Cap 3 : Mierda...Es mi compañero

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Matáis estaba supervisando como acomodaban las cosas en el campamento. Mítica ya había hecho una nueva Cúpula junto con el y Katerina, cosa que la había dejado drenada de energía y ahora estaba descansando. Ella dijo que iba a salir a tomar aire, pero la cosa era que...¿Cuanto aire necesitaba una mujer estando en un bosque?
Realmente le había extrañado que hubiera escogido las montañas otra vez. La ultima vez había sido hace 180 años, cuando habían reclutado a Katerina. Y aun entonces las había evitado. Pero ella parecía diferente, más distante. Más sola.

Miró a su alrededor, hacia donde estaban algunas parejas. Él no había sido bendecido con una compañera aún. Tanto su lobo como su parte Cárpato la añoraban.
El podía ver en colores, pero era debido a su parte Lycan. Solo eran colores apagados y sombríos. Y en cuanto a sus emociones el no las tenía. Ni una gota. Solo podía recordar como había sido amar a Mítica, y en cuanto a Katerina...Solo podía fingir como siempre.

Debía admitir que el también había pensado en venir a las montañas, sentía un fuerte tirón..como una compulsión. Lo atraía cada vez más.

No había querido decirle nada a Mítica y a Kath, pero no creía aguantar más. Pronto debería enfrentar al amanecer. Y nadie lo haría cambiar de opinión.

De pronto escuchó algo lejano, un grito de mujer. Quiso no darle importancia, pero no pudo. Se convirtió en un gran lobo blanco y se dirijo por el sendero por el que había escuchado aquel grito.

***

Mítica caminaba por el bosque. Pensando en porque había venido a ese lugar en particular. Debía ser cuidadosa porque era un área muy cercana a la casa del príncipe. Estaba a unos cuantos kilómetros de ella pero sus guardianes patrullaban por todo el lugar.

Necesitaba gritar, correr, cazar. Algo que le sacara el vacío que sentía. Cada vez era mas difícil seguir sola. Ella le había dicho a sus hermanos que salia a tomar aire, pero la verdad era una excusa tonta. Porque no se había cansado ni una pizca.

Le asustaba la manera en que su poder crecía con los años. Ella era la mas grande de su clan y también dentro del mundo Cárpato. Era una antigua. Y la mezcla de su sangre Lycan/Cárpato no ayudaba en nada. Si no hubiera sido por sus Diamantes ella no podría contener su poder.

Se miró las muñecas. A sus diamantes en forma de Flor de Liz. Significado de pureza. Estos estaban incrustados en su piel, ayudaban a canalizar el poder para no colapsar. Ella también los tenia en sus tobillos y en su nuca. Nadie lo sabia por supuesto. Solo Katerina. Ella se los había colocado hace 3 años, porque ya no aguantaba tanto poder.

Mítica arrastró aire a sus pulmones. De inmediato se quedó tensa y alerta.

Corrió y levanto el vuelo, cambiando a la forma de una lechuza blanca. Mirando hacia abajo pudo divisar a tres hombres rodeados por 6 vampiros y 10 renegados Lycan. También había un numero exagerado de Ghouls. Mierda, pensó.  Cuando se iba a girar para irse al Clan, miró nuevamente hacia abajo.

- Matáis, ¿eres tu? ¿Qué haces allí tonto? Estas en medio de una pelea que no necesitas librar.

- Si quieres me ayudas, si no. Vete. No puedo hablarte y pelear al mismo tiempo.

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