Cap 11 (1ra parte)

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Nunca pensó que su Clan se alegraría tanto por la noticia. Todos comenzaron a aplaudir y a bailar. Katerina no pudo evitar sentirse felíz. Tenía una extensa familia que la amaba lo suficiente como para alegarse por ella. Vio incluso a unas niñas llegar hasta Mítica a pedirle permiso para hacer una gran celebración en su honor, para festejar el hallazgo de los compañeros. Ella asintió y les ofreció a ambas una sonrisa antes de dar media vuelta y alejarse a grandes zancadas.

Katerina frunció el ceño e hizo ademán para seguirla, pero Matáis la sostuvo del brazo con un agarre gentil.

-Déjala Hermanita, ella debe solucionar sus conflictos sola. 

Katerina dio media vuelta y frunció el ceño a su primo.

- Creo que Mítica a estado resolviendo sus problemas sola por mucho tiempo ¿A caso no te das cuenta de lo irreconocible que esta? Ya ni siquiera pasa tiempo con nosotros ¿Y me pides que la deje sola? No lo haré Matáis - él soltó su brazo lentamente.

- Ahora las cosas son diferentes, se trata de su compañero de vida, ese asunto pasa de ti. 

Katerina a regañadientes dejo ir a Mítica y suspiró apoyándose en Matáis.

-Estoy muy preocupada por ella hermano. Fedrik es un buen hombre, honorable. No hace falta conocerlo mucho para saber que es así. Pero Mítica se niega la posibilidad de ser felíz, siente que sus responsabilidades son un obstáculo para estar con su compañero o...

-O Fedrik es un obstáculo para cumplir con sus responsabilidades – completa Matáis pasando un brazo por los delicados hombros de Katerina- Ese es un tema que debe solucionarlo dándose la posibilidad de pasar tiempo con Fedrik. Quizas si de alguna manera arreglamos que el se entere de manera sospechosa sobre la celebración de mañana...

-Podamos hacer que ellos dos tengan una charla – dice entusiasmada la híbrida – Creo que es lo único que podemos hacer por ellos sin intervenir demasiado.

-Exacto hermanita – él se agacha para depositar un beso en su sien – ahora iré a encontrar a mi escurridiza compañera. Ella será la clave para llevar a cavo nuestro plan. A demás tengo intención de bailar con ella en la fiesta y quizás quien sabe...hacer algo más – dice sonriendo de manera pícara y agarrando a Katerina por la cintura haciéndola girar por el aire. La deposita en el suelo y se aleja dando grandes zancadas.

Katerina miró hacia el cielo. No tardaría mucho en amanecer y ella tenía el deber de alimentar a su compañero. En su mente visualizó la imagen de un búho de las nieves y transformándose en el ave alzó el vuelo, extendiendo sus sentidos para encontrar en los alrededores alguien que pueda proporsionarle sangre para dársela a su compañero.

Sobrevolaba sobre el dosel de los árboles cuando divisó un pequeño campamento en un claro. Dos hombres y una mujer humanos. El gran búho se poso a 10 metros de ellos y los observó, entrando en la mente de uno de los hombres. Este era grande y fornido, probablemente un cazador. Venían con la intensión de estudiar a los lobos de la zona, no a cazarlos, lo cual la tranquilizo. Se adentró en la maleza cambiando a su forma humana, con unos jeans, botas altas hasta el inicio de las rodillas y una camisa holgada blanca, con un cuchillo en su cadera.

-¿Qué hacen aquí a altas horas de la noche? No es seguro para nadie, hay muchos peligros en estos bosques- dijo con acento rumano hacia el hombre fornido. Los miró a los ojos, dándoles la orden de acercarse a ella a ofrecer su sangre. Hundió los dinetes profundo en el cuello de cada uno y bebió solo lo necesario, cuidando de no dejarlos débiles a ninguno de los tres. Emborronó sus recuerdos e implanto la orden de dejar el campamento a primera hora de la mañana. Antes de irse colocó un pequeño escudo, para que los lobos o cualquier otro animal o cosa los perturbara hasta su partida.

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⏰ Última actualización: Oct 23, 2016 ⏰

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