Memorias De Un Tiempo Que Esta Por Llegar O Acaba De Pasar

Un Comienzo y una Chispa.

~Eso que llamamos Dios es la esencia intangible que transforma en trascendente lo tangible, el corazón de este entramado engranaje que es el universo~

Antes no había nada, sólo polvo. La energía se arrastraba de aquí para allá regodeándose en aquello que era todo lo existía y se poseía, ella misma. Espirales del tiempo giraban sin cesar de aquí para allá por el espacio infinito, sin nada que hacer más que jugar con la relatividad de la energía que los rodeaba. Los astros y cosmos aún sin concebir, como en una explosión de la vida misma, proyectaban aquello que los unía en el fuego del vacío espacial y se conglomeraban en tan sólo un átomo.
La inestabilidad lo regía todo, nada ni nadie podía escapar de aquello que se circundaba solo en sí mismo y no escapaba más allá de la verdadera realidad de las cosas. Lo real, lo tangible, lo ínfimo; el todo. Aquello no sobrepasa lo divino, sino que redunda en la realidad de lo que era y lo que pudo ser.
Ahora, una chispa. Ese calor del amor infinito que lo inunda todo. Un Dios articulado que desarticula el destino del universo entero, una luz que envía ese amor hacia todos los extremos infinitos y redundantes del cosmos. La vida, en su esencia y estado puro, exuberante y rebosante en cada rincón de esta explosión en expansión. Nada fue, pero todo será. Todo aquello encerrado en tan solo una partícula ahora vaga distante por un universo en expansión, creciendo y cambiando a cada paso.
En aquel frenesí de vida la evolución se acelera y trastabilla. Millones de años pasan en segundos, segundos tardan millones de años en llegar. Todo lo que era ya no es, y todo lo que es pronto dejará de serlo. Un sol naciente ve crecer una civilización que de la noche a la mañana se desmorona, solo por no comprender el amor eterno y verdadero que provino del plan ideado por ésa chispa original. La Humanidad crece en poder e inteligencia, pero no en sabiduría. Llegará el día en que nuestros millones de años se terminen en tan sólo unos segundos. Y sólo ahí seremos capaces de darnos cuenta de nuestros errores y faltas; sólo en ese momento nos percataremos de cuán horribles hemos sido, de cuanta falta nos hacia aquella chispa original que perdimos hace tanto tiempo.
Porque al principio no había nada. Y de lo que fue, nada volverá a ser; al menos, no para nosotros.