La oscuridad de la noche las cubría, apenas podían ver. La linterna que llevaba Chloe a cada rato titiliaba, indicandoles que muy pronto se apagaría.
– ¿Estás segura de tu olfato? –pregunta Chloe a Fergie, que iba adelante–, llevamos horas caminando en circulos –se queja sentandose en una roca.
– Muy segura, Chloe –aparece al frente de ella gracias a su velocidad vampirica.
– ¡Rayos, Fer! –exclama llevandose una mano al pecho. Aun no sé acostumbraba a "los poderes" o "dones" que tenía Fergie gracias a su vampirismo.
– Shhh –le tapa la boca–, me apareció escuchar algo –le susurra mientras agudiza su oido para escuchar mejor.
La castaña iba a preguntarle qué habia escuchado, pero un aullido hace que se ponga de pie rapidamente.
– Corramos –hablan a la vez y sin más que decir empiezan a correr lejos de aquel aullido que se habia escuchado MUY cerca de ellas.
Corrieron por horas sin darse cuenta que cada vez más se adentraban al bosque, al corazon de éste. Aunque no era la primera vez que que lo hacían... Era la segunda. Y sentian terror de lo que les pudiera pasar.
– ¡Chloe! –el grito de Fergie hace que la castaña se detenga para verla, da varias vueltas sobre su eje para buscar a su amiga, pero no logra verla.
– ¡Fergie! –grita de vuelta esperando que se aparezca al frente de ella, pero no fue así.
Mira a todos lados, angustiada que hayan agarrado a Fergie... Esperen ¿agarrarla? Pero, ¿quién? Eso no lo sabía, pero sí sentía que estaban siendo vigiladas desde que se adentraron. Y lo confirmó al ver un par de ojos brillando de color rojo, como los de un lobo.
Sin saberlo, empieza a caminar para atras, aun viendo esos ojos, que a su parecer se iban acercan.
Tropieza con la rama de un árbol, cayendose. Un grito pequeño se escapa de sus labios al sentir que cae sobre algo suave. Con lentitud se voltea esperando encontrar un simple colchón viejo que alguien hubiera dejado, pero no lo es.
Un cuerpo sin vida, lleno de sangre por todos lados, su cuello destrozado como si un animal lo hubiera atacado, en sus tobillos pudo identificar lo que eran garras.
Unas fuertes arcadas la invadieron, era una cosa demasiado asquerosa.
Un ruido hace que se vea en dirección de éste y suspira con alivio al ver a su rubia favorita a su lado.
– Eres tú –murmura viendola, detallando que tenía barro por todos lados y unas cuantas ramas por su cabello.
– Me caí por un barranco –responde antes de que preguntara–. Veo que encontraste el cuerpo –acerca su mano al cuerpo y agarra un poco de sangre para olerla.
– ¿Qué crees que haya sido? –pregunta viendo al cuerpo destrosado.
– No sé decirte eso, pero puedo decirte que no fue un animal –responde mientras prueba la sangre, para luego dar una arcada y escupir–. Y eso no era humano –tose llevandose la mano limpia a su garganta.
– ¿Estaba podrida?
– No lo creo, la sangre está un poco tibia. Puedo ser que tenga unas horas de muerto –escucha un crujido–. Y el asesino debe estar cerca –se pone de pie, haciendo que Chloe también lo haga.
Ambas chicas miran al frente y ven unos ojos rojos (los mismos que vio Chloe).
– Chloe... –murmura la rubia agarrando la mano de su amiga–. Sube a mi espalda –demanda aun viendo a los ojos.
La castaña sin dudarlo hace lo que dice, aunque no lo quería hacer. Quería averiguar de quien o de qué eran esos ojos, pero no quería morir esa noche. Así que viendo por ultima vez esos ojos, se agarra fuerte del cuello de Fergie y ésta empieza a correr a fuera del bosque.Eran pasadas de las 12 cuando llegaron a casa, esa noche Chloe se quedaría en casa de Fergie.
Entraron tratando de no hacer ningun tipo de ruido y rogando a que Will estuviera dormido, pero al ver que la luz de la sala se enciende revelando al pálido de lunares sentado en un sillón y mirandolas seriamente.
– ¿Qué haces despierto a ésta hora, William? –pregunta Fergie dando un paso al frente.
Will, al ver las manchas de barro y las ramas en su cabello, se pone de pie rápidamente.
– ¿Qué coño les pasó? –pregunta al verlas a ambas mejor–. No estaban así cuando salieron de casa –se cruza de brazos.
– Eso es clasificado –pasa a su lado, pero es detenida por la mano de Will al rededor de su brazo–. Will, sueltame –la castaña que estaba mirando todo desde un tercer plano, decide interferir.
– Fergie, le tenemos que decir –antes ya habian tenido esa conversación.
La rubia se negaba a que metieran a Will en el mundo de lo sobrenatural, quería protegerlo. Pero Chloe encistia en que él debe saberlo, ponerle al tanto de todo. Y quien sabe, tal vez entrenarlo para que se defienda.
– ¿Decirme qué? –cuestiona Will viendola a la dos. Desde hace días sentía que algo le ocultaban, pero obviamente no sabía él qué. Tenía la leve sospecha de que tenía que ver con lo del armario del concerje.
¿Realmente son lesbianas? Esa pregunta rondaba por su mente, y esperaba que la respuesta fuera: no.
Chloe mira a Fergie y le dice con la mirada que le diga ella. Pero la rubia niega rápidamente con la cabeza.
– Bien, yo lo haré –mira a Will–. Soy hija de Atenea. O sea, soy una semidiosa –su mirada se dirige a la rubia, y al ver que ésta no iba hablar decide hacerlo ello–. Y Fergie.... –fue interrumpida.
– Soy una vampira e hija de Afrodita –se muerde el labio inferior en un acto nervisoso, no sabía cual sería la reacción de Will.
– ¡Jah! Lo sabía –exclama con una sonrisa.
Ambas chicas se miran entre si para luego soltar–: ¿Qué?
– ¡Claro! –mira al techo y pone una sonrisa de estúpido cómo si estuviera recordando algo.
Chloe y él entraban a una tienda de antigüedades. Habían descubierto esa tienda hace poco, y querían curiosar un rato.
Ambos tomaron pasillos diferentes. Will se acerco a un estante con libros que estaban todos llenos de polvos. Agarró el primero y sopló la cubierta para quitarle el polvo.
El nombre del libro le pareció un poco raro.Cosas sobrenaturales en Deanwood.
Con el ceño fruncido decidió leer la primera página. Y eso le pareció más raro.
Se dice que hace años en Deanwood existian los seres más raro del mundo.
Vampiros, Hombres lobos, Semidiosas, entre otras.
Esas tres son las principales, especialmente las semidiosas, ya que en ese pueblo los Dioses bajaban y se enrrolaban con los habitantes.
En 1190 entre los lobos y vampiros hubo un tratado de Paz, ya que sus peleas causaban muchas muertes en el pueblo.Y no pudo seguir leyendo debido a un resplandor que habia en el otro lado del pasillo. Cerro el libro y llevandoselo con él se acercó a donde veia la Luz.
Chloe habia visto un dije de la diosa Atenea y al tocarlo había empezado a brillar.
– ¿Chloe? –cuestiona viendola.
La castaña al escuchar su nombre se voltea a verlo. Le regala una sonrisa y camina a la caja para comprar ese dije.
Will la sigue y decide comprar el libro.– Y así fue como pasó –murmura aun sonriendo.
– Te das cuenta... –empieza hablar Fergie.
– Que nosotras...–la sigue Chloe.
– No podemos...
– ¡Ver lo que recuerdas! –exclaman juntas y le pegan un zape a Will a la misma vez.
– ¡Ay! –se soba la parte herida–. Entonces... –murmura viendolas–. Son semidiosas.
– Hija de Atenea –habla Chloe señalandose.
– Hija de Afrodita –repite el mismo acto de Chloe.
– Espera –ve a Fergie–. ¿Hija de Afrodita? –la rubia asiente–. Eso explica porque eres tan perra –la rubia rueda los ojos al oír su comentario.
– ¡Eso mismo dije yo! –exclama la castaña soltando una carcajada.
La rubia vuelve a rodar los ojos, le fastidiaba que le llamarán perra. Que ella no lo era, sí le gustaban muchos los chicos, pero no era una perra por eso. Ni que se metiera con los prohibidos. Ademas que ellos la buscan, no ella a ellos.******
¡Otro capítulo! Y no tarde un mes en subirlo.
Orgullo de mi misma (':Besos.
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Deanwood
Fantasy¡Bienvenidos a Deanwood! Pequeño y misterioso pueblo que se alimenta de los secretos. Aquí puedes encontrar varias criaturas sobrenaturales (Brujas, vampiros, hombres lobo y hasta semidioses). Dos chicas, amigas (aparte de que esconden un secreto) s...