Cap 60

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Dios, los días avanzaban muy rápido y el tiempo se hacía corto con mi mamá. Mi padre en pocas palabras no le hablaba. Él tampoco mostraba interés.

Hoy volveríamos a California y por Dios, ahora estarán los padres de Lucas allá. Aunque ellos son un amor.

-¿No puedes quedarte unos días más?- me pregunta mamá otra vez.

Estoy desayunando junto a ella y Amber, los demás aún duermen o simplemente ya comieron.

-Ya hablamos eso mamá- le dice Amber.

-Lamento mucho no poder quedarme contigo, pero tengo otras cosas que hacer allá aún- le digo yo ahora.

Ella tiene la mirada algo pérdida pero hace una mueca triste.

-Kyle estará aquí para hacerte compañía unas semanas más- intento sonreír- No estarás del todo sola-.

-Lo sé, pero él no es ustedes- nos mira- Las amo muchísimo, me hacen falta aquí- sonríe triste.

Yo me levanto y la abrazo, Amber se nos une.

Después de terminar mi desayuno voy a cambiarme a mi habitación.

Lucas aún está dormido, o eso es lo que yo veo.

Mi teléfono suena, es el número de la casa de Lucas. Qué extraño.

-¿Aló?- digo contestando.

-Buenos días Ken, es la madre de Lucas- me había asustado.

-Ah, ¿cómo está señora?- le pregunto sentandome en la orilla de la cama.

-Bien cariño, ¿como les va por allá?. ¿como se portan mis niños?- me río por su comentario.

-Todo muy bien. Bueno, ellos están bien- le digo- Qué raro que me llame tan temprano- le digo preocupada aún.

-Oh, lo olvidé por un momento- suelta una risita- Por lo que verás es obvio que estamos en casa, lamentablemente por cosas de negocios tendremos que volver a New York mañana por la tarde y no creo que nos veamos- suelta.

A los chicos no les agradará ésto.

-¿Y ya les dijo a los muchachos?- pregunté curiosa.

Volteo hacía atrás para ver si Lucas aún duerme y es así. Me levanto de la cama para ir hasta la ventana, me siento en dirección a la cama para asegurarme que Lucas no escuche.

-No, precisamente te llamé a ti. Quisiera que tú le dijeras- me dice.

-Ehm- dudo- No lo sé-.

-Aunque estaba llamando a Lucas y no me contestó- dice extrañada.

-Sí, es que está dormido- me río.

-Si no llamaré más tarde. Es que quería decirte a ti para que supieras-.

-Seguro. ¿Ni siquiera irán unos días después?- le pregunto.

-No estoy segura. Intento hacer tiempo para ellos en verdad, pero es difícil con tanto trabajo por hacer- responde algo triste.

-Le entiendo, no se preocupe. Sólo le comento que debería hacerlo, ellos los extrañan mucho- sonrío de lado.

-Lo sé- suspira- Debo irme Ken, muchas gracias por todo. Llamaré en cuanto pueda, besos adiós- corta la llamada.

Pensándolo bien, no le diré que su madre me llamó. Sólo dejaré que ella les explique a ellos todo.

Miro mi reloj, son las 9am.

Una Casa,  3 Problemas. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora