Cuatro

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-Soff, despierta, estamos por aterrizar- dijo Matt algo nervioso. Siempre lo han puesto nervioso los aviones, no imagino al pobre italiano del asiento junto a él mientras yo dormía. Me estiré un poco en mi lugar y él me sonrió. Abroché mi cinturón luego de que la azafata me lo indicara, y divisé por la ventanilla del avión como las luces de Los Angeles se hacían presentes. Era una ciudad inmensa, y maravillosa. Entonces pensé, ¿Todos tenemos esa luz que nos saque de la oscuridad infinita en la que, a veces, creemos encontrarnos? Quizá no todo el mundo tenga una luz, y yo me veo agradecida al decir que yo tengo varias luces que me guiarían a casa cuando las cosas se ponen feas. 

Las horas habían pasado y ya nos encontrábamos saliendo de LAX, en donde un taxi nos esperaba. Subimos las maletas al maletero, obviamente, y entramos al vehículo.

Matt le explicó al taxista a donde nos dirigíamos, alias su apartamento. Me puse a pensar, ¿que pensarían los chicos? ¿estarían felices de verme? oh por favor sofía claro que si, ilusa. También, me fue inevitable pensar que la última vez que nos habíamos reunido luego de tanto tiempo, Taylor se fue con su linda y adorable Valerie Dumb, sarcarmo mode on. 

-Son veinte dólares- dijo el hombre con cara de no estar muy feliz, ugh odio los taxistas.

-Aquí tiene- dije dándole el billete y saliendo de allí para ver a Matt sacar las maletas.

-Podría haber pagado perfectamente- me reprochó.

-Matt, me invitas a quedarme a tu casa y me llevas increíbles regalos, no puedes hacer más- dije con una mueca de ternura mientras lo ayudaba con mi maleta. Subimos hasta el piso dos, en el cual se encontraba el apartamento de dinomatt y finalmente ingresamos. Era lindo, moderno, y lo suficientemente grande como para que Matthew y su desorden vivieran sin problemas.

-Siéntete como en casa- dijo dejando la maleta en el suelo y tirándose sobre el sofá. Reí un poco y tomé mi iphone 6s plus rose gold, que lindo suena eso. Le envié un mensaje a Nash:

"Con Matt acabamos de llegar a LA, ¿a las cinco en starbucks?"

-Ya le escribí a Nash- anuncié.

-No, ilusa, me lo enviaste a mi- rodó los ojos la diva.

-Ups, ya le mando a Nash- reí para mandarlo ahora de forma correcta. Enseguida me llegó un mensaje, Nash.

Nash: Si, a las cinco allí, ya avisé a todos.

Miré mi reloj, apenas eran las nueve de la mañana. Vi como Matt estaba con su celular y lo llamé.

-Que quieres- dijo mirándome serio.

-Uy no me vengas con tu mala onda- bromeé.

-Ya dime que necesitas tonta- rodó los ojos riendo.

-Sólo quería informarte que me ducharé y luego iré a dormir un rato, y por un rato me refiero hasta cuatro y media- él simplemente rió asintiendo. Tomé ropa interior y mi pijama de mi maleta y me metí al baño, luego de haber lavado mi cabello y haberme duchado correctamente, cepillé mis dientes y me dirigí a la habitación con dos camas de dos plazas que había en el apartamento.  Me recosté sobre la primer cama y Matt no tardó en entrar a ducharse para luego salir secándose el cabello con una toalla y usando unos simples boxers. Cerró las cortinas para que el sol no nos molestara y se tiró en la otra cama.

-¿Tienes sueño?- preguntó.

-Si, bastante, ¿y tu?- pregunté cerrando los ojos.

-Si- mencionó.

-Hey Matt- lo llamé.

-Dime- dijo calmado.

-¿Quieres venir aquí?- pregunté, no oí respuesta, simplemente vi como se levantaba y se recostaba a mi lado para luego encontrarme con la cabeza apoyada en su pecho.

-¿Mejor?- preguntó luego de un bostezo.

-Si- reí mientras movía las mantas para que ambos quedáramos cubiertos en ellas. 

Lo único que tenía en mente en este momento, era la reparadora siesta de belleza que estaba  a punto de tomar.

. . . . . 

Heeeey

que onda

comenten que les pareció el capítulo.

En el capítulo anterior no tuvo muchos comentarios por lo que, si quieren que la siga inmediatamente quiero más de quince comentarios, sino deberán esperar a la semana siguiente,

no olviden comentar que les pareció y votar la historia, kisses


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