Capitulo 6

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Después de pasar ese momento tan vergonzoso, Ezra me llevo a mi casa como había dicho aunque de igual manera que hace rato, todo el camino permanecimos en silencio.

Después de varios minutos estaciono su auto en la entrada de mi casa.

-Espera.-Me dijo cuando yo iba a abrir la puerta. Lo voltee a ver y aleje mi mano de la puerta.

Ezra sale del auto y trotando, llega a abrirme la puerta y a tenderme la mano. Era muy incómodo para mí pero tampoco lo dejare con la mano estirada.  Cuando salí del auto, el cierra la puerta y me da a mi primero el paso.

-Fue agradable estar contigo.-Dice formando media sonrisa.

-Lo mismo digo.-Conteste

-¿Segura?-

-¿Por qué lo dudas?-Detuve el paso y lo mire.

-Tu rostro expresaba incomodidad desde que llegue por ti.-Cruzo sus brazos

-No era incomodidad-Dije en voz baja.-Solo sentía mucha pena.-Confesé

-¿Podre saber porque?-Pregunto

Abría la boca pero no me salía ni una sola palabra. ¿Por qué me estoy poniendo nerviosa? Ni yo misma se la respuesta.

-Como dijo mi madre.-Baje la mirada.- Estoy acostumbrada en estar siempre con las mismas personas.-Juguetee con mis dedos.- Me moría de la pena cuando viniste por mí, es por eso.-

En realidad no esperaba de inmediata de el, dije morirme de pena hace un rato cuando aun estoy en las mismas.  Maldita timidez que me cargo.

-Chica tímida.-Dice en tono de burla.

Pone su dedo debajo de mi barbilla y me levanta la mirada. El parecía bastante divertido con lo que le dije, de hecho, debería estar molesta pero no lo estoy.

Me aclare la voz y voltee para otro lado alejando su dedo de mí.

-Gracias por lo de hoy.-No sabia que decir

-De nada.-Volvió su voz suave

Esto era más incómodo que cuando Sara vino con nosotros hace un rato. Nos quedamos parados uno enfrente del otro sin decir nada, yo no sabía que decir y parecía que el mucho menos.

-Nos vamos en el trabajo.-Levante mi mano

-Sí, claro...-Estrecho su mano con la mía y la aprieta un poco fuerte.-La espero para darle la bienvenida.-

-Sí, gracias.-Aleje mi mano de la suya y camine a la puerta de mi casa.

Me detuve para abrir la puerta y en el reflejo de la ventana, observe que Ezra me miraba adentro de su coche. Hice como que no vi nada y entre a mi casa.

-Qué bueno que has vuelto.-Se escuchó la repentina voz de mi madre.- ¿Cómo te fue?-No podía ocultar su entusiasmo

-Bien.-Fingí una sonrisa y camine yendo a la cocina.

-Solo... ¿Bien?-Dijo detrás de mi tomándolo como chiste.- Ahora entiendo porque no quieres irte.-

-¿Piensas que por el me quedare?-Señale la puerta

-Lo entiendo. Es muy lindo, caballeroso y so...-Decía mirando el techo con una enorme ilusión que yo después rompí.

-No, mama. Ezra no tiene nada que ver con mi decisión.-Comente poniendo los ojos en blanco.

Conozco esa reacción de mi madre. Cree que es el hombre perfecto ¿Por qué todos creen que un hombre millonario, es el hombre perfecto? Es algo estúpido porque solo es interés de algo que es de otra persona.

Blank SpaceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora