Cambiaste Mi Rumbo [En Pausa]

7) Resaca.

7)Resaca.

A la mañana siguiente desperté exactamente como me había acostado, en el piso en una colchoneta, tapada con una sábana y sin almohada. Le había dejado la cama grande a Cameron, estaba destrozado. La noche anterior luego del baño y del café lo obligué a secarse e ir por sus propios medios a la cama, se durmió en el acto y hasta ahora no se despertaba. Estaba despatarrado ocupando toda la cama, muerto de calor y transpirado. Su transpiración olía a alcohol, liberaba alcohol hasta por los poros,vaya uno a saber que bebida habrá tomado.

Eran las 5 y media de la tarde,yo ya me había bañado, almorzado, había ido a el almacén y había bajado a la rambla para ver como se encontraba mi paraíso en la tierra y  Cameron recién abría mínimamente los ojos.

-Pero buen día dormilón..-reí.

Abrió los ojos y con cara de dolor se agarró la cabeza, trató de levantarse pero cayó pesadamente en la cama. Me acerqué y me senté a su lado.

-¿Qué.. qué.. hora es?

-Ymmh, ya deben ser casi las seis de la tarde.

Bufó y se volvió a tomar la cabeza.

-No entiendo nada...

-Bueno ¿te cuento?

-¿Lo qué?

-Lo que pasó anoche..-le dije seriamente

Abrió los ojos como platos y se levantó de un salto de la cama.- Comencé a reir a carcajadas.

-Por favor.. dime que no...

-Noo- dije sin parar de reirme- ni en sueños Cam...

-Barbara!, por dios!, me asustaste.. Pero en fin, ¿que pasó?

Reí.

-Pues llegaste bañado en alcohol, te metí como pude en la bañera.. t...

-¿ME VISTE DESNUDO?

-No idiota, solo te quité la camisa.. ¿que crees? ¿que me iba a aprovechar de la situación?

-Y.. si yo fuera tu..

Bufé.

-Te hice un café, y te dejé dormir en mi cama.

Se acomodo entre las almohadas.

-Gracias.

Lo miré.

-De verdad.-insistió- Soy un idiota.

-Lo sé.

Me miró.

-Pero te quiero igual..- le dije mirando mis zapatos.

-¿VISTE? Lo sabía, era obvio que me querías, se nota en los ojos, te sale hasta por los poros-dijo riendo y con tono burlón.

-Agg, ¿ves? Sos un idiota.

No dijo nada, la habitación se hundió un silencio total.

-No, ven.- dijo mientras costosamente se dirigía hacia mi- Yo también te quiero, y te aprecio muchisimo.

Sonreí forzadamente, y me hundí en el interior de sus brazos. Ya era como la tercera o cuarta vez que lo abrazaba.

-¿Quieres salir?

-¿Salir?- me sorprendí.

-Si, en agradecimiento,digamos...

-¿A dónde? Ni pienses envolver a tomar..

-Si, tranquila, pero que no se te haga costumbre esto de darme órdenes.

Lo miré fulminante.

-¿Aceptas?

-No lo se, no, creo que prefiero quedarme por aquí.