Cap 6

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Katerina sostenía a Wrath entre sus brazos. Miraba a la cara de su compañero, aparentemente sin vida y con la piel fría al tacto. Había estado tan cerca. Todo el mundo se movía de aquí para allá, rápido...infinitamente rápido. Pero para ella el tiempo se había puesto de cabeza y detenido en el momento en que lo escuchó despedirse de ella, sus manos habían temblado demás cuando tensó el arco para ayudar a su prima con esas criaturas de mala muerte. Cerró los ojos para poder recobrar la compostura...Wrath se decía a si mismo no digno de ella.

<<Jamás llores por mi. Yo no merezco tus lágrimas>>

Ella esbozó una sonrisa melancólica. Si él se enterase de que no había sido más que una egoísta no hubiera dicho esa clase de cosas. La ingrata allí era ella, que no había estado más que asegurándose su propia supervivencia. Era una deshonra. Mítica la hubiese reprendido por aquel comportamiento tan en contra con uno de las primeras lecciones que le había dado...

* Flashback *

- Me ha costado mucho no notar lo engreída y egocéntrica que sos, sin mencionar lo poco que os importa la vida de los demás- Katerina la fulmino con la mirada - No me mireis ceñuda, sabéis a lo que me refiero - Claro que lo sabía: uno de los lobos de el clan la había hecho tropezar y caerse al lodo. Por supuesto ella casi le destroza la garganta con sus manos desnudas.

- Tu no eres exactamente la representación exacta de la modestia, querida - Mítica rodeó el ridículo banco donde la había hecho sentar, se posicionó frente a la pizarra que tenía en frente.

- No se que clase de enseñanza te haya dado Dyanna. Pero en este clan tratamos a las personas con respeto, sin mencionar que siempre y sin dudar antepondremos la vida de las demás personas a las nuestras. Honrando así nuestros nombres y la creencia que tenemos como deber el asegurar la protección de cualquier forma de vida, si esta obviamente, es pura y digna del sacrificio - Katerina la miró incrédula, y afortunadamente Mítica se había perdido el gesto al darse la vuelta y escribir apresuradamente en la pizarra. Cuando se dio la vuelta su semblante estaba serio. En la Pizarra se leía: "El diamante es poder, es pureza, es vida. Y la vida es nuestra misión "

- Quiero que lo mires, y busques en nuestro mantra alguna razón por la que deberías quedarte aquí - Katerina la miró sin comprender - No aceptaré a nadie que no cumpla con esto, y no creas que por ser eres la excepción - Mítica se giró y miró hacia la luna. Los rayos de el satélite natural entraban por una pequeña terraza en lo alto de la cúpula, y al fusionarse con los cristales de la pared, se disparaban colores danzarines por la habitación. Katerina habría jurado que Mítica se había limpiado una lágrima, pero el movimiento se fue tan rápido como apareció - Mi padre no obedeció a mi Madre cuando ella quiso ayudar a sus amigos en la guerra que se desataba ante ellos y le prohibió hacerlo. Mi madre murió esa noche, tratando de hacer del mundo uno mejor, protegiendo las vidas de quienes realmente merecían vivir. Se que suena a una razón para que nosotros sigamos viviendo, el que vivamos para "ayudar a las personas", pero creeme cuando te digo que nosotros no lo merecemos - Su prima se dio media vuelta y hecho a andar con grandes zancadas hacia la puerta - y para que lo sepas. Mi egocentrismo solo reside en mi anatomía y belleza superficial. No como persona.

Diamante OscuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora