— ¡Ryusaki! – el grito de Light rompió el silencio que había en la sala de investigaciones.
Todos los presentes voltearon a ver al hijo de su jefe mientras que Ryusaki se paró de su asiento y caminó hasta donde se encontraba el castaño.
Había pasado una semana desde que Light había abandonado los cuarteles diciendo que no era posible para él ver como torturaban a su novia. Aquello había sido duro para Ryusaki pero, haciendo uso de sus facultades, había logrado fingir que no le importaba.
— ¿Has descubierto algo, Light? – preguntó L sin mirar al castaño en específico.
— No, pero me gustaría hablar contigo – respondió Yagami – en privado – señaló al notar que todos los presentes estaban muy atentos a su intercambio de palabras.
El de cabello negro asintió y sin decir nada más empezó a guiarlo hasta un salón contiguo. Tomó asiento en uno de los sillones y cogió uno de los pastelitos que se encontraban frente a ellos.
— Entonces, ¿qué es lo que querías decir?
El castaño miró al contrario con cierto pesar. Sabía que lo que seguía no era fácil; sin embargo, decir adiós era necesario si quería llegar a su meta.
— Quiero que me encierres – anunció parándose frente al detective.
Ryusaki abrió los ojos con sorpresa – ¿De qué estás hablando, Light? – preguntó intentando no sonar tan exaltado.
— A pesar de tener a Misa encerrada no estás satisfecho – empezó a hablar el muchacho – Aún crees que yo soy Kira pero por alguna extraña razón no me has hecho nada. Sinceramente, no puedo permitir que maltrates así a mi novia bajo la excusa de que es sospechosa. Si vas a tenerla encerrada, entonces enciérrame a mí también – declaró.
El británico se quedó en silencio observando al que había sido su novio hacía poco para finalmente asentir.
— Está bien. Si tanto quieres que te encierre así lo haré. Si las muertes se detienen significa que tanto tú como Amane son Kira y serán presentados ante el mundo para su ejecución – dijo Ryusaki con un tono robótico sin poder creer lo que acababa de escuchar.
Light asintió y se sentó en el mismo sillón en el que Ryusaki había estado segundos antes. Pocos minutos después, su padre entró seguido de Watari y Mori. Los dos últimos le dieron una mirada de compasión y lo esposaron mientras el jefe Yagami seguía sin poder digerir la situación.
...
Light llevaba tres días encerrado.
Su ropa había sido cambiada por un cómodo conjunto negro. Mori y Watari habían sido los encargados de llevarlo a su celda con los ojos completamente vendados. La venda había sido retirada tan pronto como habían llegado al espacio que iba a ocupar. Sus pies y manos habían sido atados y luego de asegurarse que podía moverse solo lo necesario ambos habían salido del pequeño recinto que se encontraba, al parecer, en un piso diferente al que tenían encerrada a Misa.
Esos tres primeros días habían sido insufribles. El silencio sepulcral y la sensación de estar siendo observado lo ponían nervioso. Había apostado todo por ese plan y no podía cometer ningún error.
Volteó hacia uno de los lados y visualizó a su shinigami.
Ryuk parecía el más afectado con el encierro. A pesar de solo haber transcurrido tres días, el dios de la muerte se encontraba al borde de la locura por falta de manzanas. Aquello le hacía gracia Light; sin embargo, no podía darse el lujo de reírse puesto que Ryusaki se daría por enterado de que algo andaba mal.
ESTÁS LEYENDO
Amándonos en la oscuridad
FanficLight Yagami es un joven estudiante que en una noche de invierno decide recoger a un borracho e inconsciente pelinegro, el cual es capaz de llevarlo a desarrollar las dudas más impensables de su vida y además de eso... algo peor que podría afectar l...