Capítulo 64.

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Lucas.

-¿Y Ken?- me pregunta Mel estando en la cocina.

-Creo que está arriba-le digo y ella asiente.

Termino de comer y luego voy a su habitación a ver que tal está. La verdad es que con lo que pasó hoy en el cine ha estado algo rara.

Cuando estoy en la puerta de la habitación escucho su voz, creo que habla por teléfono. Me detengo un momento antes de entrar.

-¿Sí?- contesta ella.- No, ni te- vuelve a decir. -Ni te importa- la escucho reír y luego carraspear- ¿En qué puedo ayudarte...- me veo interrumpido por un grito en mí oreja de Mel.

-Deja de ser tan chismoso- dice riéndose. Le hago una mueca y decido entrar.

-...pues no es algo que me involucre o que me importe en realidad- ¿con quién estará hablando para decir esas cosas?  Me siento a su lado a esperar que termine de hablar.

-Lo siento si suena grosera de mí parte, pero, ¿desde cuando tú tienes que darme explicaciones de con quién andas o no?- Esperen un momento... ese hijo de puta- Lucas es el único al que le pido explicaciones-. Dice ella.

-Para ti Lucas es un santo, cuando en realidad no lo es- Pude escuchar perfectamente- Por esa razón y muchas más que no hace falta decir, deberías estar conmigo, no con él- Este maldito.

Le arranque el teléfono del oído a Kendall y hablé yo.

-¡Eres un hijo de puta!- le grité- Tú no me conoces, por esa razón debes mantenerte al margen, ¿Debe estar contigo? Después de lo ocurrido hace días ¿ella estaría contigo? Por favor Drake, quierete. Ah, y sí quieres andar con tus dos piernas, tener descendencia y ver con tus lindos ojos, aléjate de Ken, sólo es una advertencia- y corté la llamada. No quería escuchar lo que tenia que decir porque si me colma la paciencia voy a su casa a ponerlo en su lugar.

Respiro intentando mantener mi paz interior. Mi vista queda fija en la pared cuando recuerdo que tuve que ir a buscar a Kendall a casa de Drake porque ese maldito enfermo la quiere para él y eso nunca pasará mientras yo viva. Nada más de sólo pensar que pudo haberla tocado o algo, la sangre me hierve. Apretó el celular de Ken en mis manos, cierro los ojos por un momento calmandome si no quiero romperlo por la mitad. Extiendo mi mano entregarselo sin dirijirle la mirada. Ella parece notar mi molestia pues su expresión cambia al verme.

Me quedo ahí y ella se pone de pie abrazandome y al principio no le respondí. Luego pase mis manos por su cintura para atraerla más hacía mí.

En eso me acordé de algo importante.

-Tenemos que hablar...- le susurre.

Se tensa al instante que le digo eso y se separa poco a poco de mí. Me mira directo a los ojos, maldición. Ella me trae demasiado loco y affffs.

Ella me mira esperando que hable, más nervioso no puedo estar. Lo peor es que no puedo hacer nada con esta situación.

Tomo de su mano y me dirijo con ella hasta la cama y hago que se siente en mis piernas. 

-Prometeme que no te alterarás, ¿sí? Sólo deja que hable y luego me bombardeas con las preguntas que quieras- le pido, ella asiente.

Tomo una gran bocanada de aire y la miro directo a los ojos.

-Me iré a Canadá- suelto.

Ella al principio como que no entendió, me miró confusa procesando mis palabras y luego se puso seria.

-Me iré a estudiar para allá- le digo casi en un susurro.

Ella se pone de pie lentamente pero yo vuelvo a jalarla hacia mí.

-Dime algo...- le ruego.

-No sé qué decirte la verdad- suspira- no me esperaba algo así Lucas- volteó sus ojos.

Se que está molesta, pero no veo razón ¿sólo por decirle que me voy? Creo que es peor si no le dijera, aunque eso es imposible.

-¿Por qué te molestas?- le pregunto.

-¡Habíamos acordado que estudiarías aquí!- casi me está gritando, ella sabe que no tolero eso- ¡No que te fueras a estudiar a otro país!- dice exasperada.

-No es que no quiera estar cerca de ti Ken- la jalo hasta mí- En Canadá tengo más oportunidades, aunque no lo creas. Por eso metí para allá- le explico.

-¿Oportunidades de qué?- se separa de mí, le está costando asimilar ésto. Sé que acordamos eso, pero ella tiene que entenderme y ponerse en mí lugar.

-Mejores estudios, un buen trabajo, una buena carrera- le nombro- y muchas cosas más Ken-.

-¡También más oportunidad de estar con otras chicas!- dice.

Niego con mi cabeza.

-¿Cómo podré estar con otras si estoy contigo?- le pregunto- No estoy hablando de irme hoy, mañana o la semana que viene, me voy en unos meses mi princesa- la abrazo- no seas tan dramática.

-¿¡Qué no sea tan dramática!?- se separa de mí, otra vez. ¿qué le picó a esta mujer?- A ver, si yo me fuera ¿no pensarías en ese tipo de cosas?- pone sus brazos en jarra.

-Pero no te vas- le digo, su expresión cambia a una pensativa.- Porque no te vas, ¿verdad?- pregunto extrañado.

Ella parece pensar antes de responder. Esto no me gusta nada.

-N-no, no me voy- tartamudea. Uhm.

-Ken...- la llamo.

-¡No desvíes el tema!- me señala.

-No estoy desviando nada- le respondo serio.

-Sabes qué- me mira- Me parece bien que te vayas, te irá mejor, podrás estar más tranquilo sin nadie que te moleste, podrás hacer lo que quieras, tendrás una vida feliz- dice.

No no no.

-No lo veas de esa forma, o sea sí me irá mejor en cuanto estudios y eso-digo rápidamente.- Pero tú te quedarás aquí- sonrió triste.

-En realidad, yo también creo que me iré- iba al salir del cuarto pero la detuve porque quiero que me explique eso. Se soltó de mi agarre bruscamente- Quiero estar sola, necesito pensar- la solté lentamente, su expresión me rompió el corazón. Y me quedé ahí, analizando todo.

No la quiero perder, la amo tantísimo.

Hola mis bebés.

Espero estén muy bien mis amores, sepan que los amo muchísimo.

💜😚💘💕.

-Leomarys⚠.

Una Casa,  3 Problemas. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora