Let me go. (Raura FanFic)

Capítulo 22

*Recomiendo escuchar canción en la descripción*

––¿Laura?

––Buenos días ––Dije entre una media sonrisa.

Había estado yendo diariamente al hospital y pasaba todo el tiempo libre que tuviera. Ross llevaba una semana internado, pero hoy le darían de alta.

––¿Hace cuánto que estás aquí? ––Inquirió con un bostezo.

––Hace unos 30 minutos, no quise despertarte.

––Bueno, en vista de que hoy salgo, debiste hacerlo, no debo perder ni un segundo de tu compañía ya que muy seguramente allá afuera, no será tan constante.

Reí.

––Jamás pierdes el buen sentido del humor, ¿no es cierto?

––Nunca linda.

––No debes preocuparte por eso aún, me comprometí a cuidarte.

Él se tornó algo serio.

––Laura, sabes, aunque podría pasar las 24 horas contigo, no quiero representar una carga para ti, no debes hacerlo.

––Lo sé y quiero hacerlo Ross ––Aseveré poniendo mi mano sobre la suya.

En realidad, no sabía si lo que sentía era por algo llamado "culpa", por mi alma naturalmente caritativa o si era tal vez por otra cosa.

––Además, alguna vez fuimos mejores amigos, eso es algo que nunca va dejar mi cerebro, por más idioteces que hayas hecho y que muy seguramente harás en un futuro.

––¿Tu cerebro se sobrepuso a mis post-estupideces? ––Preguntó en broma.

––Así es ––Respondí de igual manera.

––Bien, pues tampoco me puedo hacer tanto de rogar, ¿no es así?

Mis labios ladearon.

En ese momento, la enfermera ingresó con toda la historia clínica para que Ross firmara el certificado de salida. Nos dirigimos al auto de Calum y lo llevamos a la Universidad. Él no quiso volver a su casa, decía que perdería aún más el ritmo con los estudios y que quería ponerse al día lo más pronto posible. Yo personalmente informé a Stormie sobre todo lo ocurrido, pero ella no pudo ir debido a que se encontraba también en una recuperación post-operatorio. No era nada grave por supuesto, pero necesitaba total reposo.

––¿Cómo te sientes amigo?

––Uf, como en casa Calum ––Suspiró.

––Bueno, si quieres, dame las formulas e iré a reclamarte todo el medicamento antes que la farmacia cierre.

––Pues, te lo agradecería mucho, gracias.

Ross le indicó donde estaban, y él emprendió camino.

––¿Quieres ver un poco de televisión? ––Pregunté.

––Sí, estaría bien.

Encendí el aparato y estaban pasando una película. Me recosté sobre un sillón al lado de su cama.

––El colchón es más cómodo ––Interpeló.

––Estoy bien aquí, gracias.

Entonces empezamos a ver el filme.

––Oh, ya habíamos visto esa, ¿lo recuerdas? ––Comentó, algo emocionado.

La escena llegó a mi memoria y no pude evitar soltar una carcajada.