golpes contra la puerta sonaron aún mas fuertes y furiosos. Sabía que si no le abría la puerta entraría solo.


-Torn..-balbuceé.Ya lo sabía, pero me hice la sorprendida igual, aunque sea mínimamente.-

Entró con brusquedad empujando la puerta y con ella a mi.

-Demoraste..-dijo observando toda la habitación como si sus ojos tuvieran visión de Rayos X.- A alguien ocultas..

-No, claro que n..

-¡¿A QUIEN OCULTAS?! ¡SABES QUE NO TE LO PERMITO!

Elevó su voz con brutalidad.

-A nadie, lo juro,estaba durmiendo, o a punt...

-Bien.- se apuró a decir cortante, sin muestras de satisfacción con la respuesta, o lo contrario.- No tengo tiempo.. Dame el dinero.

-¿Qué dinero Torn?

-El del mes, vamos,no tengo tiempo, y no querrás que me atrase.

-Pero.. Torn..

-Vamos.

-Hoy no es día de pago, y lo sabes, además, ¿para que tanta urgencia si son las tres de la mañana?

Torn era un tipo violento, grosero, desagradable. Detestaba cuando llegaba borracho y entraba violentamente a mi habitación, siempre comenzaba con una mirada desde el piso hacia mi cabeza como intentando desvestirme con la mirada, luego poco a poco se acercaba, ponía sus grasosas y gordas manos sobre mi cintura y comenzaba a bajar. Nunca había llegado a concretarse ningún tipo de acto, y creía que en el fondo,no era capaz, luego cuando entraba en consciencia me miraba avergonzado, miraba al suelo, y se iba. Odiaba ese tipo de situaciones, esos momentos y sentirlo tan cerca mío, un frío abismal subía por todo mi cuerpo mientras entraba en pánico y dejaba mis lágrimas rodar por mis mejillas. No sabía hasta que punto era capaz de llegar.

Le di rápidamente el dinero para que se marchara. Solo que antes de hacerlo, de marcharse, me besó en la mejilla, un asco estomacal subió por mi esófago hasta hacerse notar en una arcada, y ya marchandoce frenó,volteó y me dijo:

-¡Ah! Mañana te tengo una sorpesita- y tirándome un beso al fin se largó.-



Cambiaste Mi Rumbo [En Pausa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora