Let it go. 《YoonMin》

19

YoonGi

Y aquí me encontraba, parado como todo un estúpido frente a la puerta de la casa de Jimin ¿Qué debía hacer? Entrar era una buena opción, pero al hacerlo me arriesgaba a hacer algo de lo que tal vez me sentiría culpable después.

¿Qué se hace después de que el amor de tu vida te dice que se quiere acostar contigo?

«Eres un estúpido YoonGi, solo entra. » Decía mi subconsciente.

Pero mi pregunta era ¿Jimin de verdad habrá dicho eso con intención de hacerlo? ¿Estoy preparado para esto?

Deje de dar vuelta al asunto y toque la puerta dos veces.

Nada.

Toque una vez más, y para mí suerte está vez Jimin si abrió la puerta.

—¡Hyung! –Exclamó Jimin abalanzándose sobre mi.— Pensé que no vendría, YoonGi Hyung. –Un pequeño puchero se dio a la vista en su lindo rostro.

—Es.. Estoy aquí, Jiminie. –Mi voz se cortaba, eran nervios apoderándose de mi.

Jimin tomó de mi mano, encaminándome dentro de su casa, mi respiración empezaba a faltar.

Observé la casa por unos instantes, todo estaba igual, nada preparado, pero entonces mire a Jimin, solo vestía una camiseta, igual que la última vez. ¿Moriría?

«Morirás.»

—Jimin. –Susurré mirándole por un escaso momento.

—Dígame, Hyung. –Respondió dándose la vuelta, apareciendo con dos pequeñas copas con alguna sustancia, vino tal vez.

—Lo.. Lo que has dicho por teléfono.–Divagué un instante por lo que iba a decir, pero proseguí. —¿Era cierto?

Jimin dio un sorbo al vino de su copa, mientras me entregaba la mía, sonrío.

—¿Usted qué cree, YoonGi Hyung? –Dijo suavemente. Bebí todo el contenido de mi copa y observé a Jimin.

—Jimin.

Narrador

Jimin dejó la pequeña copa en la mesita que decoraba la sala, le sonrió a YoonGi y empezó a acercarse a paso lento a él.

—No me respondió YoonGi Hyung. –Estaba demás decir que a YoonGi le revolvía el estómago de solo escuchar esa forma en la que Jimin le hablaba. Le encantaba.

El mayor se removió incomodo en el sofá, su respiración fallaba y era gracias a Jimin.

—Jimin, no creo que esto esté bien. –Dijo rápidamente al sentir como el menor se acomodaba a horcajadas en sus piernas y posaba sus manos en el cuello del mayor.

—Si esto no está bien, ¿Qué si lo está? –Respondió y poso sus labios en los de YoonGi, un suave beso comenzó entre ambos.