Erelyn decide empezar una serie de cartas nunca entregadas a los amores de su vida, que más tarde puede que sean respondidas, y todas las cartas serán guardadas como un álbum de recuerdos familiar, para nunca olvidar qué es el Amor.
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Gracias a mi q...
Música en multimedia: We float - Dustin O'Halloran.
Mayo 19.
Querido Asher,
Hermano mío. Desde tu nacimiento eres la primera bendición viviente que llegó a mi vida, y te quiero como no tienes idea. No puedes tener idea porque de la misma manera que nosotros nunca pudimos decirles a nuestros padres que los queríamos "más", ni nuestros hijos a nosotros, tú no puedes decírmelo a mí. Porque yo estuve ahí desde tu nacimiento, tan sólo horas después. Y a mi parecer, los hermanos mayores casi siempre querrán más a los menores y no los menores a los mayores, aunque claro que sé que habrá uno que otro caso en el que por alguna razón no sea así... pero no en nuestro caso. Agradezco que nacieras cuando tenía yo once años, ya que esos once años de diferencia ayudaron a que nuestra relación de hermanos no fuera [tan] "tóxica" como la sociedad suele plasmarlas a veces. Desde pequeños peleamos poco, porque al ser de edades y sexos diferentes no queríamos las mismas cosas, y yo era más madura para reconocer que tú eras todavía un niño en crecimiento, en lugar de estar celosa.
Recuerdo la cosita diminuta que eras. Después de haber adorado la barriga redonda de mamá porque siempre había querido un hermano (eso agregado a las razones de porqué no peleamos mucho nunca), porque siempre me había dado curiosidad cómo se vería Eilis embarazada y porque sabía que allí dentro estaba el hermano que había deseado tener por once años: después, la espera terminó y llegaste; llegaste y te sostuve, llegaste y te vi sonreír, llegaste y te añadí en mi lista de amores.
Probablemente ya te esté pareciendo muy cursi todo esto, pero has aguantado por años así que puedes con esta carta.
Recuerdo cada gesto y acto nuevo tuyo que nos emocionaba. Los balbuceos, las risitas, la primera palabra, el primer paso, el primer diente: todo. (También recuerdo tus lloridos a media noche que no me dejaban dormir, pero te perdono, ya habré recuperado esas horas de sueño.) Es como si yo fuera tu segunda madre. También recuerdo cómo desde que naciste e hice cálculos de que yo sería grande cuando fueras a la escuela, me emocionaba la idea de ir a recogerte como tu hermana mayor. Años más tarde ese fue un sueño hecho realidad.
Gracias por ser, tan simple como eso. Por ser ese sueño hecho realidad de tener un hermano, y gracias por miles cosas más que alargarían esta carta infinitamente.
Siempre serás mi querido hermano.
Te desea un feliz cumpleaños, Erelyn.
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DedicadoamihermanoBenjamín.
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