Gravity Falls Tybay

¿Bill Cipher?

Los primeros rayos de luz pasaban por la ventana y despertaban a Mabel. 

El día anterior había sido super largo, luego de llegar, durante dos horas, no había hecho nada más que pensar en su hermano, tratando de unir los puntos, pero nada, algo faltaba, la última pieza del rompecabezas, pero ¿qué era?. 

Mabel se estiró, salió de su cama, y comenzó su rutina. Se bañó, se cambió y bajó a tomar el desayuno.

-Hola Mabel- saludaron, como siempre, Ford y Stan.

-Hola tíos- contestó Mabel.

Al igual que todas las mañanas, se preparó su café con leche. Pero esa mañana, a diferencia de otros días, lo tomó en la cocina con sus tíos.

Luego de cinco minutos, el teléfono sonó. 

-¡Yo no voy!- dijeron Mabel y Stan rápidamente.

-Siempre tengo que ir yo...- dijo molesto Ford. 

Se levantó y fue hasta donde el estaba el teléfono, que no paraba de sonar. Levantó el auricular (la parte para escuchar).

-¡Ven Mabel!- gritó Ford desde el comedor - ¡Te necesitan en el teléfono!

-¡Ya voy!- gritó Mabel, igual que su tío.

La pelicafé dejó la taza en la mesa, y fue corriendo hasta donde estaba su tío, en cuanto llegó su tío le extendió el teléfono.

-¡Hola Mabel!- saludó Wendy en el teléfono.

-¡Hola amiga!- le contestó Mabel.

-¿Te acuerdas el hotel que fuimos ayer?-

-Claro que si-

-Bueno, ve allí, te estamos esperando con Soos-

-Pero no me sé la dirección-

-Ve al 816 de la calle Befufflefumpter-

-Muy bien, espera que anote- tomó un papel, un lápiz y anotó la dirección.

-Cuando llegues al hotel, dile al hombre que está en la puerta "Corduroy"-

-Está bien- 

-Te llevará a una habitación más grande que la que fuimos ayer-

-Bien-

-¡Ven rápido! ¡Te esperamos! Y no olvides el Diario-

-Claro, claro-

Wendy cortó, y Mabel colocó el auricular en su respectivo lugar. Tomó el papel donde estaba la dirección, corrió de vuelta a la cocina, tomó el resto de su ya frío café con leche, subió las escaleras rápidamente, y entró en su habitación.

Allí agarró de su armario, un viejo bolso café que casi nunca usaba. Luego sacó el Diario de su escondite, lo guardó en el bolso y bajó a toda velocidad.

-¡Chau tíos!- dijo Mabel rápidamente.

-Chau M...-antes que sus tíos pudieran completar la frase, Mabel ya estaba afuera.

Wendy le había dado a Mabel las instrucciones para llegar al hotel, pero no estaba muy segura en donde estaba la calle que Wendy le había dicho. Para suerte de Mabel, Linda Susan (una de las muchachas más lindas del pueblo) estaba caminando en la vereda donde estaba la casa de sus tíos.

-¡Linda Susan!- le gritó Mabel desde la entrada de la casa. (Las amigas de Mabel las habían presentado una tarde).

-¡Hola Mabel!- la saludó ella también.