Let me go. (Raura FanFic)

Capítulo 19

––¿Sabes? A veces pienso que me sigues solo para molestarme la vida, más de lo que ya lo has hecho ––Escupí, a la defensiva, acomodándome el morral sobre mi hombro.

––Es un sentimiento compartido ––Soltó él.

––¿Disculpa? Si desde que llegaste he intentado alejarte lo mayor posible de mí.

––No me refería a tu presencia física.

Puse los ojos en blanco y seguí con mi camino, y estando a mitad de camino recibí una llamada de la persona que menos pensé que llamaría.

––No puede ser ––Susurre tecleando el "aceptar"

––¿Hola? ––Dije emocionada.

––Escucho que me extrañas bastante.

––¡Claire! ¡Oh por Dios! ¡Claro que te extraño grandísima engendra del demonio! ––Exclamé.

––Y yo a ti Laura, mucho, siento no haberte llamado antes, he estado algo ocupada con lo de la Universidad.

––Y bueno, ¿Cómo te ha ido? ¿Dónde estás viviendo? ¿Tienes novio? ¡Tenemos mucho que contarnos!

Se escuchó una pequeña carcajada, del otro lado del teléfono.

––Sí que tenemos, por ahí Mat me comentó algo bien interesante.

No la podía ver pero sabía que lo decía alzando las cejas y haciendo cara de pervertida.

––Sí bueno, nada que me enorgullezca decir ––Resople entre dientes–– Pero bien, ¿Cuándo estás libre? Tal vez pueda ir a visitarte a Nueva Orleans.

––¿Y qué me dices ahora?

Fruncí el ceño, y fue cuando sentí que me tocaron el hombro con un dedo.

Me voltee acelerada, y vi a la persona que más necesitaba en ese momento.

––¡No juegues! ¡Oh por Dios Claire! ––Con un desasosiego descomunal, casi me le abalance encima–– Pe-pero ¿Qué haces aquí? ¿Por qué no me avisaste? ––Y antes de que la dejara responder.. –– No importa, lo único que importa es que estás aquí.

––Ay Dios Laura, te extrañe un montón, aunque en Nueva Orleans las personas son super afectivas, nadie como tú chica.

––¡Tenemos mucho que hacer!

––Puedo quedarme solo este fin de semana contigo.

––Bueno, un fin de semana.. es un fin de semana.. no nos veíamos hace más de un año.

Después de la muy fraternal bienvenida, nos encamínanos por un lado del campus, le enseñe lo que pude y luego nos sentamos en una de las cafeterías a tomar un café.

––Por Dios Laura, dos carreras, ¿Cómo le haces? Yo con demasiado esfuerzo puedo con una ––Afirmó dándole un sorbo a su café.

––Bueno, ya sabes, debía mantener mi mente ocupada, y además sabes que ambas carreras me apasionan, así que por qué no?

––Eres como Lauraman, lo juro, y bueno, me contaste algo de clases de baile.

––Ah sí, de hecho, me inscribí en un concurso, estamos en ensayos para que toda la clase participe.

––Oh, y ¿De qué es el tuyo?

––En realidad es un dúo.

––Tú y.. ––Alargó.