Midorima Shintaro [4]

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(Tn) Tu nombre
(Ta) Tu apellido
(Tap) Tu apodo
(cdo) color de ojos
(cdc) color de cabellos

-Kurima-kun - llamó (Tn) a su compañero - Recuerda que nos reuniremos en mi casa a las 5:00 pm para terminar el trabajo- su voz era monótona y carente de sentimiento, aquello había traído loco a Kurima Kegema.


Las horas habían pasado rápido para la suerte del joven de ojos azules, ansiaba poder ir a casa de su tan amada (Ta) (Tn), de echo en este momento ya se encontraba frente a la puerta de la susodicha dispuesto a tocar para llamarle, cosa que hizo escuchando unos pasos dirigirse a la puerta, su sonrisa podría permanecer en su rostro toda la eternidad de lo feliz que estaba.

Imaginaba cosas como que una cosa llegaría a la otra y podría besar a la chica, o que ella dijera que siempre estuvo enamorada de él, en pocas palabras fantasías que todos sabían jamás pasarían por un simple, un muy simple detalle, ella tenia novio, pero el joven había olvidado este detalle gracias a la felicidad instalada en su pecho.

La sonrisa se borro instantáneamente al ver a la persona que más odiaba parado al otro lado de la puerta, Midorima Shintaro. El de cabellos verdes miraba con real indiferencia al castaño, más este no lo tomaba de esa forma, el sentía que Midorima le miraba desafiante y a la vez omnipotente, cosa inventada por su cerebro ante la rabia.

-Pasa- hablo el de lentes con total monotonía al chico del otro lado del portal, el cual sin dirigir le la palabra entro.

Ambos caminaron hasta la sala, un espacio con dos sillones de cuero blanco, en un sillón de dos se encontraba la de cabellos (cdc) sacando sus libros, por un momento el chico creyó que podría sentarse a un lado de ella, pero estaba equivacada, pues Shintaro había ocupado ese lugar, a lo que el otro chico se sentó en otro asiento.

Ya había pasado una hora, nada había pasado como el había planeado, pues media hora después había llegado el hermano de la chica, por más que busco una oportunidad para hablar con el y ganar puntos, este no hizo más que saludarlo por cortesía y luego serlo indiferente, pero algo que le había colmado más era que a Midorima si le hablaba con total naturalidad.

Escucho como la puerta se abría a la vez que un grito lo muy común se escuchaba.

-(Tap)-chan~- llamó cierto pelinegro desde la puerta mientras se escuchaban sus pasos hasta la sala, "genial" pensó sarcástico Kegema.

Takao algo una ceja confundido al ver a aquel chico en casa de su amiga, luego entendió por los libros que estaban en la mesa frente a ellos que solo era tarea, claro, pues su amiga jamas, jamas, jamás había llevado a alguien que no fuera él o Midorima a su casa.

Kurima estaba prácticamente a reventar, Midorima y (Ta) no habían soltado sus manos en ningún momento, cuando ella le hablaba era con total indiferencia, pero si era alguno de los otros dos ella practicamente se olvidaba de su existencia y sonreía con total alegria.

Y llegó la hora de irse, por alguna razón el y Midorima caminaban hacia el mismo rumbo, un silencio incómodo y tenso estaba presente a su alrededor.

-no sabes como te odio- mascullo con rabia el castaño sin siquiera mirar al peliverde, el cual nisiquiera se turbo.

-Lo se- respondio sin interés el más alto- pero ese es tu problema.

-no entiendo por que tu tienes lo que quiero- apretó sus puños poniéndolos casi blancos- el puesto en el equipo, a la chica y la popularidad, nisiquiera los valoras.- su tono era lastimero, si, se sentía patético pero no podia callar, no queria, no podía callar más.

- Si lo valoro- fue lo único que respondio el de cabellos verdes- busca tu propia felicidad, que esta es la mia- dio vuelta en otra calle dejando sólo al chico de cabellos castaños.

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*se esconde en una caja*

¡Lamento no haber actualizado!

One-shots Kuroko no basuke y tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora