C18

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Cuando llegué a la casa, me sentía culpable. Estaba sufriendo por un hombre que no era mi novio, no podía seguir con esto.

-¿Que paso cariño? -Habló Alex acercándose ami pero lo alejé. Quité las lágrimas de mi rostro respondiéndome.

-Lo siento Alex, pero no puedo seguir con esto.

-¿A que te refieres?

-Nosotros. -Respiré profundo.

-Pero Noah, yo te quiero

-Yo también pero no de esa manera, perdóname Alex. Estoy terminando esto. -Fui directo al grano.

-No puedes hacerme esto. -Comenzó a negar con su cabeza repetidas veces, su respiración comenzó a acelerarse y su mandíbula se mantenía apretada. Nunca lo había visto así.

-No quiero hacerte daño

Me acerque a él pero me empujó lanzándome al otro extremo de la sala dándome un fuerte golpe en el brazo y sin fuerzas caí sobre mis piernas. Su reacción me dejo en shock.

-¡Ya lo has hecho! -Gritó acercándose ami de manera intimidante.

-L-lo siento.

-Te di todo, te deje estar en mi casa y siempre estuve para ti ¿Por que me haces esto? ¡Sabía que no debías estar tanto tiempo con el puto de Bieber!

-¡Él no tiene la culpa!

-Y lo sigues defendiendo.-Rió sin ganas.-Eres una perra.  -Dijo caminando hacia la puerta para salir y cerrar de un fuerte golpe. Los cuadros en las paredes se rompieron sin control en el suelo.

Tenía un nudo en la garganta, sólo podía escuchar mi respiración agitada. Con mis manos temblorosas me apoyé en el suelo para poder levantarme.

¿Que debería hacer? No tengo donde ir.

El agudo sonido del celular comenzó a sonar sobre la mesa. Caminé hasta él mirando el número de Justin, no quería contestar por que si lo hago rompería en  llanto si le pregunta que le pasa. Lo dejé sonar.

Me siento extraña, jamás pensé que Alex me tocaría de esa manera, que me tratara así. Es cierto que uno nunca termina de conocer a las personas. El celular continuó sonando pero esta vez un mensaje entrante se posó en la pantalla.

De: Justin.
-"Si no contestas iré para allá, joder Noah, me tienes preocupado. "

Otra llamada entrante de Justin. Esta vez contesté.

-¿Noah? ¿Por que no contestas?

-Es sólo que estaba...ocupada. -Hablé con un nudo en la garganta.

-¿Que te pasa? Si es por lo de la tarde

-Nada,Justin, nada. -Lo interrumpí.

-¿Quieres que vaya para allá?  te escuchas mal.

-No. -Dije de inmediato.

Si Justin viene y llega Alex, sería un gran problema.

-Noah, dime que pasó...

-No Justin, te digo mañana ¿si? ¿A que hora vendrás?

Soltó un suspiro. -A las ocho de la mañana.

-Bien,nos vemos. -Dije cortando. Me quede un momento parada mirando la nada. No sé que hacer, no sé donde irme, no quiero estar acá.

Caminé a mi habitación y cerré con seguro, abrí mi Notebook y comencé a buscar casas o departamentos.

El sonido de la puerta principal me alertó. El pánico me invadió imaginando a Alex venir igual o peor que hace un rato. Tragué saliva acomodándome. Los pasos se hacían eternos, lentamente se acercában inquietándome cada vez mas.

-Noah...-La voz rasposa de Alex me sobresaltó. -Ábreme la puerta por favor...-Su voz sonaba débil. Pero no me voy a dejar engañar por eso.

Tomé coraje respirando profundo.
-No. -Dije firme.

-Perdóname, estaba enojado y

-No me interesa. -Lo interrumpí. -Mañana mismo  me iré de aquí para no verte mas la cara.

Hubo un silencio de su parte. Unos sollozos invadieron mis oídos, estaba llorando. Mordí mi labio pensando en si salir o no. Decidí no hacerlo, tenía que aprender la lección.

Después de un rato sentí como se paraba y sus pasos se alejaban hasta sentir su ausencia.

La Periodista Belieber.©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora