Profesor Particular [Baekyeol/Chanbaek]

Diario de Chanyeol: ¿Qué amas de mí?

Cof cof cof

-Chanyeol, ¿te duele la garganta? –preguntó Baekhyun cuando el alto ya se dirigía a la puerta, listo para ir a la universidad.

-No... es sólo que fumé mucho –contestó algo ronco, con la mano acariciándose la garganta y una mueca de evidente molestia.

Baekhyun solo bajó la mirada como si se sintiera culpable por ello. Chanyeol lo observó sin decir nada. El rubio al menos podría no esconderle las cosas si después iba a poner esa cara.

[Aunque usualmente es lento, en estas cosas se da por aludido enseguida]

Suspirando resignado, Chanyeol recorrió la distancia que los separaba, y con una mano, levantó el mentón de Baekhyun para dejar un suave beso de despedida en sus labios.

[Amo esa bondad en él, pero a la vez, me pongo furioso conmigo mismo por sentirme así cuando estoy enojado, y con él por hacerme sentir así]

El alto se alejó lentamente, hasta quedar a un metro de distancia del menor –Hoy también voy a llegar tarde, así que no te esfuerces en esperarme despierto, ¿sí?

Baekhyun no dijo nada, solo se limitó a asentir, mirándolo con ojos que desbordaban preocupación. Chanyeol desvió la mirada, sintiéndose una mierda por actuar tan frío con su pequeño. Pero era algo que no podía evitar.

Lo más probable es que Baekhyun se estuviera preguntando qué le pasaba por la cabeza en este momento, le daría vueltas al asunto, y al final no llegaría a ninguna conclusión. Porque Chanyeol estaba siendo irracional, y lo peor, lo estaba haciendo a propósito.

Esperaba que su rubio lo perdonara por tener ese grado de maldad. Porque Baekhyun era el centro de su vida, y no importaba cuánto se esforzara, no conseguía obtener todo lo que quería de él.

***

Las clases habían concluido para Chanyeol, y ahora se encontraba sentado en una cafetería, con la mirada seria, clavada en el individuo frente a él.

-Cof cof... Y bien... ¿Qué es lo que quieres de mí? –preguntó algo irritado.

-Baekkie no me dirige la palabra –lloriqueó Heechul mirando fijamente su café –Por favor, haz que se reconcilie conmigo –balbuceó. Esta vez sí vestía como un adulto normal, ya que había salido de su trabajo e ido directo a reunirse con Chanyeol.

-Ustedes son hermanos, ¿no? ¿No puedes resolverlo tú mismo? –se quejó el azabache, desviando la mirada a la ventana.

-¡Te lo estoy pidiendo porque no puedo hacerlo! –se exasperó el castaño -¡No me contesta las llamadas ni me responde los mensajes! ¡Y aunque fui a su universidad a verlo, me evitó! –se puso a pucherear como un niño.

Chanyeol rodó los ojos molesto. No podía creer que esa cosa que tenía frente a él, provocara que Baekhyun cambiara radicalmente de humor, cosa que a él tanto le costaba lograr. Sonrió ante la idea de fastidiar a Heechul hasta que se lo rogara sumergido en un mar de lágrimas.

-Si me entrometo y las cosas empeoran, yo no me haré responsable, ¿de acuerdo? –terminó diciendo.

-¡Mira, entiendo que estés molesto! –reconoció Heechul apoyando ambas manos sobre la mesa -¡Pero no lo hice con maldad!... Bueno, en realidad sí lo hice por eso... Pero indirectamente estás involucrado en esto, así que...

-¿Qué? –las palabras del mayor desconcertaron por completo a Chanyeol -¿En qué aspecto podría estar yo involucrado? –preguntó, retomando el interés en lo que Heechul estaba diciendo.