I-.

4.6K 276 6
                                    

Mi voz se había esfumado al igual que cualquier forma de moverme, mis ojos estaban fijos en aquel hombre, seguía siendo el mismo, con aquella cola pelirroja más larga, los sarcillos en cada una de sus orejas, todo era el, el inconfundible Jack Hyde unos cuantos años más viejo pero el mismo.
-Jack...-murmure por lo bajo
- si Anastacia Jack, el mismo pero dejemos las presentaciones y hablemos de negocios- su semblante era distinto, más oscuro y profesional que antes, tomando asiento frente a mi se llevó el baso con un líquido ambarino a sus labios
-yo no tengo nada Jack. Me lo quitaron todo-
-lo se, se todo Ana, conozco tu matrimonio, tus hijos, tu divorcio, la amante, tu secreto, y lo que haces y hace el ahora- mencionó, mientras que entre ambos y sobre la mesita de te caía carpeta por carpeta con los nombres de todos, a manos del rubio -pero descuida, tu y tu secreto están a salvo aquí igual que tus hijos, esta vez vengo por Christian, vengo por el magnate Grey y te nesecito para eso -
-fue mi esposo...le debo algo de lealtad- la carcajada por parte de jack no se hizo esperar, yo misma me hubiese reído si aún no doliese tanto -Ana, te estoy ofreciendo la oportunidad de derrotarlo, de recuperar a tus hijos....pero bien, si aún quieres serle fiel a quien te engañó con...que una reportera? De grandes senos y rubia a más no poder- jack había habierto la carpeta de aquella mujer, dejando frente a mi una foto y todo lo que se sabía con respecto a ella y los recuerdos que había dejado hace 4 meses volvieron a inundarme recordándome como aquel video habia destruido todo
-que tengo que hacer?- Una gran sonrisa se asomó en el, dejando claro que ahora estábamos en la misma página.
-Matheo- llamo a rubio que se había marchado a la otra habitación -Anastacia será tu todo ahora, ella es a quien debes cuidar, tu pareja, tu vida, tu familia, ya sabes donde vivirán y como tienen que comenzar. Yo aún no puedo aparecer, pero me mantendré en contacto-
-si señor- afirmó el rubio, Matheo -hoy comenzaré los preparativos.

□□□□□□□□□□□□□□□□□□□□□□□□□□□□□

Una casona de estilo Alemán por fuera y moderna por dentro, con siete habitaciones, cinco baños, piscina afuera y un gran prado verde
-aquí comenzaremos todo, Ana está todo listo para su llegada, las habitaciones están distribuidas y las dos principales corresponden a ti y a mi, por separado claro- asenti antes de caminar por el empedrado que llevaba al borde de la piscina, volvía a estar en lo grande pero de una forma distinta
-Matheo, cuando podré apelar-
-en cuanto este establecido el primer paso Ana, en ese momento comenzará todo-
Nuestro plan estaba más que trazado, teníamos cada movimiento hablado y programado para los primeros meses, sólo quedaba dar el primer paso.

-Thomas es una llamada para Ana, de un Theodoro- Mis manos volaron sin pensarlo a el aparato, sin pensar en nada más que mi pequeño, estas semanas no había logrado verlo, pero si hablar una que otra vez con el y Phoebe gracias a Gail

•en linea•

- tesoro, sigues allí?...Theodore?
-mami!! Donde estas? Por que hay una mujer aquí?
-eh cariño, tranquilo, mami está en otro lugar- solloce cubriendo mi boca para que mi pequeñín de 8 años no me oyese -que tal la escuela campeón?
-bien, pero mami el tonto de codi me tiro ayer-
-Theodoro, tus compañeros no son tontos cariño sólo juegan, si? Y Phoebe cariño donde está Pho?
-esta en su habitación, ella no quiere salir-
La voz de mi pequeño al referirse a su hermana parecía acostumbrada, como si ahora fuese algo común en mi pequeña, cuando realmente ella era la primera en querer salir de la habitación
-le darás el saludo de mami a tu hermana cariño ?-
-si, pero cuando vuelves? Quiero comer tus panqueques-
-no lo se cariño pero pronto te veré, ahora dame con Gail quieres ?-
-Ana...los niños te extrañan y todos aquí lo hacemos -
-y yo a ellos Gail, pero sabes como están las cosas no me puedo acercar-

•••••

Mis lágrimas caían como si mi mundo acabase y así estaba sucediendo la falta de mis pequeños me estaba desgastando, podría estar sin Christian pero no era lo mismo sin tener a los dos pequeños a mi lado, era su madre, pero el no lo entendía; entre sollozos descontrolados sentí unos brazos rodeando mi cuerpo a la vez que mi espalda daba con el pecho de el, volteandome entre esos brazos me aferre a la cintura de Matheo como si mi vida dependiera de aquello, entre caricias pausadas en mi cabello acabamos sentados sobre el pasto aun abrazados y con mis lágrimas ya calladas

La venganza de Anastasia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora