Todos en la oficina de Contra medidas de Kira se quedaron observando fijamente al pelinegro, esperando a que hiciera algún comentario o, al menos, se moviera.
Watari, quien era el más apegado al joven al haber cuidado de él toda su vida, se acercó hacia Ryusaki y posicionó su mano en el hombro del muchacho, sacándolo así de su estado de shock.
-¿Te encuentras bien L?- la voz de Soichiro Yagami se escuchó bastante fuerte incluso para ser no más que un susurro.
El pelinegro asintió sin mirar al detective, se deshizo del agarre de su guardián y con un movimiento mecánico se dirigió a su cuarto, en donde procedió a encerrarse sin dar explicación alguna.
Dentro de la habitación, el joven detective no dejaba de dar vueltas con la misma incógnita rondándole la cabeza una y otra vez.
¿Qué hacía su novio con esa rubia?
Por más que buscaba la respuesta, Ryusaki no encontraba alguna lo suficientemente creíble como para convencerse de que Light no lo engañaba. ¿Cómo era posible? Él era una detective de fama mundial, podía resolver casos completamente difíciles y no era capaz de hallar una explicación lógica para la foto que había visto.
Algo mareado, luego de tantas vueltas, se sentó al borde de su cama. No encontraba razón alguna para que Light lo engañara. Si, era verdad que no se habían visto en mucho tiempo y que casi nunca hablaban, pero ellos se amaban, ¿qué no era eso razón suficiente?
¿Por qué los sentimientos son tan complicados? Murmuró para sí mismo antes de dejarse caer en la cama e intentar encontrarle la lógica a aquellas cosas llamadas sentimientos.
...
El rostro de Light Yagami se encontraba adornado por una clara mueca de aburrimiento y descontento. El mayor de los hijos de Soichiro había pasado horas escuchando la inútil charla de aquella rubia que se hacia llamar su novia. ¿Qué le importaba a él las últimas novedades en el mundo del espectáculo? No le importaba la vida de los amigos de la estúpida muchacha.
-¿Light me estás escuchando?- la voz chillona de la rubia cambió a un tono de enfado.
-...- el castaño tardó un poco en reaccionar- si, Misa. Te escucho- dijo arrastrando las palabras.
La rubia fijó su mirada en el rostro del castaño, sabía perfectamente que eso era mentira. Pero que importaba si podía seguir pasando tiempo con su hermoso caballero, aquel que la había salvado de morir igual que sus padres.
-Nee Light- la actriz se sentó en la cama, miró que su novio siguiera con los ojos cerrados y deslizó su mano por la pierna de este- ¿Por qué no nos divertimos un rato?
Ante la pregunta de la rubia, el castaño abrió los ojos completamente sorprendido.
-No podemos Misa- trató de relajar la expresión de su rostro- Por ahora es mejor que no- afirmó fingiendo una mueca de total decepción.
Misa soltó un suspiro y se recostó en la cama dándole la espalda a su acompañante.
Light, al ver esa acción de parte de la rubia tomó sus cosas y tratando de ser silencioso salió de la habitación.
Apenas puso un pie fuera del edificio, los policías encargados de vigilar al castaño se pudieron alerta. Por otro lado, el joven, tratando de mantener una faceta tranquila, caminó a paso normal como si no supiera que era observado.
-Hey, Light- Ryuk llamaba por su atención- ¿No piensas hacerle caso a esa rubia de grandes pechos? – dijo el shinigami riendo.
El castaño hizo una mueca de total desagrado y siguió caminando.
Los oficiales mantenían una distancia prudente, seguían cada acción del castaño y por mucho que lo negaran se sentían cansados de mantener vigilado a un mocoso que solo se la pasaba encerrado en su casa o salía con su novia a follar.
...
Misa Amane se sentía furiosa, era imposible creer que su novio no se dignara a prestarle atención cuando muchos hombres de ese país rogarían porque ella les dedicara una mirada.
-¿Qué le sucederá a Light?- preguntó la muchacha en voz alta.
-Deberías dejarlo, Misa.
La rubia soltó un pequeño grito de sorpresa, frente a ella se encontraba un shinigami blanco, aquel shinigami que la había hecho dueña de una Death Note.
-No lo haré, Rem- la muchacha dijo tranquilamente- Light es mi caballero, juntos dominaremos el nuevo mundo que creará- sonrió ante la idea que se formaba en su mente.
-Entonces has algo para ayudarlo. Logra que te ame –lo último fue dicho en un susurro inaudible.
-¡Eso es!- la rubia se puso de pie inmediatamente al recordar lo que Ryuk le había mencionado hace algún tiempo- Solo debo asesinar a L –mientras hablaba iba buscando algo entre sus pertenencias- si lo asesino, Light me lo agradecerá y se quedará a mi lado toda la vida.
Pensando en lo que haría, la rubia comenzó a escribir sobre la hoja que había encontrado. Daba por seguro que esa nota permitiría que el tan famoso detective mostrara su rostro y, con eso, firmara su sentencia de muerte.
-Rem...- la muchacha volteó a mirar a la shinigami- Ha llegado el momento de ser parte del juego.
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Siento mucho la tardanza. Lo más probable es que no estén contentxs con este capítulo, sinceramente yo no lo estoy, pero no puedo avanzar más que esto.
En verdad me disculpo, por no poder publicar más seguido. Si les soy sincero, ando pasando por un periodo depresivo muy fuerte y el bloqueo mental no hace más que empeorar.
Lo de siempre, pedirles un poco de paciencia para conmigo. Sé que no lo merezco pero no olviden votar y dejar un comentario.
Ao.
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Amándonos en la oscuridad
FanfictionLight Yagami es un joven estudiante que en una noche de invierno decide recoger a un borracho e inconsciente pelinegro, el cual es capaz de llevarlo a desarrollar las dudas más impensables de su vida y además de eso... algo peor que podría afectar l...