Cambiaste Mi Rumbo [En Pausa]

15) Mi vida acabó.

Holaa, bueno, perdón a los pocas personitas que leen esta novela (los quiero mucho), he estado un poco atareada de más y por lo tanto estresada también y estoy utilizando el tiempo de una manera indebida (horrible) y me demoraré tantito en subir los caps..

¡Los quiero, besos! 

15) Mi vida acabó.

(...) Y ahí fue, fue cuando sucedió... De un momento a otro todo cambió, Torn había quitado sus sarnosas manos de mi y su mirada ahora era de furia. No entendía nada, no lograba estar feliz, estaba en shock, quería despertar y que todo fuera un sueño, sentía que la angustia que tenía en mi pecho no se iría nunca más... y no estaba tan errada. Había entrado Cameron. Me había salvado la vida.

-¿QUÉ HACES IMBECIL? SOLTALA, DEJALA.- gritó mientras se le trepaba con furia a la enorme espalda de Torn.

La diferencia de tamaños era infinita. A pesar de que Cameron fuera musculoso y tenga mucha fuerza no se compara al cuerpo de Torn. Era era una mole, una orca, era una cantera, un músculo sólo, estaba segura de que podría hasta arrastrar un camión. Una mano de él en mi cintura me podría dejar sin costillas, y a Cameron con un golpe lo dejaría knockout. (sonaría como nock aut)

La mole se levantó sin ningún esfuerzo cargando con Cameron en la espalda y lo voló al otro lado de la habitación.

-¿Quién te crees que eres interrumpiendo nuestro momento?

-¡CAMERON!- grité desesperada intentando ir hacia él, pero una enorme mano se apoyó en mi pecho impidiendo movimiento alguno.

Dificultosamente se paró y ahí comenzó la verdadera pelea. Eran golpes tras golpes, tropiezos,caídas, sangre. Yo intentaba separarlos pero era en vano. Esos podrían haber sido los últimos momentos de Cam, pero sin embargo todo dio un giro inesperado. No entendí como, ni porqué, ni cuando,ni nada, Cameron empujó con fuerza a Torn hacia atrás, que al parecer estaba en una mala posición y cayó. Cayó como un saco de arena sin poder hacer nada, y se dió fuertemente la cabeza contra la punta de la mesa cayendo luego, al suelo.

Lo quedamos mirando anonadados,lentamente un charco de sangre se comenzó a notar se tras su cabeza, no movía ni un pelo. Esta inmóvil tendido en el suelo con los mismo gestos que cuando cayó, el charco se fue haciendo cada vez más grande y comencé a asustarme. Miré a Cameron. Su mirada trasmitía miedo, dolor, estaba como un perrito arrollado al lado de la carretera. Las lágrimas no dejaban de salir de sus ojos y sus manos temblaban sin parar.

Al instante tomó todo lo que pudo y me indicó que hiciera lo mismo, principalmente ropa y una o dos frazadas, mi vida, mis recuerdos, mis posibilidades de salir adelante quedaron allí,estancadas en la oscura habitación. Corrimos lo más rápido que pudimos por las oscuras y asfaltadas calles de la cuidad, y ya estando a una distancia razonable fuimos a parar a una parada de autobús. El ómnibus estaba ya parado allí y la gente subía en él.No llegamos a leer el cartel que indicaba hacia donde nos estábamos dirigiendo pero subimos igual. Cameron me dejó subir primera y luego subió él con su billetera en la mano. Mientras caminaba en busca de asiento escuché que le decía nervioso al chofer:

-Destino.

¿Destino? Si ni sabía cual era el destino del autobús,¿a dónde nos meteríamos?

Elegí un asiento contra la ventanilla y rápidamente lo tenía sentado a mi lado. Apoyé mi cabeza en su hombro y mientras miraba hacia afuera comencé a llorar. Creo que él también lo estaba haciendo, aún no entendíamos como había pasado todo esto.

Las palabras no lograban salir de mi boca, no le pude ni agradecer, había salvado mi vida.

-¡DESTINO!- escuché

Lentamente abrí mis ojos y refregandolos con mi manos noté que tenía todo el rímel corrido hasta las mejillas, ¿cómo me había podido quedar dormida con toda esta situación?. En ese mismo instante veo como el chofer se acerca hasta nuestro asiento yme dice:

-Disculpe, señorita, es la última parada del autobús..

-Sisi, muchas gracias- le dije falseando mi mejor sonrisa y me dispuse a tomar lo poco que había rescatado de la pensión.

-Ehm, disculpe por meterme pero ¿no cree que el muchacho precisaría ser atendido por un médico?- dijo tímidamente mirando a Cam.- No puedo creer como no lo ví cuando subió, está  hecho trizas.

Estaba durmiendo sentado con el cuello torcido hacia un lado, tenía todo el rostro lastimado, varias heridas abiertas sangrando por todas partes, los ojos irritados con grandes aros violetas al rededor y los pómulos hinchados, tenía un enorme corte sobre el caballete de la nariz y uno similar en la ceja que no paraba de sangrar continuamente tiñendo su rostro de rojo.

-Non, no, nono no tenemos como ir- tartamudeé

Me miró con una mirada llena de tristeza y compasión y lleno de valor me dijo:

-Espérenme aquí- y bajó por la puerta delantera.

Me quedé mirando a Cam, estaba hecho trizas, todo lastimado y todo por mi, y aún así él no parecía tener ninguna imperfección, sus labios aunque cortados y sangrando eran los mismos de siempre, esos labios de los que tanto hablé, esos que desde el principio tanto deseé.