Decisiones

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Ryusaki observó todo el teatro armado por Light con cierto recelo. La mitad de su cerebro decía que eso era falso, que no se dejara engañar por la supuesta desesperación del castaño; sin embargo, la parte no racional, la que aún quería pensar que Light no era el culpable, le decía que le creyera, que fuera a socorrerlo pues no era normal que su cuerpo cayera de esa manera luego de unos segundos.

– ¿Ryusaki? – La voz de Watari no fue más que un susurro, pero sirvió para sacarlo de su trance.

– ¿Qué rayos le has hecho a mi hijo, Ryusaki? – Soichiro gritó tan pronto notó la imagen revelada por la cámara de seguridad – ¡Basta ya de tus experimentos! ¡Light no se merece ser tratado así!

El mayor de los Yagami estaba furioso, listo para golpear al detective. Se trataba de su hijo, de su amado Light. Caminó con paso decidido hacia Ryusaki pero Mori lo detuvo. Volteó con furia, dedicándole una mirada llena de cólera a su subordinado. El contrario vaciló por un momento pero negó con la cabeza con toda la firmeza que poseía.

– Ryusaki –- el tono de voz de Soichiro mostraba su ira – Voy a ir con mi hijo – dijo soltándose del agarre de Mori – y, por tu bien, espero que no me lo impidas – sentenció saliendo de la habitación siendo seguido por Watari.

Soichiro caminó con paso rápido a través de los diferentes pasillos. Necesitaba llegar hasta donde se encontraba su hijo lo más rápido posible. Escuchaba unos pasos detrás de él, poniéndolo nervioso. Miró de reojo y descubrió al mayordomo inglés.

Se detuvo frente a la puerta.

– No intente detenerme, señor Watari – dijo.

– No es por eso que estoy aquí – la respuesta fue dada con calma. El mayor se adelantó, colocándose frente a la puerta y haciendo a un lado a Soichiro. Con tranquilidad, deslizó la tarjeta que le permitía el acceso a la celda – Estoy seguro que Ryusaki está igual de preocupado que usted. Debe entender que esto también es difícil para él.

Sin agregar nada más, Watari se dio la media vuelta, regresando por donde había venido.

Un quejido hizo eco dentro de la celda.

– ¿Light? – el mayor ingresó completamente desesperado. Acercándose a donde se encontraba su hijo sin pensarlo dos veces.

Light abrió los ojos con cierto esfuerzo. Se encontraba confundido y sin saber muy bien que le había pasado.

– ¿Papá? – fue lo primero que pronunció al notar la presencia de su progenitor.

– ¿Estás bien? – la preocupación era palpable en su voz – ¿Qué te pasó?

– No lo sé – respondió Light con sinceridad llevando una mano hacia su cabeza intentando recordar – Me siento mareado.

– Salgamos de aquí – fue lo único que respondió el mayor.

L observaba todo a través de las pantallas. Sin darse cuenta, dejó escapar un suspiro de alivio cuando notó que Light abrió los ojos.

– ¿Por qué te empeñas en acusarlo? – Watari era el único presente en la habitación.

– No entiendo a qué te refieres, Watari – intentó evadir el tema.

– Dudas del joven Yagami pero te haces daño en el proceso de acusarlo – el mayordomo colocó una taza de té y un panecillo frente al detective.

– Debo resolver el caso – fue la única respuesta que dio.

– Estoy seguro que lo resolverás, mi querido L – Ryusaki volteó con los ojos abiertos enormemente debido a la sorpresa. Watari no lo llamaba así desde que era un niño – Pero me preocupa el precio que debas pagar para hacerlo.

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⏰ Última actualización: Mar 21, 2020 ⏰

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