Profesor Particular [Baekyeol/Chanbaek]

Manual de convivencia: Primeras impresiones

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Baekhyun se desperezó como pudo, somnoliento tras oír el pitido del despertador. Hizo una mueca al sentirse aprisionado por un peso en la mitad derecha de su cuerpo. Abrió los ojos con pereza y quiso girar la cabeza para ver de qué se trataba, haciendo que su barbilla chocara contra algo duro, o más bien alguien.

Chanyeol dormía plácidamente. Tenía la cabeza apoyada en el pecho del menor y el rostro enterrado en el hueco entre el cuello y el hombro del rubio, mientras sus largos brazos rodeaban el pequeño torso en un abrazo lánguido. Muchas veces habían amanecido en esa posición, y Baekhyun se preguntaba si el azabache no se sentiría ahogado, porque él en particular, encontraba esto muy cómodo.

Movió su diestra hasta tener las sedosas hebras del mayor entre sus dedos. Acarició sus cabellos suavemente, cuestionándose si el brillo que reflejaban era natural o acaso Chanyeol se lo teñía con regularidad. La cabellera era hermosa.

Baekhyun siguió acariciándolo, dejando que su mente volara hasta la primera vez que ambos se encontraron, y sonriendo inevitablemente ante el recuerdo. Después de todo, la primera impresión que tuvo de Chanyeol fue pésima.

-FLASHBACK-

-Hola, soy Park Chanyeol y a partir de hoy seré tu profesor particular

Baekhyun se quedó de piedra parado en el umbral de la puerta de su habitación al ser recibido por la voz profunda de un extraño. Extraño que ahora se levantaba de su silla de escritorio para ir a pasarle la mano con una mirada penetrante y una mueca de sonrisa –Mucho gusto Baekhyun –habló con el brazo extendido.

El estudiante de secundaria lo analizó aun sin decir una palabra. Era alto, Dios qué alto. Era atractivo. Vestía ropas visiblemente caras, y lucía bastante joven por lo que asumió que debía ser inteligente para trabajar como profesor particular y estudiar al mismo tiempo.

Baekhyun no hizo más que verlo con ojos inquisitivos, sintiendo amenazado su orgullo por el aspecto del otro. Francamente creía que cualquier hombre se decepcionaría si se llegara a encontrar a alguien como el sujeto frente a él.

En los días siguientes la curiosidad por su nuevo profesor no hizo más que crecer. Baekhyun con el libro entre sus manos, daba miradas furtivas a cada momento al hombre sentado a su lado, el cual leía concentrado un texto relacionado a su carrera, repasándose el labio inferior con la parte trasera de su lapicera. De más estaba decir que ese movimiento tenía a Baekhyun embelesado.

El rubio se preguntaba por qué trabajaba dando clases particulares. Alguien tan atractivo como él podría conseguir cualquier otro trabajo mucho mejor que este.

-No me molesta que me mires tan ardientemente –habló el alto sin apartar la vista del texto que leía –Pero creo que me sentiría más feliz si la dirigieras hacia la unidad que te indiqué que leyeras –clavó sus oscuros ojos en los del menor cuando dijo la última frase.

El corazón de Baekhyun golpeó contra su pecho con esas palabras, y sintió el rostro arderle. Ese fue básicamente el inicio de su calvario; sonrojándose con cada mirada, y sintiéndose frustrado porque el alto lo leía como si fuera un libro abierto.

-FIN DEL FLASHBACK-

Aun con la mano en la nuca de Chanyeol, y admirando sus largas pestañas, Baekhyun sonrió más ampliamente. En un principio no le agradó mucho, pero jamás se imaginó que terminarían teniendo una relación en la que el pelinegro lo mimara tanto.