can he?

diez

tuvo problemas para encajar la llave en donde iba, pero logró hacerlo.

dejó los tacos a un costado de la puerta y revoleó el bolso por ahí. limpió su rostro e intentó acomodar su pelo. decidió prepararse un té e ir arriba, al cuarto que compartía con luke.

masajeó su cuello, intentando relajarse, mientras esperaba que el agua estuviera lista para la infusión. caminó de un lado a otro, descalza, como siempre le gustó. ashton siempre señalaba esa costumbre que tenía y decía que era adorable.

y otra vez ashton irwin en su mente.

quería sentarse en el suelo a llorar de nuevo, y olvidar todo lo que estaba haciendo mal en la vida. todas las promesas de no dejar a luke sólo se caían, se rompían como su corazón en ese momento.

pasó una mano por su alborotado e inflado cabello y quiso gritar de frustración, pero se detuvo al escuchar un grito proveniente de arriba, que no era el de luke. y tampoco era de dolor.