II. TELL ME A LIE.

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DÍA UNO.


El despertador sonó por quinta vez, tenía la cabeza metida bajo la almohada y aún podía escuchar el irritante sonido. Me senté en la cama y froté mis ojos, di un bostezo y miré la hora.

—¡Demonios! —Grité levantándome y corriendo al baño—. Llegaré tarde.

Entré a la ducha y tomé un corto baño. Al salir apresuré mi rutina matutina, apliqué la crema sobre mi cuerpo sin la delicadeza habitual, coloqué mi ropa interior y rebusqué en el armario por algo de ropa de oficina, tomé una falda de vestir gris, una camisa color azul y un blazer formal de color negro. Una vez vestida fui al baño a maquilarme, polvo, rubor y brillo labial, todo en tonos suaves, apliqué algo de máscara y me peiné como de costumbre para ir al trabajo, con el cabello completamente recogido, asegurándome de que ningún mechón quedara suelto. Tomé mi bolso y los lentes de pasta que utilizaba innecesariamente, bajé las escaleras y me dirigía a la cocina.

Allí estaba Jessy, el desayuno estaba listo y servido.

—Buen día, Jessy. —Dije y bebí apresuradamente el jugo de naranja.

—Buen día, Grace.

—Esto se ve delicioso Jessy pero no podré comerlo —Ella me miró claramente disgustada y preocupada—, lo siento, pero ya voy tarde.

—Por lo menos promete que comerás algo en la oficina. —Su rostro serio.

—Lo haré, no es para tanto —Sonreí, ella levantó una ceja—. Lo prometo, comeré algo más tarde.

Tomé algunos papeles de mi estudio, mi bolso y salí.

Subí a mi auto y emprendí rumbo a la oficina. Al llegar estacioné y después de tomar mis cosas caminé hacia el ascensor privado, sólo lo usábamos Gemma, Harry, yo y algunos empleados de alto rango, maqué el piso 9 y empezó a subir al llegar a mi piso di un leve "Buenos días" y los empleados me respondieron igual, sin mirar a los lados entré a mi oficina... por alguna razón me sentía nerviosa y las manos me cosquilleaban justo en la palma, era por Harry... empiezo a creer que no debí acostarme con él, aunque no se haya dado cuenta de que era yo.

—Llegaste 8 minutos tarde, Grace —Escuché su varonil voz a mis espaldas—. Buen día —No puede evitar recordar la noche pasada—. ¿Estás bien? Tú nunca llegas después de la hora.

—Buen día, Harry —Me giré para verlo recargado en la puerta—. Sí, estoy bien.

—¿Segura? —Comenzó a acercarse lentamente y mis manos empezaron a temblar con mayor intensidad—. Te ves algo alterada y nerviosa.

—No es nada, no te preocupes. Pasaron... ciertas cosas anoche y me quedé dormida ésta mañana. —Sonreí tratando de parecer lo más calmada posible.

—¿Algo malo? Grace, si necesitas ayuda puedes...

—¡No! —Me apresuré a decir—. Todo está bien, sólo digamos que fue una muy interesante noche. —Harry asintió sonriendo. Fervientemente rogaba para que él no supiera de lo que yo estaba hablando.

—Te entiendo, yo también tuve una muy pero muy interesante noche.

—Pues me alegra, pareces muy contento ésta mañana.

—Lo estoy —La sonrisa aun en su rostro.— ¿Has revisado las fotos?

—No, ya las reviso.

—No hace falta Srta. Gibbs, yo lo hice y escogí las mejores de la colección. Gemma también me ha enviado las que cree están bien, y como ella no llega sino hasta el viernes pidió que por favor tomáramos las decisiones.

Legs open... behind closed doors. | Harry Styles | #Wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora