Cap 32

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Aquí me encontraba. Ya habían pasado los días y estaba mejor. Ya no tenía ese molesto yeso y me encontraba de maravilla.

Estaba en las áreas verdes de la escuela. Faltaba solo 1 mes para que los chicos se graduaran. Estaba muy emocionada, mi Lucas con una toga y un birrete no me lo imaginaba.

Mamá me dijo que papá había llamado para saber cómo estaba, yo simplemente no quería hablar con él en esos momentos y ahora menos.

Mel me contó que Drake fue a verme en el hospital y Lucas no le encantó la idea y prácticamente lo hecho de allí, él es un buen chico, hasta ahora no ha tenido malas intenciones conmigo.

Lucas me sacó de mis pensamientos dándome un beso.

-¿En qué pensabas?- me sentó a mi lado.

-Nada- sonreí-¿Qué tal tu día?

-Como todos los días, pero contigo aquí se vuelve mejor-

-Entiendo-reí

Alze mi mirada y allí estaba Drake viéndome desde unas bancas que estaba algo distantes. Lucas atendía su teléfono y no se dio cuenta.

-Kendall, tenemos que irnos- dijo seco.

-¿Qué? ¿Por qué?- pregunté confundida.

-Sólo vamonos- me agarró por la mano para ir hasta su auto.

-¿Qué pasa?-me detuve.

No me contestó, solo me miro.

-Hey- chasqueo mis dedos en su cara.

En eso una voz chillona y muy conocida para mis oídos nos interrumpió.

-Mierda- exclamó Lucas por lo bajo pero audible para mí.

Era Annie.

-Hola Lucas, y tú-me miro.

-¿Qué quieres Annie?- Lucas bufo.

-No vengo a decirte nada a ti- se volteó hacía mí- Contigo quiero hablar-

Y más o menos que tiene ella que hablar conmigo.

-¿Sobre?-

-Ésto-me entrego un sobre-Supongo que te mereces varias explicaciones-miró a Lucas y le sonrió.

Perra.

-Bueno, eso era todo- y se fue.

Lucas miraba el sobre con miedo, con un movimiento rápido lo quitó de mis manos y no me lo quería dar.

-Dame eso- extendí mi mano.

-No-

-Es para mi, no para ti-respondí.

-Igual, no necesitas saber nada-

¿Qué no necesitaba saber? ¿Acaso me estaba ocultando algo?

-¿Qué no necesito saber exactamente?- me cruze de brazos.

Él solo movía sus dedos nervioso y miraba a otro lado. Mientras estaba distraído tomé el sobre rápidamente y lo abrí.

Él tenía razón, no debí abrirlo. No debía ver lo que acababa de ver y nunca debí quitárselo de sus manos.

Mis lágrimas corrían por mis mejillas. Lucas solo jalaba su cabello y maldiciendo por lo bajo y pegando uno que otro golpe a cualquier cosa que había. Estaba en shock, no me podía mover, sentía que mi mundo se desmoronaba.

En sobre contenía unas fotos, eran de Lucas y Annie besándose en el frente de la casa. No tiene fecha ni hora. Sólo quiero irme de allí, no quiero hablar con él. No lo quiero ver. No quiero nada de él. Me ha mentido y me duele.

Una Casa,  3 Problemas. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora