Un buen dia.

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Cuando estás solo o sola en tu casa,¿has sentido la presencia de alguien? ¿que alguien te observa?, bueno pues esta es mi historia y no fue una presencia de alguien, de no solo una, de muchas personas las cuales me quisieron matar. Todo comienza así.

Dormía en mi casa, mi alarma estaba programada para las 5:00 de la mañana y ya estaba sonando, a esa hora tenia que ir al trabajo no me iba nada bien con el trabajo de ser periodista, vivía en una casa de tan solo una planta, tenia lo necesario para vivir bien, un baño, una cocina pequeña, dos cuartos.
Me levante y procure de no hacer tanto ruido para no despertar a mi hija, me puse lo de siempre, mi pantalón de vestir negro, una camisa de mangas largas blanca, mi corbata y mi saco.
Fui a la cocina,me prepare un desayuno y lo serví en un plato, en eso entonces escuche la puerta como si alguien la hubiera abierto, se escuchaba como rechinaba la puerta de madera.
Me dirigí a la puerta para asegurar que había detrás y en eso entonces salto y me asusto.
Era mi hija.

-¿Por que estas despierta a estas horas?-me dirigía a la mesa para terminar mi desayuno e irme.
-Papá, tengo insomnio, no dormí nada anoche.-dijo mientras se sentaba alado mio.
-Tienes que ir a la escuela.-voltee a verla,le dedique una sonrisa y volví a desayunar.
-Si, lo sé.-se tallo los ojos de los cansados que estaban estos.
-¿Quieres desayunar?
-No, no tengo hambre-ella se veía a un espejo.

Ella era de esas jovencitas que era demasiada vanidosa, le preocupaba su cuerpo pero siempre era humilde.
Simplemente la amaba.

-¡Rayos!- acercaba su cara al espejo.
-¿Qué pasa?- levantaba mi plato y tomaba mi cámara ya que era mi instrumento de trabajo, enseguida la metería en mi portafolio, me aseguraba que tuviera baterías.
-¡Tengo un barro en mi cara!-dijo tan frustrada.
-Tranquila,primero es uno, después cinco,terminaras con barros en toda tu cara.-reí un poco mientras buscaba baterías, ya que no tenia.

-Muy gracioso papá-dijo sarcásticamente y volvió a verse al espejo preocupada.
-Hija, ¿no has visto algunas baterías para la cámara?.

-No papá.

Se me hacia tarde, tenia que estar allá a las 6:00. Así que decidí pedir baterías allá en la oficina o comprar algunas en el camino.

-Hija, me tengo que ir, ya sabes que hacer. Deje desayuno en el refrigerador, también leche cuando llegues a la escuela me marcas. Te quiero.-me acerque a darle un beso en su frente-valla, creo que he besado tu grano.
-¡Paaaaapá!, no seas así-se hecho a reir- pero bueno ya vete, llegaras tarde, yo te marco, te quiero muchísimo.-me dio un abrazo.

Salí de la casa y tome mi auto, mi auto era muy viejo, pero servía.
En el camino todas las tiendas estaban cerradas, me preocupa mucho, me gustaba cargar todo lo necesario ya que si no lo hacia mi jefe se enojaría mucho, el es muy estricto.
Mi teléfono estaba vibrando, lo saque de mi bolsillo derecho y entonces, era mi maldito jefe,antes de contestar vi que me habia llegado un mensaje de mi hija,pero primero conteste, mi jefe se enojaría mucho si no le contestaba tan solo una llamada.

-¿Bueno?.
-¿Donde rayos vienes?
-Ya voy para alla.
-Te tengo que decirte algo muy importante,apresúrate.

El hablaba muy en serio y me hice tan solo tres preguntas, ¿qué me diría? ¿me despediría? ¿algo había hecho mal?
Eso hizo que acelerara mas para llegar lo mas rápido posible. Hacia frío, mucho frío.
Habia llegado a mi trabajo, el lugar donde trabajaba era un edificio grande. Entre y registre mi entrada, tome el asensor y puse el ultimo piso, pues ahí estaba su apartamento de mi jefe.
Mientras subía quería que fuera mas lento pues tenia miedo a lo que me fuera a decir, entre y note su sala que tenia, (especialmente para el) una maquina de café ,tres sillones (ahi esperarian los que tuvieran que esperar), éstos daban dirección a un televisor y por ultimo, una puerta, me acerque a la puerta y toque, el dijo que pasara, entre y el me miro fijamente, su mirada era intimidante, muy intimidante, su rostro se veía muy serio, media aproximadamente 1.90 metros.
Podría impresionar a cualquier persona, le tenia cierto miedo.

-Te tengo un gran trabajo y claro, muy bueno, ganaras demasiado dinero, eso te lo aseguro asi que sera mejor que tengas tu cámara a la mano-se levantaba y se acomodaba su corbata.

Dios, hoy es un buen día , cuando el dice que es mucho dinero se refiere a DEMASIADO.
Pero me pregunté, ¿qué sería?.

-Me llegaron informes de la policía me dijeron que había que investigar una casa, ya que tenia información muy importante.- daba vueltas por todo su escritorio y alcance a notar como se rascaba su barba como si estuviese nervioso.
-¿Una casa?, perfecto jefe para mi no hay problema, lo tengo controlado.
-Si, sé que lo tienes controlado, por eso te he escogido a ti, pero no es cualquier casa Travis.




No me tuve que haber preguntado, hubiese salido de ahí, no hubiera ido al trabajo, hubiera tenido otro trabajo, lo siguiente fue mi peor decisión.

HouseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora